Un moderado optimismo
Las condiciones econ¨®micas en Espa?a depender¨¢n, en cierta medida, de la fuerza o debilidad de la econom¨ªa estadounidense. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n actual de Estados Unidos?S¨ª, la recesi¨®n estadounidense de 1990-1991 acab¨® la pasada primavera. Eso significa que aumentar¨¢ el empleo y el PNB real en los pr¨®ximos 18 meses. EEUU constituir¨¢ una fuerza dentro de la econom¨ªa mundial que contribuir¨¢ a la expansi¨®n, como Canad¨¢ ya lo ha notado sin duda alguna. .
?Es esto seguro? Nada es totalmente seguro en la inexacta ciencia de la econom¨ªa.
Vamos a plantearlo de otra forma: ?las probabilidades que existen en contra de que contin¨²e la recesi¨®n en el oto?o son igual de fuertes hoy como lo fueran en pasadas ocasiones al llegar a este punto crucial de cambio de recesi¨®n a expansi¨®n?
No. Debo admitir que todav¨ªa existe un 25% de probabilidades de que haya un doble fondo: el mismo esquema que vimos en 1932 cuando aparentemente hab¨ªa acabado la Gran Depresi¨®n, pero esa falsa recuperaci¨®n fracas¨® y el verdadero fondo no apareci¨® hasta 1933.
?Por qu¨¦ esta vacilaci¨®n actual? ?Por qu¨¦ es mayor que la de la ¨²ltima vez, a principios de 1983, cuando la recuperaci¨®n Paul Volck1er estaba en sus comienzos?
Yo distingo dos razones: una, inevitable; la otra, el riesgo innecesario resultante de la paranoia antiinflacionaria de la Reserva Federal.
Inevitablemente, una recesi¨®n corta y suave produce en una econom¨ªa una fuerza de respuesta por debajo de la media natural. Cuando el inventario se ha mantenido magro, cuando los precios de la bolsa se han sostenido bien, cuando los inventarios de equipamiento y f¨¢bricas no se han visto agotados por una larga sequ¨ªa en gastos de inversi¨®n. Entonces, uno debe apostar en contra del acostumbrado 6% de ¨ªndice de crecimiento inicial para la recuperaci¨®n.
Obviamente, debido a una simple cuesti¨®n de aritm¨¦tica, entre una recuperaci¨®n an¨¦mica y una exuberante es m¨¢s f¨¢cil que sea la primera la que revierta en una recesi¨®n continua.
Riesgos de crisis
Muy bien. Pero a la gente de negocios de la calle Principal de Norteam¨¦rica, Europa y Asia, le interesan los resultados y no el academicismo de la historia econ¨®mica. "?C¨®mo pueden contenerse los riesgos de una debilidad econ¨®mica mundial?". Eso es lo que quieren saber.
Esto nos lleva directamente a la Reserva Federal, nuestro Banco Central. Tradicionalmente, se inclina contra el viento de la recesi¨®n.
?Un bonito cuento napole¨®nico? No, simplemente sentido com¨²n por parte de William McChesney Martin Jr., a principios de 1954 y otra vez en 1958. Lo mismo por parte del presidente del Fed Arthur Burns en 1974. Al no ser m¨¢s que seres humanos, los banqueros centrales pueden cometer. errores en la coordinaci¨®n e intensidad de la acci¨®n. Pero un reestreno de la econometr¨ªa de la historia demuestra que la pol¨ªtica monetaria constituye la herramienta principal que tiene la econom¨ªa para una estabilizaci¨®n macroecon¨®mica: en 11 recesiones o cuasi-recesiones desde la II Guerra Mundia, las reacciones del Fed han sido favorables en ocho ocasiones. ?No est¨¢ nada mal!
?Por qu¨¦ ser, entonces, aprensivos respecto a la recuperaci¨®n 1991-1992? Hay, desde 1989, una peque?a pero resuelta minor¨ªa de la burocracia del Fed se ha opuesto a las pol¨ªticas de estabilizaci¨®n de producci¨®n y empleo intermedios.
Estabilizaci¨®n del nivel de precios para 1995. Ese es su solo y ¨²nico objetivo. Si el alcanzarlo supone dos millones de desempleados m¨¢s, ellos opinan que no se puede hacer tortilla sin romper alguna que otra c¨¢scara de huevo.
?Qu¨¦ c¨¢scaras de huevos? ?Y qui¨¦n le dio a ciudadanos particulares que ocupan puestos bien remuneraods en sucursales del Banco de la Reserva Federal, la autoridad independiente de decidir cu¨¢ntas c¨¢scaras de huevos de la calle Principal deben sacrificarse en la Cruzada a favor de la estabilizaci¨®n moment¨¢nea del ¨ªndice de precios?
Aqu¨¦llos que conocen la historia y tradiciones de nuestra Reserva Federal saben que ha gozado de libertad en la toma cotidiana de decisiones, pero que siempre ha operado bajo la vigilancia del Congreso y de la Casa Blanca. Al igual que la reina Victoria y a diferencia del kaiser Wilhelm, el Fed reina porque no gobierna autom¨¢ticamente.
Perm¨ªtanme resumir el estado actual de la econom¨ªa mundial.
1. Estados Unidos y el mundo est¨¢n preparados para un cambio favorable. Las recesiones en Canad¨¢, Gran Breta?a, Australia y Estados Unidos est¨¢n cediendo el paso a la recuperaci¨®n. Jap¨®n est¨¢ fuerte a pesar de los tejemanejes y enga?os financieros. S¨®lo Alemania vacila como consecuencia de los profundos problemas de la unificaci¨®n con Alemania del Este, pero todav¨ªa se encuentra c¨®modamente ajena a una recesi¨®n completa.
2. Las dudas y vacilaciones respecto a la recuperaci¨®n de Estados Unidos son de poca importancia, y ser¨ªan insignificantes si no fuese por un justificado temor a que la pol¨ªtica de la Reserva Federal renuncie a su funci¨®n de asegurar que la recuperaci¨®n no fracase.
3. La presi¨®n de los dos partidos pol¨ªticos para hacer retornar la pol¨ªtica de.. la Reserva Federal a la corriente principal de los valores estadounidenses puede ser suficiente para reducir las dudas y vacilaciones innecesarias. Entonces, despu¨¦s de que el cambio est¨¦ bien establecido y con una fuerza considerable, la interminable tarea de contener la inflaci¨®n volver¨¢ a situarse en el primer puesto del orden del d¨ªa del Fed, igual que lo hiciese en 1984 y 1985 en aquellas buenas ¨¦pocas del presidente Paul Volcker.
Los observadores en Espa?a, Italia, Jap¨®n, Corea y otros lugares pueden considerar con moderado optimismo los proyectos econ¨®micos para estos pr¨®ximos doce meses.
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