Los m¨¢s explotados

SARA GARCIA CALLE Es escuchimizado y no pod¨ªa ser de otra manera. El dinero que entra en su casa no da para grandes gastos en el hipermercado. Son diez bocas a alimentar, vestir, vivir. Son tres sueldos que juntos suman unas 90.000 pesetas. Los encargados de traer dinero a casa son la octogenaria abuela, que recibe una pensi¨®n m¨ªnima, el hermano mayor y ¨¦l, que aporta 15.000 pesetas todos los meses. El tiene 15 a?os y trabaja desde hace dos. Es uno de los casi 400.000 ni?os que trabajan en Espa?a sin haber cumplido la edad legal para hacerlo.

?l, que prefiere el anonimato, vive en una mediana capital de provincia con su madre, sus abuelos y sus seis hermanos. Su padre se march¨® de casa hace ya mucho tiempo. As¨ª que empez¨® a trabajar a los 13 a?os y siempre en unas condiciones que ponen los pelos de punta. Est¨¢ acostumbrado a aceptar trabajos que infringen todas las recomendaciones de la Organizaci¨®n Internacional de Trabajo (OIT) y la legislaci¨®n laboral espa?ola.Ha pasado por todos los trabajos t¨ªpicos donde aceptan menores: garages, bares, mercados... A pesar de su extenso curriculo profesional no gana m¨¢s de 15.000 pesetas al mes, en un universo de econom¨ªa sumergida que se extiende por todos los rincones donde est¨¢ presente la pobreza.

Seg¨²n Javier Sanz, secretario del departamento de juventud de CC 00, el sector servicios es donde m¨¢s se ocupa a estos chavales y en especial en la hosteler¨ªa, "sobre todo en verano y en la zona costera", a?ade. Pero los datos de? Ministerio de Trabajo reflejan que desde 1987 sus inspectores levantan menos actas de infracci¨®n en relaci¨®n con trabajo de menores o realizaci¨®n de horas extraordinarias por parte de chavales entre 16 y 18 a?os. Si en 1987 detectaron irregularidades en 1.244 inspecciones, el a?o pasado registraron 698 actas de infracci¨®n por los mismos motivos.

Tareas agr¨ªcolas

"Oficialmente no hay ni?os y ni?as trabajando", dice Juan Carlos Gonz¨¢lez responsable general de] movimiento juvenil de Acci¨®n Cat¨®lica, quien recuerda que en el mundo rural "los chavales no se incorporan a la escuela hasta noviembre porque tienen que trabajar en la vendimia o en la recolecci¨®n del pimiento, por ejemplo". Como una docena de chavalillos almerienses con edades comprendidas entre los 9 y los 13 a?os que, cuando acaban su jornada escolar, acuden a trabajar a los invernaderos donde se cultivan melones, sand¨ªas, pimientos o tornates.

En Espa?a hay m¨¢s de dos millones y medio de ni?os entre 12 y 15 a?os y de ellos, 285.000 trabajan, seg¨²n los datos que les facilit¨® la subdirecci¨®n general de planificaci¨®n y coordinaci¨®n del Ministerio de Trabajo y que se presentaron en un encuentro internacional sobre los ni?os trabajadores que, tuvo lugar en Brasil el a?o pasado. "Pero seg¨²n nuestros estudios y reflexiones, puede haber 400.000 ni?os / j¨®venes en estas condiciones en Espa?a" a?ade Gonz¨¢lez. A tenor de las cifras hechas p¨²blicas en estas jornadas, en el mundo hay 1.600 millones de ni?os entre 5 y 15 a?os, de los que 450 millones trabajan, principalmente en los barrios.

Pero esta situaci¨®n absolutamente ilegal, en muchos barrios se convierte en un mal menor al evitar que estos chavales est¨¦n en la calle. En uno de los barrios perif¨¦ricos de Madrid la mitad de los ni?os que acuden al colegio de EGB sufren fracaso escolar. All¨ª vive Jos¨¦ Antonio, que con 14 a?os trabaja de mec¨¢nico con su t¨ªo "sin cobrar ni un duro" porque su abuela le quiere sacar de la calle.

Seg¨²n la Cruz Roja el 32,6/,, de los menores de 16 a?os de los barrios marginales se dedican a la venta ambulante. La organizaci¨®n ha entrevistado a m¨¢s de 500 ni?os de Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla y Valencia, y seg¨²n la encuesta, un tercio de los chavales no han cumplido aun 10 a?os cuando se han puesto a trabajar, y otro tercio lo hace entre los 11 los 14 a?os.

Casi una cuarta parte de los ni?os que trabajan en mercadillos consiguen menos de 5,00 pesetas diarias y casi un 20'Yo consigue m¨¢s (le 2.000 pesetas al d¨ªa. A pesar de ser ellos los que: dan el callo, s¨®lo uno de cada diez se queda con todas sus ganancias. El 45,2Yo del resto de los chavales entrega ¨ªntegramente el salario a sus familias y ¨²nicamente el 16, 1 (Yo da s¨®lo una parte. M¨¢s de la mitad de los padres o tutores de estos ni?os consienten sin reparos que realicen estos trabajos callejeros y un 14,4%, simplemente, les obligan.

"Existen"

Perseguir este tipo de irregularidades era la preocupaci¨®n principal de la Inspecci¨®n de Trabajo cuando se cre¨® en 1906, pero seg¨²n esta instituci¨®n en la actualidad "desgraciadamente existen pero es una situaci¨®n marginal". Son detectados cuando su. sistema. de trabajo (las denuncias y planes programados) lo permite. Por lo que no pueden calcular el n¨²mero de personas a camino entre la ni?ez y la juventud que trabajan. En 1985 la Inspecci¨®n levant¨® 800 actas por valor de 38 millones de pesetas, en 1986 contabiliz¨® 1.085 actas que representaron 75 milliones en multas, en 1987 hicieron 1.244 inspecciones en las que se levantaron 726 actas por valor de casi 59 millones de pesetas.

En abril de 1988 entr¨® en vigor la Ley sobre infracciones y sanciones en el orden social que establece multas en el caso de encontrar menores de 16 a?os trabajando que van desde 500.001 pesetas a 15 millones dependiendo del grado de la infracci¨®n.