La OEA impone un embargo comercial a Hait¨ª
La Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) decidi¨® anteayer establecer un embargo comercial contra la junta que se hizo con el poder en Hait¨ª y congelar los activos de este pa¨ªs en el territorio de sus Estados miembros. El documento adoptado por la organizaci¨®n establece como ¨²nica excepci¨®n al embargo la ayuda "de car¨¢cter humanitario", que ser¨¢ canalizada s¨®lo a trav¨¦s de organismos internacionales. La OEA reitera que no reconocer¨¢ a la junta, a la vez que establece la creaci¨®n de una "misi¨®n de car¨¢cter civil para el restablecimiento de la democracia en Hait¨ª".
La OEA adopt¨® esta decisi¨®n poco despu¨¦s de la entronizaci¨®n en Puerto Pr¨ªncipe de un "presidente provisional" a las ¨®rdenes de la junta. Se trata del juez m¨¢s antiguo de la Corte de Casaci¨®n, Joseph Nerette, de 67 a?os, quien jur¨® su cargo el martes ante la Asamblea Nacional y prometi¨® en su primer discurso "respetar las reglas de la Constituci¨®n y el juego democr¨¢tico de las instituciones".Un n¨²mero de algo m¨¢s del 60% de diputados y senadores presentes aprob¨® la destituci¨®n del Gobierno del derrocado presidente, Jean Bertrand Aristide, e invoc¨® el art¨ªculo 149 de la Constituci¨®n, que prev¨¦ la situaci¨®n de "vacancia de la presidencia de la rep¨²blica, por la causa que sea", para designar a Nerette como presidente provisional de Hait¨ª. Seg¨²n el mencionado art¨ªculo, el nuevo presidente deber¨¢ convocar nuevas elecciones entre el pr¨®ximo 15 de noviembre y el 30 de diciembre.
El Parlamento intent¨® as¨ª legalizar, con una especie de chapuza constitucional, la intervenci¨®n militar del 30 de septiembre. En una incre¨ªble ceremonia de haraquiri pol¨ªtico, los elegidos por el pueblo consumaron la destituci¨®n del Gobierno de Aristide en nombre de "la obligaci¨®n patri¨®tica y moral de preservar los intereses de la rep¨²blica". Con este precedente queda abierta la puerta para que, en cualquier momento, los militares puedan intervenir e impedir que el presidente y el Gobierno elegido democr¨¢ticamente cumplan sus funciones.
Las votaciones del martes no se celebraron bajo la coacci¨®n de soldados que disparaban al aire o vociferaban en el interior del recinto parlamentario en contra del regreso del presidente depuesto, como hab¨ªa ocurrido el lunes. En esta ocasi¨®n todo tuvo un desarrollo solemne. Bajo la l¨¢pida que lleva escrita el acta de la independencia de Hait¨ª, encabezada con las palabras "Libertad o muerte", se comprob¨® la presencia de la mayor¨ªa de los miembros de la Asamblea y se inici¨® el procedimiento. Cuando la Asamblea llevaba 35 minutos de reuni¨®n, lleg¨®, entre chirridos de frenos que se escucharon en el interior del recinto, el hombre fuerte de Hait¨ª, el general Raoul C¨¦dras, acompa?ado de seis coroneles. Un tibio aplauso de parte de los parlamentarios acompa?¨® la entrada en la Asamblea del general, que se sent¨® y se mantuvo casi todo el tiempo con la mirada baja y las manos entrelazadas. La presencia en la sala de los siete militares no dejaba lugar a dudas de qui¨¦nes son los due?os de la situaci¨®n en Hait¨ª.
Se decidi¨® entonces acudir en busca del nuevo presidente, quien lleg¨® un cuarto de hora m¨¢s tarde. Sigui¨® el discurso del presidente de la Asamblea, quien alab¨® la sabidur¨ªa, sagacidad y experiencia del juez Nerette, se refiri¨® a que Aristide "abandon¨® el poder para tomar un avi¨®n en direcci¨®n a Caracas" e invoc¨® repetidas veces la "responsabilidad patri¨®tica y moral".
Despu¨¦s de jurar su cargo, el nuevo presidente, en un breve discurso, no mencion¨® ni una sola vez al derrocado presidente, y declar¨® no haber sido jam¨¢s un hombre pol¨ªtico. Con plural mayest¨¢tico concluy¨® Nerette que, ante la grave crisis constitucional, "con esp¨ªritu de sacrificio hemos respondido al llamamiento de la patria".
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