La socialdemocracia sueca parece abocada a la oposici¨®n tras las elecciones de hoy
Los suecos concurren hoy a las urnas para elegir a los 349 parlamentarios y a todas sus autoridades locales convencidos de que los comicios van a producir cambios importantes. Los sondeos auguran la derrota del Partido Socialdem¨®crata y la victoria de un heterog¨¦neo grupo de partidos de centro, derecha y extrema derecha integrado por conservadores, liberales, centristas, democristianos y neodem¨®cratas que no constituyen coalici¨®n electoral.
El concepto de bloques burgu¨¦s y socialista con que tradicionalmente se ha descrito la distribuci¨®n de las fuerzas pol¨ªticas en Suecia ha perdido ahora su raz¨®n de ser por dos motivos: por la diversidad de opiniones sobre cuestiones importantes existente entre los partidos que constituyen esa supuesta coalici¨®n y por el surgimiento de nuevas fuerzas que han roto el esquema y amenazan con romper tambi¨¦n la estabilidad parlamentaria.Esto es m¨¢s evidente por el lado de los partidos de centro-derecha, Conservador, Liberal y Centro, ya que ¨¦ste mantiene diferencias importantes en cuestiones tales como energ¨ªa, medio ambiente e impuestos, algunos de los temas que m¨¢s motivan a los suecos.
Dos nuevos partidos, el Dem¨®crata Cristiano y Nueva Democracia, ¨¦ste con menos de un a?o de vida, han venido a complicar a¨²n m¨¢s el panorama con un crecimiento espectacular a costa de los otros partidos del espectro burgu¨¦s. Esto significa que, si bien se ha producido, en t¨¦rminos generales, un deslizamiento del electorado hacia la derecha, no por ello han aumentado las posibilidades de que los partidos de este signo puedan formar un Gobierno estable.
El conde y el mayordomo
El Partido Dem¨®crata Cristiano, fundado en 1964, que nunca hab¨ªa logrado superar la barrera del 4% que da acceso al Parlamento, lo har¨¢ holgadamente esta vez, seg¨²n los sondeos. El mensaje sobre la moral, la defensa de la familia y los valores tradicionales propagado por su l¨ªder, Alf Svensson, con verbo de predicador parece haber encontrado buen eco en las generaciones mayores del pa¨ªs.
Pero el fen¨®meno m¨¢s novedoso y significativo de los cambios de mentalidad operados en el electorado es el de Nueva Democracia. Creado a finales de 1990 por Bert Karlsson, un editor de m¨²sica popular moderna y propietario de un parque de atracciones, e Ian Wachtmeister, perteneciente a una familia de la nobleza sueca, el nuevo partido tiene asegurada, seg¨²n las encuestas, la llegada al Parlamento, donde podr¨ªa verse convertido en partido-bisagra.
Las apariciones en p¨²blico de ambos l¨ªderes -que el ingenio popular ha bautizado con la denominaci¨®n de el conde y el mayordomo - tienen m¨¢s de espect¨¢culo que de mitin. Pero su mensaje populista te?ido de racismo y en favor del recorte de los impuestos parece refelejar el sentir de algunas capas de la sociedad.
En el campo socialista, el panorama no es m¨¢s alentador. Los socialdem¨®cratas, que obtuvieron el 43,7% de los sufragios en las elecciones de 1988, han perdido casi un 10% de apoyo, aunque en las ¨²ltimas semanas han recuperado algo. El ex Partido Comunista: (ahora Partido de Izquierda), que siempre colabor¨® en el Parlamento con los socialdem¨®cratas, y el Partido del Medio Ambiente (Verdes) luchan por seguir en el Parlamento.
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