Lo que est¨¢ pasando
"Con el presente vivimos en lucha, y no nos queda, de ordinario, serenidad para contemplarlo y entenderlo. Baste recordar que el presente se compone de nosotros y de nuestros enemigos, y no es cosa de que mientras luchamos con ellos se nos pida que les demos su parte de raz¨®n, que los entendamos". La cita es de Ortega y Gasset; el subrayado es m¨ªo. Yo veo en la palabra de nuestro fil¨®sofo, que tanto ense?¨® de pol¨ªtica, de vida y de historia, una forma de decir lo que es realidad evidente e incomprendida en ¨¢mbitos relacionados con la pol¨ªtica, con el hacer diario de los pueblos, con el presente al fin, que es el brote germinal de la historia. Esa realidad evidente es la dificultad inherente al saber lo que en la actividad social, en la vida, en la historia, est¨¢ pasando. Saber, claro es, lo que se dice saber, es decir, un conocimiento completo suficiente de la entidad de los efectos que aparecen, que se ven, de los que se dice que est¨¢n pasando, pero tambi¨¦n un percibir con buena luz, un deducir con relativa l¨®gica las posibles causas de aquellos efectos aparentes, los factibles or¨ªgenes del acontecer que se aprecia, las razones que justifican los hechos que llenan. el presente y que ya est¨¢n haciendo la historia... Ese saber lo que est¨¢ pasando ha sido siempre dif¨ªcil, pero crece su dificultad en esos momentos hist¨®ricos o ¨¦pocas activas que se caracterizan por ser fases de la historia en las que bien parece no estar pasando nada o bien da la impresi¨®n de que est¨¢n ocurriendo cosas importantes y trascendentes. Acaso sea porque, cuando parece no pasar nada, est¨¢ en gestaci¨®n algo de consecuencias graves, y porque, cuando lo que se exterioriza es algo que se asemeja a lo revolucionario, es que lo que est¨¢ aconteciendo es hacer hist¨®rico envuelto en ruido intenso pero de pocas nueces... Pues bien, lo precedente viene a saz¨®n porque, seg¨²n dicen los que parecen pensar en esas cosas, est¨¢ el mundo de hoy viviendo experiencias asombrosas que ayer eran incre¨ªbles y se ten¨ªan por imposibles, y est¨¢n pasando en ¨¦l y sobre ¨¦l, cosas de incidencia fuerte y de influencia acusada en el presente y sin duda en el futuro, en el algo alejado incluso.Todo proviene de Rusia, porque tuvo su origen en el genio de un ruso. Gorbachov llega a mandar en la URSS, y una vez asentado en el poder toma la iniciativa para cambiar radicalmente el mundo. S¨ª; creo que cambiar de modo radical el mundo es lo que est¨¢ haciendo Gorbachov desde que propuso a Occidente hablar de desarme en Europa, cuando la guerra fr¨ªa estaba a¨²n en plena efervescencia. Se dieron pasos en ese sentido y se sent¨® as¨ª el principio. Poco despu¨¦s advino lo realmente positivo. La perestroika. Consist¨ªa en que la URSS decidi¨® cambiarse a s¨ª misma. Vista la escena con los cinco o seis a?os que van de entonces ac¨¢ parece confirmarse la opini¨®n que produjo en algunos la iniciativa de Gorbachov: la URSS dio la impresi¨®n de querer proclamar a todo viento hist¨®rico que lo ocurrido en Rusia en 1917 y quese subray¨® en 1945 -la guerra fr¨ªa- no ten¨ªa sentido alguno apreciado con cristales de pol¨ªtica internacional traducida en realidades de historia universal.
