Colalucci ha comenzado ya la restauraci¨®n de 'El juicio final'
El restaurador jefe de los museos vaticanos y responsable del equipo que inici¨® en 1980 la limpieza de los frescos de la Capilla Sixtina, Gianlulgi Colalucci, cree que la restauraci¨®n de El juicio final suscitar¨¢ de nuevo la pol¨¦mica sobre las pinturas de Miguel ?ngel, seg¨²n manifest¨® ayer en el II Curso Internacional de Restauraci¨®n y Conservaci¨®n, que se celebra en Aguilar de Campoo (Palencia).Las obras de El juicio final -un fresco de casi 200 metros cuadrados situado en el altar mayor de la Capilla Sixtina y con unas 400 figuras- acaban de iniciarse, aunque se ha tardado m¨¢s de un a?o en estudiar el mural para saber qu¨¦ tipo de restauraci¨®n es necesaria y si los desnudos pintados por Buonarotti hab¨ªan sido destruidos por Daniel Volterra, el pintor que en 1564 visti¨® a los personajes de Miguel ?ngel por orden del papa P¨ªo IV. "S¨®lo dos figuras no son recuperables, Santa Catalina y San Blas", explic¨® Colalucci. "Las dem¨¢s volver¨¢n a ser como el artista las concibi¨®, porque Volterra se limit¨® a pintar los velos sobre ellas sin destruir lo que hab¨ªa debajo".
El restaurador niega cualquier posible reconstrucci¨®n de los desnudos perdidos: "Ser¨ªa f¨¢cil hacerlo gracias a una tabla de Venusti conservada en el museo de Capo di Monte, en Sicilia, y que reproduce exactamente la escena de El juicio final. Sin embargo, s¨®lo recuperaremos aquellas figuras originales. No vamos a repintar bajo ning¨²n concepto".
Nuevas cr¨ªticas
Colalucci espera que la restauraci¨®n del fresco muestre un cambio brusco e importante, lo que provocar¨¢ de nuevo las cr¨ªticas sobre la conveniencia o no de su trabajo en la Capilla Sixtina: "Los colores de El juicio final ser¨¢n tan brillantes y vivos como los del resto del templo, tal como muestra la tabla de Capo di Monte, cuyas tonalidades son iguales a las pruebas que hemos realizado. De cualquier modo, el hecho de que algunos prefieran ver mugre con una capa de cola a un Miguel Angel aut¨¦ntico lleno de color es una cuesti¨®n de gustos".Cuando toda la restauraci¨®n est¨¦ finalizada -dentro de tres a?os, seg¨²n las previsiones- se pondr¨¢ en marcha un sistema de microclima para proteger los frescos de la humedad y de los deterioros que produce la visita de los milles de turistas que acuden a la capilla anualmente. "Tratamos de crear tecnol¨®gicamente un clima artificial de aire puro, que no pueda da?ar de nuevo las pinturas", dice el restaurador. "De momento esperaremos a ver c¨®mo funciona, y si los resultados no fueran los esperados tal vez se tendr¨ªa que recurrir a limitar el n¨²mero de visitantes, aunque esto no es probable".
Este es el segundo a?o en que Colalucci participa en el Congreso de Restauraci¨®n de Aguilar de Campoo, aunque es la primera vez que acude en calidad de director, cargo que comparte junto al restaurador Paolo Crisostomi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.