El Papa inicia un largo viaje por el Brasil de la pobreza
ENVIADO ESPECIALEl Papa lleg¨® en la noche de ayer a Natal, capital de R¨ªo Grande del Norte, en la costa noreste brasile?a, para iniciar un periplo de m¨¢s de 8.000 kil¨®metros, durante los pr¨®ximos nueve d¨ªas, por algunas de las localidades m¨¢s pobres de este Brasil azotado por la crisis econ¨®mica.
El viaje, que hace el n¨²mero 53 de los realizados por Juan Pablo II, representa su 11? visita a Am¨¦rica Latina y la segunda a Brasil, con un par¨¦ntesis de 11 a?os, en los que el pa¨ªs pas¨® de la dictadura a la democracia.
Las pol¨ªticas econ¨®micas aplicadas por el Gobierno durante este tr¨¢nsito, al dictado del Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el marco de una deuda exterior de 120.000 millones de d¨®lares, que empez¨® a acurnularse en tiempos de la dictadura, han puesto bajo m¨ªnimos a este pa¨ªs de m¨¢s de 150 millones de habitantes. Seg¨²n un informe presentado a la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam), s¨®lo un 30% de los brasile?os supera el sueldo de 120 d¨®lares . mensuales; 40 millones de ellos padecen un hambre end¨¦mica; un 10% de la poblaci¨®n acapara el 53% de la renta naelonal, mientras que al 20% m¨¢s pobre s¨®lo le corresponde el 0,6% en el reparto; 10 millones de ninos viven abandonados en las ciudades, expuestos incluso a los traficantes de ¨®rganos vitales, y miles de campesinos sufren la violencia de los terratenientes.
El papa Wojtyla, que har¨¢ tres saltos por el empobrecido interior de Brasil, tocando el l¨ªmite del Amazonas por el Mato Grosso, aludi¨® levemente a esta situaci¨®n en el discurso que pronunc¨ª¨® anoche a su llegada a Natal, cuando dijo querer prornover en Brasil "la justicia y la equidad, a trav¨¦s del derecho a la vida, en todos sus aspectos".
Si la visita de 1980 concluy¨® en un clima de asperezas entre el Papa y el general Jo¨¢o Baptista Figuereido, el dictador brasile?o del momento, no es probable que esa circunstancia se d¨¦ ahora con Fernando Collor de Mello, primer presidente electo directamente, cuya pol¨ªtica econ¨®mica ha sido tachada de inconstitucional por el cardenal brasile?o progresista Evaristo Arns.
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