Krabbe se aprovech¨® del fallo de Ottey
Meriene Ottey fue humana en el momento menos propicio. Es la historia de su vida. Katrin Krabbe es de otra'pasta. Funciona como una m¨¢quina perfecta, siempre tan alemana. Era la final de 100 metros y nadie daba un chavo por Krabbe. La velocista jamaicana hab¨ªa ganado 56 carreras consecutivas. S¨®lo se hac¨ªan apuestas sobre el tama?o de su registro. 90.70% dijo Florence Grifflith en la grada. Nadie contaba con la tremenda eficacia de Krabbe y su evidente ascensi¨®n en las ¨²ltimas semanas. Y cuando son¨® el disparo, algo extra?o lleg¨® la sorpresa. No pod¨ªa acelerar, ni cambiar el ritmo. Estaba batida.
El glamour dominaba la carrera. Por un lado, los 100 metros es la prueba con may¨²sculas. Contesta a la primera pregunta del atletismo: ?Qui¨¦n es el m¨¢s r¨¢pido? Por la v¨ªa de las protagonistas estaban dos atletas que siempre tienen un ej¨¦rcito de fot¨®grafos a su alrededor. Y all¨ª se enfrentaban en una competici¨®n de alt¨ªsimo rango.Alguien le pregunt¨® por su desastrosa salida. "Muy mala", dijo Ottey. Medit¨® un instante y prosigui¨®: -Bueno, como siempre. Lo que pasa es que otras veces mis rivales no salen tan bien como hoy". Estaba encendida. Cruz¨® la meta y se dirigi¨® con una cara de perros a recoger su ropa. No dijo nada.
Krabbe contest¨® a la fragilidad piscol¨®gica de Ottey con una dem.ostraci¨®n marcial. Salt¨® rapid¨ªsima de los tacos y luego corri¨® con esa inusual mezcla de poder¨ªo y gracia. Directa, como un tiro. "No mir¨¦ ni a derecha ni a izquierda. No quer¨ªa pensar en nadie. Por eso no supe que hab¨ªa ganado hasta que vi la carrera en la pantalla gigante del estadio", declar¨®, la alemana.
Junto a ella, la estadounidense Gwen Torrence no cesaba de dar gritos de alegr¨ªa. Tambi¨¦n ella hab¨ªa derrotado a Ottey. Y lo hab¨ªan hecho en una gran carrera, con un viento terrible en contra, casi 3m/s de pared. Pese a todo, Krabbe marc¨® 10.99 segundos. Ottey, 11.06.
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