El mal de los 10 a?os

En el matrimonio lo llaman el mal de los siete a?os: las cosas empiezan a ir mal. ?Recuerdan aquella pel¨ªcula de Marilyn Monroe? En pol¨ªtica es el mal de los 10 a?os. ( ... ) Diez a?os parece un tiempo prudencial para la permanencia en el poder de cualquier l¨ªder en una democracia, y Thatcher constituye el ejemplo reciente m¨¢s significativo. ( ... ) Toda una serie de l¨ªderes europeos experimenta el mal de los 10 a?os. Los pr¨®speros ochenta los ayudaron a permanecer en el poder; los problem¨¢ticos noventa har¨¢n m¨¢s dif¨ªcil que sigan ah¨ª. Kohl, canciller durante nueve a?os, va de capa ca¨ªda; Felipe Gonz¨¢lez, presidente desde 1982, pierde votos y disciplina de partido. (... )?Qu¨¦ pasa al cabo de una d¨¦cada? Se desata una par¨¢lisis pol¨ªtica. Los s¨ªntomas incluyen delirios de grandeza (Thatcher comport¨¢ndose como una reina; Mitterrand, como Luis XIV), aversi¨®n a toda cr¨ªtica, hast¨ªo de partidos pol¨ªticos, preferencia por los asuntos exteriores y una obsesi¨®n por lo que dir¨¢n los libros de historia. Pero es el voto, o los companeros de partido en busca de su turno en el poder, lo que fuerza el cambio. ( ... )

Si tal regla hubiera sido aplicada a los dictadores, poco tiempo habr¨ªa tenido Stalin para iniciar sus purgas, Ceausescu habr¨ªa sido recordado como un reformador y Sadam Husein se habr¨ªa ido antes de invadir Kuwait. Pero en democracia, los pol¨ªticos m¨¢s sabios atender¨¢n al destino y planear¨¢n su retirada.

, 17 de agosto