Palabras y paz

Ayer, Bush proclam¨® en la ONU una nueva visi¨®n de la historia, pero las viejas realidades permanecen. La paz en Oriente Pr¨®ximo pende de un equilibrio m¨²ltiple que va desde Argel hasta Nueva York, y sus propias palabras deben ponerse en la balanza. Sus observaciones se dirig¨ªan a la conferencia de paz de Oriente Pr¨®ximo, el premio diplom¨¢tico que se nos ofreci¨® despu¨¦s de la guerra del Golfo. Pero ayer el asunto de la guerra ten¨ªa a¨²n gran importancia. Bush evit¨® medidas espec¨ªficas al advertir que EE UU "no puede llegar a un compromiso en este momento" con Sadam Husein. Las amenazas militares forman parte de un juego tenebroso de tretas y faroles entre Bagdad y Washington. En parte, EE UU exagera el tema de la desobediencia de Irak, con el fin de abrir el camino a un ataque m¨¢s directo contra Sadam. Al exhortar a trabajar por "un Gobierno justo en Irak", Bush parece aludir a una pr¨®xima y espec¨ªfica empresa. ( ... )S¨®lo podemos estar seguros de una cosa: un nuevo conflicto armado en el Golfo estropear¨ªa cualquier posibilidad de celebrar la conferencia en un periodo de tiempo razopable antes de la celebraci¨®n de elecciones en EE UU e Israel. ( ... ) La declaraci¨®n de Bush pidiendo la anulaci¨®n de la resoluci¨®n de la ONU de 1975 sobre el sionismo puede debilitar la colaboraci¨®n con la OLP.(...) En vez de volverse contra la historia, la paz ahora requiere continuar con las negociaciones, en paz.

24 de septiembre