"No permanecer indiferente"
La dedicaci¨®n pol¨ªtica de Aung .San Suu Kyi, casada en 1972 con el acad¨¦mico brit¨¢nico Michael Aris, entronca con una tradici¨®n familiar nacionalista. Su padre, Aung San, h¨¦roe nacional, asesinado junto a su esposa en 1947 cuando contaba 32 a?os, dirigi¨® la insurrecci¨®n independentista contra el Reino Unido y ha sido otra de las referencias de la militante detenida. "Como mi padre, no puedo permanecer indiferente ante lo que est¨¢ ocurriendo en el pa¨ªs", declar¨® en una de sus primeras comparecencias p¨²blicas poco antes de que los militares desalojasen en 1988 las calles de la naci¨®n a bayonetazos y encarcelasen y matasen a miles de personas. La tortura en Myanmar es com¨²n, seg¨²n un informe de Amnist¨ªa Internacional.Mujer de reconocido valor, con estudios en Londres y Nueva York, se neg¨® a detener una marcha de protesta cuando una patrulla amenaz¨® con disparar a matar si no lo hac¨ªa. Los soldados dispararon intimidatoriamente, pero Aung San Suu Kyi prosigui¨® la marcha que poco despu¨¦s la llevar¨ªa al primer arresto domiciliario y a una huelga de hambre de 12 d¨ªas. "El miedo es lo normal en la vida ¨¢larla en un sistema que niega la existencia de los derechos humanos m¨¢s fundamentales", escribi¨® este a?o desde su domicilio. All¨ª ha decidido permanecer, en una ininterrumpida reclamaci¨®n de respeto y libertad, pese al ofrecimiento de liberaci¨®n si abandona el pa¨ªs. "Est¨¢ bajo arresto por razones de seguridad", dice el embajador de Myamnar en Bangkok, Nyunt Swe. "En Myanmar hay 40 millones de personas y no todas son como Aung San Suu Kyi".
M¨¢s informaci¨®n en la ¨²ltima p¨¢gina
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.