Superficialidad e intolerancia
Nacido en estas tierras hace unos cuantos a?os. Llevado por mis padres a la Argentina en la primera infancia. Desde hace un a?o vivo en Espa?a como tantos argentinos y suramericanos.Mi experiencia personal sobre este pa¨ªs en lo sociocultural es asombrosamente desalentadora. El desencanto ha sido profundo y, desgraciadamente, duradero.
Me choca del espa?ol de medio pelo su excesiva superficialidad y, al mismo tiempo, su marcada grandilocuencia. Raz¨®n ten¨ªa Julio Cort¨¢zar cuando hac¨ªa esta misma observaci¨®n, aunque referida, exclusivamente, al quehacer literario de los ¨²ltimos tiempos.
Tambi¨¦n noto alg¨²n grado de intolerancia hacia las ideas que se ponen en el tapete de la discusi¨®n o del di¨¢logo, ergo: inseguridad disfrazada (en el mejor de los casos), de tozudez.
Se grita mucho. Observo, en muchos espa?oles, graves problemas de fon¨¦tica. Es que, su ¨¦nfasis excesivo hace que el aire no pase en sus correctas dosis por la garganta y ello produce un hablar ¨¢spero, r¨ªspido y excesivamente confuso.
Estoy, todav¨ªa, tratando de encontrar el famoso garbo en el caminar, en el decir y en el enamorar de los espa?oles. Tambi¨¦n noto que la talla media sigue siendo peque?a. Mi viejo tambi¨¦n era bajo. En las pensiones y otros tugurios donde me ha tocado vivir, y me toca, tengo que sacar los pies por entre los barrotes de la cama para medio bien dormir y no soy de ascendencia sueca sino riojana.
Noto en el llamado trabajador, cierta tendencia a maltratarse f¨ªsicamente, como si esa actividad confirmara un sino desgraciado, y en los funcionarios p¨²blicos observo un rictus de amargura tramitaria que me pone los pelos de punta.
Por supuesto, me siento discriminado, pero esto no es excesivamente grave en mi caso, pues, seg¨²n un informe que he le¨ªdo en su peri¨®dico (31 de julio de 1991) estamos considerados por los espa?oles como cultos, creativos, abiertos y tolerantes, y, aunque tambi¨¦n, peyorativamente, se nos acusa de ser afectados, liantes, plastas y ladrones, ¨¦stos son defectos pasajeros, determinados fundamentalmente por el proceso de adaptaci¨®n, pero que se pueden corregir siguiendo ejemplos que ac¨¢ habremos de encontrar alg¨²n d¨ªa.
?Qu¨¦ por qu¨¦ sigo viviendo aqu¨ª y no me vuelvo? Pues, porque todav¨ªa no logro salir de mi asombro.-
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