Las razones verdaderas del cambio de la URSS a iniciativa de Gorbachov las sabr¨¢n acaso ¨¦l y algunos otros rusos, pero no creo que se sepan en Occidente a¨²n. Aqu¨ª se achacaron las causas de la iniciativa rusa a fracasos alarmantes en lo econ¨®mico, y algo de eso parece admitir el l¨ªder sovi¨¦tico, pero, aun siendo causa o raz¨®n importante, no debi¨® de ser la causa o raz¨®n fundamental del cambio deseado... Pudo sentirse desde el principio que la raz¨®n Posible de lo que pasa tiene ra¨ªces hist¨®ricas. No es que sea ella en s¨ª y con absolutismo raz¨®n hist¨®rica, pero s¨ª lo es en la relatividad que su entorno presta al caso. Lo que ahora ha cambiado ya empez¨® en 1917 con la revoluci¨®n rusa, en plena guerra europea, que asent¨® en el trono de los zares al comunismo pujante inspirado en Marx y en Engels. La raz¨®n de lo que pasa en este crucial y decisivo momento hist¨®rico tiene que ver, pues, con el comunismo de 1917, est¨¢ en ¨¦l, procede de ¨¦l, arraiga en ¨¦l. El comunismo, en cuanto sistema econ¨®mico socialista ante todo, pero como sistema pol¨ªtico de inmediato y al mismo nivel, triunf¨® nominalmente ya en 1917 y coment¨® su victoria en 1945, tras otra gran guerra europea, y prob¨® a partir de entonces su eficacia, tanto en lo econ¨®mico como, principalmente acaso, en lo pol¨ªtico. Porque ahora se habla de fracaso econ¨®mico, pero ?est¨¢ econ¨®micamente fracasada una primera potencia como la URSS, que se equipar¨® en fuerza y en eficacia militar con Estados Unidos en el 71 y que adelant¨® a ¨¦sta en la conquista, del espacio ...? Occidente, en efecto, est¨¢ subrayando el quebranto econ¨®mico sovi¨¦tico, que para lo occidental en pensamiento es la raz¨®n de la perestroika y la justificaci¨®n del deseo ruso de aceptar e implantar en la URSS la econom¨ªa de mercado, e incluso el propio dirigente sovi¨¦tico est¨¢ dando pasos hacia Occidente en pos de ayuda de ese orden econ¨®mico en sus aspectos financieros y de asesoramiento, pero ?es en verdad la causa de todo?
Nadie habla de la ra¨ªz ideol¨®gica de la seria crisis que en activo est¨¢ y que se est¨¢ intentando resolver a s¨ª misma. Y todo parece proceder de un haberse alguien cuestionado el ser y la esencia del comunismo en s¨ª en cuanto fundamento de lo pol¨ªtico primero y, consecuentemente, de lo econ¨®mico. Al preguntarse qu¨¦ es el comunismo como cimiento de todo lo nuestro parece haberse respondido aquel alguien que no es m¨¢s que una apariencia desprovista de consistencia real, sin gravedad intr¨ªnseca suficiente como para hundirse en el suelo de lo pol¨ªtico y de lo hist¨®rico y servir de basamento firme a la erecci¨®n segura de un robusto edificio pol¨ªtico; algo as¨ª como una pompa de jab¨®n que, antes de que se desvanezca estallando, conviene que sea sometida a la prueba de ver si resulta posible rellenarla con puntales de resistencia eficaz... Aquel alguien ingenioso de sugestiones cartesianas no es otro, una vez m¨¢s, que Mija¨ªl Gorbachov.
Y tal vez sea -lo del fracaso, al fin, del comunismo- porque lo de 1917 fue al cabo una revoluci¨®n, y, en la historia, todas las revoluciones acaban desvaneci¨¦ndose... Si el comunismo ha sido una revoluci¨®n fracasada, es preciso reconocer que ha durado bastante, y claramente m¨¢s que sus predecesoras, que empezaron en 1789. Lo que no es posible predecir es si la evanescencia del comunismo, el tr¨¢nsito pr¨¢ctico de lo revolucionario a lo burgu¨¦s con una u otra ropa va a hacerse sin de,masiados forzamientos. Porque las conmociones no faltan ya ni han de faltar. Ya se han visto algunas, y otras est¨¢n entrando en escena hoy mismo: lo del muro de Berl¨ªn; la reunificaci¨®n de Alemania; las prematuras pretendidas secesiones de algunas rep¨²blicas sovi¨¦ticas, hoy realidad ya; lo de los Balcanes; el golpe de Estado de agosto en Mosc¨²; las dudas y recelos europeos ante la decisiva cuesti¨®n de la unidad de Europa misma; los desconciertos de los estrategas; el no saber qu¨¦ hacer de muchas naciones... Hasta los rid¨ªculos e insensatos nacionalismos independientes que cacarean entre nosotros mismos.
