"Europa ser¨¢ un continente multirracial"
La primera vez que Kofi Yamgnane ocup¨® las p¨¢ginas de todos los peri¨®dicos europeos fue hace tres a?os, cuando cre¨® un consejo de ancianos en la aldea de la regi¨®n bretona de la que acababa de ser nombrado alcalde. La segunda fue el pasado mes de mayo, al ser nombrado secretario de Estado para la Integraci¨®n franc¨¦s. Campechano y corpulento, este ingeniero nacido hace 46 a?os en la selva de Togo est¨¢ convencido de que su caso -un negro con rango de ministro- no ser¨¢ tan extra?o del siglo XXI
Las tesis xen¨®fobas del Frente Nacional siguen ganando adeptos en Francia; los grupos neonazis alemanes vapulean a inmigrantes; los sentimientos antigitanos y anti¨¢rabes renacen en Espa?a... Kofi Yamgnane, secretario de Estado franc¨¦s para la Integraci¨®n, ocupa una posici¨®n ideal para analizar el fen¨®meno.
Pregunta. ?C¨®mo vive usted la reaparici¨®n del racismo en Europa?
Respuesta. La vivo como un extraordinario contrasentido. Yo creo que Europa est¨¢ llamada a ser un continente multirracial y multicultural. Dentro de un siglo, o quiz¨¢ antes, habr¨¢ gentes de origen chino, ¨¢rabe o africano que ejercer¨¢n importantes tareas en la vida europea. Es la consecuencia l¨®gica del papel hist¨®rico que este continente ha .desempe?ado en el mundo. Los europeos han exportado a todas partes sus lenguas, sus conocimientos, sus valores, sus gentes sus mercanc¨ªas y sus intereses. Y si quieren seguir haci¨¦ndolo, no pueden convertirse en una fortaleza para los otros. Lo ¨²nico posible es que los europeos encuentren un sistema para dominar y canalizar los flujos migratorios.
P. El expresidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing ha hablado de una "invasi¨®n" de inmigrantes y ha pedido el restablecimiento del derecho de sangre como ¨²nico modo de acceder a la nacionalidad francesa. Seg¨²n ese criterio, ni usted ni el ministro, de Asuntos Sociales, Jean-Louis Bianco, ser¨ªan franceses.
R. Me parece escandaloso que un ex presidente diga ese tipo de cosas. ?Tambi¨¦n eran invasores los millares de marroqu¨ªes, senegaleses, malgaches y negros norteamericanos que en las dos guerras mundiales murieron por la libertad de Europa? Giscard ha ido mucho m¨¢s lejos que Jean-Marie le Pen. Me da la impresi¨®n, de que le gustan mucho m¨¢s los dictadores negros que le regalan diamantes y le invitan a cazar a ?frica que los negros que limpian las calles de Par¨ªs.
Escapar al destino
P. ?Y c¨®mo ha escapado usted a ese destino de basurero de tantos magreb¨ªes y africanos? ?C¨®mo ha llegado a ser ministro en un Gobierno blanco?
R. (Risas) Mire usted, yo nac¨ª en Togo, en una peque?a aldea de la selva situada a 420 kil¨®metros de Lom¨¦, la capital, y si fui a la escuela fue por pura casualidad. De hecho, soy el ¨²nico miembro de mi familia que ha ido a la escuela. Ocurri¨® que un d¨ªa, un misionero que pasaba por mi aldea se fij¨® en m¨ª. Como le parec¨ª espabilado, propuso a mis padres llevarme a una escuela primaria. En la escuela primaria me bautizaron y aprend¨ª a leer y a escribir. Luego hice el bachillerato en Lom¨¦ y vine a Francia a cursar estudios superiores. Ahora soy ingeniero de formaci¨®n, militante del Partido Socialista, franc¨¦s, estoy casado con una francesa y tengo la nacionalidad de este pa¨ªs.
P. Antes de tener coche oficial, ?fue usted v¨ªctima de agresiones racistas en Francia?
R. Por supuesto. Antes y despu¨¦s de tener coche oficial. Si salgo a la calle solo, sigo recibiendo montones de miradas extra?as, miradas racistas. Para volver a los tiempos en que era estudiante le contar¨¦ que una vez, en el metro de Par¨ªs, quise cede el asiento a una vieja dama. ?Sabe lo que me respondi¨®? "Sepa, se?or, que no me siento nunca en un lugar que ha sido calentado por el culo de un negro". Otra vez, en Be?anson, me sent¨¦ en un caf¨¦ y esper¨¦ a que el camarero me atendiera. Nada; no hab¨ªa modo de que me hiciera caso. Entonces me levant¨¦, fui a la barra y dije al se?or que atend¨ªa: '?Puede servirme un caf¨¦, por favor?'. Volv¨ª a sentarme, y de nuevo nada. Entonces decid¨ª irme, y cuando estaba a punto de franquear la puerta, escuch¨¦ una voz que dec¨ªa: 'Ya era hora de que te enteraras de que aqu¨ª no servimos a los negros.
P. ?C¨®mo explica ese tipo de reacciones?
R. No lo s¨¦. Si alguien lo supiera, quiz¨¢ pudiera encontrarse la soluci¨®n. Pero no vaya a pensar que el racismo es exclusivo de los blancos. En absoluto. Tambi¨¦n hay racismo entre los negros y entre los amarillos. En todas las razas hay gente que piensa que los otros son inferiores por que son diferentes.
P. ?Qu¨¦ quiere decir integraci¨®n? ?Se trata de despojar de su alma a los inmigrantes, de convertirlos en blancos culturalmente?
R. No. ?se no es el concepto de integraci¨®n de la Rep¨²blica francesa. Nosotros no pretendemos asimilar de la A a la Z a lo inmigrantes. Lo que les decimos es lo siguiente: 'Ustedes vienen de pa¨ªses con valores diferentes Nosotros tenemos los nuestros Les pedimos el m¨¢ximo respeto por nuestros valores y estamos dispuestos a aceptar todos lo suyos que encontremos enriquecedores'. Eso es la integraci¨®n.
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