El lat¨ªn imperial

Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo se jubila este curso como catedr¨¢tico de la Universidad Complutense. Por supuesto que se trata de la jubilaci¨®n m¨¢s simb¨®lica que se recuerda en los anales, porque nadie como Garc¨ªa Calvo para seguir dando guerra y docencia peripat¨¦tica en caf¨¦s y radios.Atento a los acontecimientos de ¨²ltima hora, Garc¨ªa Calvo no pierde nunca de vista el referente ling¨¹¨ªstico que explica, en profundidad, lo que est¨¢ ocurriendo. Su reflexi¨®n sobre c¨®mo ¨¦l, que siempre ha abogado por, un habla indomesticable del pueblo en oposici¨®n al lenguaje del poder, ha dedicado gran parte de su vida intelectual al lat¨ªn, sugiere una provechosa lectura del presente.

"Yo soy fil¨®logo antes a¨²n que gram¨¢tico", dice Garc¨ªa Calvo. "La verdad es que siempre me dediqu¨¦ al lat¨ªn que la gente llana hablaba; me interes¨¦ por el lat¨ªn arcaico. El lat¨ªn imperial lo he estudiado tambi¨¦n porque me parece un ejemplo perfecto de c¨®mo el poder puede extender su lenguaje mediante la milicia, la escuela y la administraci¨®n. El lat¨ªn nos ense?a que el poder no puede hacer nada en los resortes profundos de la lengua, que es del pueblo".

El autor del Manifiesto de la Comuna Antinacionalista de Zamora se manifiesta con guasa, sobre la aprobaci¨®n por el Congreso de los Diputados del cambio oficial de los nombres de Gerona y L¨¦rida por Girona y Lleida: "Los hombres propios no son la lengua. En los nacionalismos y en su exacerbaci¨®n ling¨¹¨ªstica, hay una profunda ignorancia".