Por otro la:do queda la cuesti¨®n de la oportunidad. ?Por qu¨¦ ha sido la perestroika ahora en el 85 o en el 87- y no un -decenio antes o uno despu¨¦s? No es que el problema econ¨®mico sovi¨¦tico haya aparecido repentinamente; es que ha sido la pol¨ªtica de un hombre con la aprobaci¨®n de la mayor¨ªa de los influyentes de la URSS lo que ha decidido el cambio. El ingenio de Gorbachov, aplicado a las "relaciones entre hombres en cuanto seres vivientes en sociedad", es el m¨®vil de todo, eso que es lo que ha descubierto que era artificio, y vac¨ªo adem¨¢s, todo lo derivado del estalinismo de 1945. Esa pol¨ªtica de Gorbachov convenci¨® primero a los propios sovi¨¦ticos -pese a los inmovilistas de siempre, que han recurrido al golpe fracasado- y as¨ª qued¨® preparada para ser llevada a lo exterior, a las relaciones con Occidente. Y lo que debi¨® de ver Gorbachov al aplicar su ingenio a las relaciones aqu¨¦llas es que la URSS no hab¨ªa tenido idea pol¨ªtica -o no la ten¨ªa muy clara- que dinamizara con inteligencia debida su maniobra de ese orden: su maniobra pol¨ªtica... Lo curioso es que en el ¨¢mbito estrat¨¦gico s¨ª deb¨ªa haber visto claro el ingenio sovi¨¦tico desde Stalin, ingenio ahora procedente de los estrategas rusos. La idea estrat¨¦gica sovi¨¦tica movi¨® h¨¢bilmente a su maniobra estrat¨¦gica e hizo a tiempo de la URSS una potencia hegern¨®nica en lo b¨¦lico y aparentemente en lo pol¨ªtico. Gorbachov ha debido de darse cuenta perfecta de esa apariencia de desequilibrio entre lo pol¨ªtico y lo estrat¨¦gico de la URSS desde hace unos 40 a?os... Tal vez ese desequilibrio, ese no haber sido capaces de navegar en lo pol¨ªtico y en lo estrat¨¦gico en la adecuada l¨ªnea de frente, fuera lo que hizo degenerar hasta extremos alarmantes lo econ¨®mico de la URSS.
Porque en todo lo que est¨¢ pasando, para que pase con naturalidad y cordura, ha de darse el equilibrio debido. Tal vez sea porque lo que est¨¢ pasando resulta ser en todo tiempo semilla de la historia, de ese hacer peculiar -de ese hacer de ingeniocuyos haceres principales son la pol¨ªtica y la estrategia. Si el hacer de estos dos importantes impulsos,resulta deformado en exceso por falta franca de eq¨²ilibrio entre ellos o por exagerado desfasaje en su andar relativo, nada de antinatural habr¨¢ en el l¨®gico efecto de que la historia surja defectuosa y de que, por tanto, como tantas veces ha quedado registrado ya en el universal hacer humano y parece haber ocurrido en la URSS de estos ¨²ltimos 70 a?os, haya que enmendar de alg¨²n modo lo torcido, porque se convierte a las claras ya en un fuerte impedimento de progreso... Es lo que ha provocado muchas de las revoluciones de la historia y lo que parece haber motivado la perestroika de Gorbachov. ?ste, ahora, quiere enmendar, rectificar, y eso es lo que... est¨¢ pasando.
Pero tambi¨¦n est¨¢ pasando lo que hacen los otros, con sus haceres de ingenio correspondientes, como consecuencia refleja de la iniciativa sovi¨¦tica, ya que lo que pasa lleva en su din¨¢mica, en cuanto idea o maniobra, el sello claro de la iniciativa de Gorbachov. Occidente en esta hora va a remolque de lo ruso. El tir¨®n puede llegar a desequilibrar el par decisivo del hacer occidental, es decir, de su andar navegando en bien f¨®rmada l¨ªnea de frente la pol¨ªtica y la estrategia occidentales..., suponiendo que existieran y existan en cuanto tales y no resulten ser, como por desgracia parece, la pol¨ªtica y la estrategia de los poderosos Estados Unidos de Am¨¦rica.
Lo que verdaderamente est¨¢ pasando es muy dif¨ªcil de saber. Se est¨¢ empezando ahora a saber lo que pas¨¦ en Europa y en el mundo en 1918 y en 1945. Se est¨¢ viendo que lo que pas¨® no pas¨® bien o que, al menos, hubiera sido mejor que pasara de otro modo. Europa -tal vez s¨®lo esta Europa nuestra- est¨¢ t¨ªmidamente diciendo, queriendo decir, que hay que enmendar aquello y otras cosas... Habr¨¢ que ver si alguien oye su voz.
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