Sandra Myers, primera espa?ola que logra una medalla en una gran competici¨®n
"?sta tiene que caer"., La pieza era Brizgina, una sovi¨¦tica con pedigr¨ª. Y a la caza estaba Sandra Myers. De todas las condiciones que la definen como atleta, ningunamejor que su capacidad para el combate. Su obstinaci¨®n no pod¨ªa fallarle en un momento decisivo de su vida. Quedaban 30 metros, y entre ella y la medalla estaba la sovi¨¦tica, campeona ol¨ªmpica de 400 metros en Se¨²l. Myers ten¨ªa las piernas acorchadas. Su cansancio era evidente, pero se fue por Brizgina. La medalla de bronce fue suya, la primera del atletismo femenino espa?ol en una competici¨®n de esta magnitud.
La v¨ªspera hab¨ªa sido muy tensa. Sandra Myers se sent¨ªa mal. Floja, muy cansada. "No quise hablar con los periodistas porque estaba muy asustada", dijo ayer tras la carrera. Myers ten¨ªa la sensaci¨®n de que las dos primeras plazas estaban asignadas. Ser¨ªan para la francesa Perec y la alemana Breuer.Ellas librar¨ªan una batalla aparte. Sandra tendr¨ªa que buscar su suerte en otra guerra. Era el precio de una carrera como los 400 metros, una prueba que aniquila las energias. Las tres eliminatorias hab¨ªan dejado muy quebrada a Myers. Pero el deseo permanec¨ªa.
La cuesti¨®n era resistir el p¨¢nico. Myers es una atleta que estalla desde el primer metro. Se pelea con la pista y con las rivales. No especula. Pero en Tokio ten¨ªa la obligaci¨®n de controlarse. En la quinta calle no pod¨ªa guiarse por el ritmo de Perec o Breuer. Todo lo contrario. "Sab¨ªa que las iba a servir de liebre y no ten¨ªa ninguna duda de que me pasar¨ªan pronto", confes¨®. Desde la grada, la progresi¨®n tremenda de Mar¨ªa Jos¨¦ Perec y Grit Bretier parec¨ªa recortar cualquier posibilidad de Sandra Myers. Pero ella ten¨ªa raz¨®n. Actuaba como cebo para las favoritas.
Final decisivo
El gasto de energ¨ªa era decisivo. Si llegaba muy retrasada a la recta final, probablemente no tendr¨ªa el suplemento de gas para progresar. Delante, Olga Brizgina marchaba muy r¨¢pida. Tres a?os atr¨¢s hab¨ªa conquistado la victoria en los Juegos de Se¨²l con un registro inalcanzable para cualquiera de las mejores especialistas actuales: 48.27 segundos. Pero ahora es una atleta vulnerable. Tiene la clase, pero ya no es compacta. Myers cruz¨® los 200 primeros metros en quinta posici¨®n. Forz¨® el tranco en la curva y se dispuso para jugarse su. suerte en los cien metros decisivos.Brizgina estaba casi tres metros por delante. En ese momento, Myers se sobrepuso a sus dudas. Estaba en un momento irrepetible de su vida. Con 30 a?os, despu¨¦s de una carrera deportiva que la hab¨ªa llevado de una frustante experiencia en Estados Unidos -su pa¨ªs de origen-, Myers pod¨ªa y presentar a todos el triunfo de la voluntad.
En la v¨ªspera peris¨® que un cuarto o un quinto puesto eran suficientes. "No me hubiera sentido decepcionada en caso de conseguirlo. Me quedaban pocas fuerzas y era la primera en admitirlo", se?al¨®.
Fue entonces cuando sac¨® su vena guerrera. Siempre ha sido as¨ª, y no parec¨ªa normal que se dejara llevar por el conformismo en aquella situaci¨®n. Perec y Breuer eran inalcanzables. ?Y B rizgina? Myers pens¨® que no, que todav¨ªa estaba a tiro. La sovi¨¦tica hab¨ªa salido de la curva con ventaja, pero su cadencia no era buena. "Creo que todas est¨¢bamos muy tocadas. Hab¨ªa que pelear". Myers comenz¨® a recortar la diferencia. Fue una lucha angustiosa.
La caza fue extraordinariamente laboriosa. Myers corr¨ªa un tanto atrancada, crispada, pero su gesto reflejaba una enorrne determinaci¨®n. "?sta tiene que caer, me dije". S¨®lo acert¨® a alcanzarla en la pamilla de llegada, Faltaban apenas 10 metros, pero por fin hab¨ªa conseguido acabar con la resistencia psicol¨®gica de la sovi¨¦tica. Brizgina tendr¨ªa que ceder. Es la ley de los 400 metros: cuando te pasan en los ¨²ltimos metros has escrito literalmente tu epitafio.
Sandra Myers tir¨® con todo y se fue a por la l¨ªnea de llegada. S¨®lo fueron cuatro cent¨¦simas sobre la rocosa Brizgina: 49.78 frente a 49.82. Suficiente.
"Gan¨¦ por puro nervioso
Sandra declar¨® que su tercer puesto se hab¨ªa debido a su capacidad de combate. "Por puro nervio", dijo. La atleta confes¨® que hab¨ªa sentido mucho temor tras la sernifinal. Hab¨ªa ganado su serie, pero se sinti¨® impresionada por las carreras de Mar¨ªa Jos¨¦ Perec y Grit Breuer.Myers declar¨® que la carrera sigui¨® el curso previsto. "Sab¨ªa que Mar¨ªa Jos¨¦ Perec y Bretier me alcanzar¨ªan. Yo no ten¨ªa que luchar con ellas. Mi objetivo era conseguir el tercer puesto, aunque cualquier otro lo hubiera aceptado, a la vista del cansancio que sent¨ª".
Seg¨²n ella, el resultado de la prueba respetaba la jerarqu¨ªa mundial en la prueba de 400 metros lisos. Ha sido un resultado correcto. "En mi opini¨®n refleja la actual situaci¨®n de cada una de nosotras en este momento". Myers manifest¨® que en su pensamiento s¨®lo exist¨ªa la decisi¨®n de no agarrotarse. "Era una cuesti¨®n de mentalizaci¨®n. Deb¨ªa estar lo m¨¢s relajada posible".
Con respecto a la pugna que mantuvo con la sovi¨¦tica Brizgina, se?al¨® que en ning¨²n momento estuvo segura de poder cazarla. "Estuvimos ah¨ª las dos. Que s¨ª, que no. Pero yo estaba decidida a alcanzarla como fuera. Pens¨¦ que aunque yo me sintiera cansada todas las dem¨¢s deber¨ªan sentirse como yo. Era cuesti¨®n de no desistir. A fin de cuentas se trataba de mi ¨²ltima oportunidad. Y lo logr¨¦".
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