Fusiones en America
LA BANCA de Estados Unidos ha entrado en un pro fundo proceso de reconversi¨®n. La fusi¨®n del Bank of America de San Francisco y el Security Pacific de Los Angeles para crear el BankAmerica ha alterado la c¨²pula de la clasificaci¨®n bancaria y ha creado entre los analistas la expectativa de una inminente cascada de fusiones que culminar¨¢ en 1992, en lo que se interpreta segunda gran reodernaci¨®n del sistema financiero norteamericano despu¨¦s de la crisis de las cajas de ahorro. El nuevo BankAmerica se convertir¨¢ en el segun do banco del pa¨ªs, con unos activos de 21,1 billones de pesetas, muy cerca ya del permanente n¨²mero uno, el Citicorp de Nueva York, que dispone de unos activos de 23,4 billones de pesetas. No ha sido ¨¦sta ni la primera ni, probablernente, la ¨²ltima fusi¨®n del a?o. Apenas en cinco semarias se han creado el Chemical, tercero de la nueva lista, producto de la integraci¨®n de dos grandes de Nueva York (el Chernical y el Manufacturers Hanover),y el resultante de la fusi¨®n del NCNB y el CS/ Sovran.
Tres grandes fusiones en algo m¨¢s de un mes son un reflejo de la crisis por la que est¨¢ atravesando la gran banca de Estados Unidos, originada por los pr¨¦stamos fallidos a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, Latinoam¨¦rica especialmente, y agravada por la propia crisis dom¨¦stica, reflejada en un fuerte volumen de impagados inmobiliarios y de empresas insolventes. Seg¨²n los datos de la Oficina General de Contabilidad, un organismo dependiente del Congreso, por lo menos 35 de los 200 grandes bancos del pa¨ªs est¨¢n en situaci¨®n potencial de quiebra debido a las p¨¦rdidas a que han debido hacer frente por inversiones no rentables. Del conjjunto del sistema, los analistas han previsto la quiebra para este rni.srno a?o de 440 de los 12.500 bancos de Estados Urtidos. La cascada de fusiones parece inevitable con estas cifras en la mano. La integraci¨®n es una salida hacia adelante que permite abrazair el triple objetivo de aurnentar capital, reducir costes y aumentar mercado.
La reestructuraci¨®n a trav¨¦s de las fusiones se est¨¢ desarrollando de foriria paralcla al plan de reforma remitido en marzo por el presidente Bush al Congreso, que pretende fortalecer y modernizar el sistema financiero de la Uni¨®n, que entre 1988 y 1990 ha visto la quiebra de casi 600 bancos. Un plan que viene a a?adirse al que la Administraci¨®n norteamericana puso en marcha para sanear las cajas de ahorro y cuyos costes para el contribuyente han sido estimados en 500.000 millones de d¨®lares, casi 55 billones de pesetas. Un coste que desde hace meses Iria puesto sobre la mesa el debate nacional norteamericano: ?es justo que la crisis del sistema financiero se solucione a costa del contribuyente?
La cadena de fusiones tiene la ventaja fiscal de que evita la quiebra y las consiguientes aportaciones oficiales. Pero tiene elcoste de que la reducci¨®n de gastos procede fundarrientalirnente del recorte de las plantillas. BankAmerica presciridir¨¢ de 10.000 empleados de una plantilla conjunta de 92.000. El Chemical naci¨® con el objetivo de reducir 6.200 empleos de un total de 45.000. En cualquier caso, las grandes fusiones de este verano han sido bien acogidas en Wall Street, donde se?alaba, el final de una competencia feroz entre determinados gigantes y la creaci¨®n de un sistema bancario m¨¢s vigoroso.
"Ser m¨¢s grandes para obtener mas beneficios" es la explicaci¨®n optimista de ur banquero norteamericano a ese proceso de fusi¨®n. Otros han dado una versi¨®n quiz¨¢ m¨¢s realista: engodiar para no morir.
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