Israel pide pruebas sobre la suerte de sus soldados

En el bazar de los rehenes todos ten¨ªan ayer la mirada clavada en Israel. El Estado jud¨ªo ha suavizado su posici¨®n y ahora demanda "informaci¨®n certera" sobre la suerte de siete soldados israel¨ªes desaparecidos en L¨ªbano en 1982 a fin de comenzar a liberar a cerca de 400 ¨¢rabes. El silencio que manten¨ªan hasta anoche los carceleros de los rehenes occidentales se convirti¨® en un nuevo enigma: para algunos, la Yihad Isl¨¢mica no necesita hablar porque ya ha dicho su ¨²ltima palabra y ahora s¨®lo cabe un gesto de Israel. Para otros, los extremistas est¨¢n debatiendo si vale la pena mantener la intransigencia.

El secretario general de las Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, celebr¨® ayer en Ginebra una reuni¨®n trascendental con una delegaci¨®n israel¨ª encabezada por Uri Lubrani. Ambos aseguraron al final que el encuentro hab¨ªa sido fruct¨ªfero, aunque el diplom¨¢tico peruano se apresur¨® a poner coto a las especulaciones m¨¢s optimistas al decir: "Ser¨ªa quiz¨¢s ingenuo si esperara algo en los pr¨®ximos d¨ªas".Radio Israel anunci¨® ayer que el Gobierno judio iba a empezar con la liberaci¨®n de presos ¨¢rabes en cuanto recibiera pruebas claras de la situaci¨®n de los siete soldados desaparecidos en L¨ªbano en 1982. Seg¨²n P¨¦rez de Cu¨¦llar, "Israel est¨¢ preparado para hacer cualquier esfuerzo si conoce de manera muy clara" la situaci¨®n de esos siete militares. El secretario general de la ONU precis¨® que, como prueba, "una cinta de casete o un informe de la Cruz Roja ser¨ªan considerados v¨¢lidos".

Antes de salir para Ginebra, uno de los negociadores israel¨ªes, Ori Slonim, hab¨ªa dado la primera indicaci¨®n oficial de que el Gobierno de Shamir ya no insiste en la devoluci¨®n de prisioneros israel¨ªes para comenzar a hablar de un canje. Slonim dijo que bastar¨ªa una prueba de que el Hezbol¨¢ tiene en efecto en su poder alguno de los soldados y que est¨¢ realmente dispuesto a devolverlos vivos o muertos. "Una vez que recibamos se?ales de vida de nuestros prisioneros y desaparecidos, creo que nosotros tambi¨¦n haremos un gesto por nuestra parte", dijo.

El dirigente palestino radical Ahmed Jibril declar¨® ayer a la agencia Reuter en Damasco que uno de esos israel¨ªes desaparecidos muri¨® y que otros tres est¨¢n vivos. Los tres restantes, que formaban la tripulaci¨®n de un tanque, los consider¨® desaparecidos y presumiblemente muertos. Por su parte, fuentes de los servicios secretos libaneses aseguraron que un reh¨¦n italiano, Alberto Molinari, muri¨® poco despu¨¦s de su secuestro, hace seis a?os.

Como en los viejos tiempos

Beirut volvi¨® ayer a sus viejos tiempos. Bastaba darse un paseo por la ciudad para comprobar que pr¨¢cticamente todo el mundo ya sabe c¨®mo va a terminar el drama de los rehenes. Los secretos siempre se han compartido con gran velocidad y fruicci¨®n en L¨ªbano. El problema es que el alud de rumores puede, por ejemplo, convertir a un frutero musulm¨¢n de los suburbios del Sur en "una fuente shi¨ª" o un empleado cristiano del Ministerio del Interior en "un alto miembro de los servicios secretos"."Esto es una casa de locos", exclam¨® ayer exasperado Faruk Nassar, el respetado corresponsal jefe de la agencia norteamericana Associated Press. "Vuelven las fuentes fantasmas y todo el mundo sabe lo que son: venden un producto sexy pero que la realidad lo aplasta en cuesti¨®n de horas".

Cuatro d¨ªas despu¨¦s de que el secretario general de la ONU iniciara su gesti¨®n mediadora a expresa petici¨®n de la Yihad Isl¨¢mica, lo ¨²nico que se puede afirmar con certeza es que algo mueve pero que s¨®lo P¨¦rez de Cu¨¦llar y sus interlocutores israel¨ªes saben si realmente existen razones para ser optimistas. Y los ¨²nicos que saben algo de la situaci¨®n misma de los rehenes occidentales y ¨¢rabes cuya suerte se juega en Ginebra son sus carceleros.

Las se?ales que ayer emerg¨ªan en Ginebra, Israel, Ir¨¢n y Alemania (Bonn se ha visto inesperadamente envuelta en el puzzle por el llamado caso Hamadi) dieron esperanzas a los familiares de cautivos ¨¢rabes y occidentales.

La espera de una respuesta inmediata en Beirut result¨® hasta anoche infructuosa, algo comprensible dada la abismal desconfianza mutua de israel¨ªes y musulmanes. Adem¨¢s de toda esta situaci¨®n es posible que se haya cruzado un problema log¨ªstico: a la espera de un simple documento que podr¨ªa ser decisivo para conocer el desenlace del asunto, ayer pr¨¢cticamente no hab¨ªa un solo peri¨®dico liban¨¦s que no tuviera fot¨®grafos montando guardia junto a sus buzones, un despliegue capaz de ahuyentar al mensajero clandestino mejor camuflado.