De Bilbao

Tengo 16 a?os, y aunque soy todav¨ªa un mico, hay temas de la sociedad que por ser de donde soy me afectan directamente, y m¨¢s en verano, ¨¦poca que paso fuera de mi lugar de origen. Concretamente, veraneo en Torrevieja, un pueblo que re¨²ne a un gran n¨²mero de turistas y veraneantes que disfrutan tost¨¢ndose felizmente al sol, o caminando de la mano por el paseo mar¨ªtimo, o, simplemente, del encanto del Mediterr¨¢neo. Encanto que tambi¨¦n se deja sentir en las noches torrevejenses cuando los j¨®venes y menos j¨®venes salen en sus trajes de guerra a batallar. Y es ahora cuando yo intervengo.Soy de Bilbao. En el momento en que delatas tu nacionalidad comienzan los chistes de mal gusto: "?No ser¨¢s etarra?", "en vez de dar literatura espa?ola, dar¨¢s literatura vasca", "?qu¨¦ haces t¨² fuera de tu pa¨ªs?", "cuando me escribas, no me mandes una carta bomba", "Bilbao ya s¨¦ por d¨®nde cae, sale mucho en el telediario cuando hay atentados"... y un largo rosario de gracias similares.

La verdad es que me sorprende la incultura y la falta de madurez de cierta gente que te mira por encima del hombro y con la que no se puede hablar ni intercambiar puntos de vista. Indignada, yo me pregunto si los vascos, por el hecho de serlo, tenemos que resignamos a aguantar estas bienvenidas y a quienes las dicen, o marginarnos en grupillos a la espera de que esa gente quiera prestar atenci¨®n a lo que podaraos contarles, no ya como vascos, sino como personas que somos.

Me gusta conocer caras nuevas de diferentes lugares, y no me importa re¨ªrme con ellos de nuestros acentos, gestos, o de alguna que otra costumbre local.

Me interesan los temas pol¨ªticos cuando se discuten entre amigos. Pero a quienes recurren al chistecillo o a tan torpes asociaciones, quiz¨¢ para disimular su propia incapacidad, no los puedo llamar amigos ni en broma.-