?caros

Un amigo qu¨¦ fabrica colchones me ha contado que en cada uno de esos trastos vive una colonia de ¨¢caros compuesta por 5 o 10 millones de individuos.. Los ¨¢caros son unos bichos muy peque?os, de cuerpo discolde y globuloso, que tienen la cabeza pegada al t¨®rax y un abdomen hinchado. Como pertenecen a la familia de los ar¨¢cnidos, est¨¢n provistos de cuatro pares de patas peludas en forma de estilete. Su respiraci¨®n es traqueal o cut¨¢nea, seg¨²n los casos, y est¨¢n atravesados por un tubo recto, en cuya parte terminal hay unos conductos excretores. Al ser par¨¢sitos, poseen un aparato bucal destinado a la succi¨®n bastante desarrollado.Mi amigo me ha ense?ado una pel¨ªcula rodada con t¨¦cnicas microsc¨®picas en el interior de un colch¨®n, y el espect¨¢culo resultaba inquietante. En realidad, era como ver a gentes de otro planeta haciendo su vida. Observ¨¦ que, por lo general, van de un lado a otro, como yo, sin dirigirse a ning¨²n sitio. Algunos se deten¨ªan mucho rato en un lugar y hac¨ªan cosas con las patas, como si estuvieran en la oficina, pero la pel¨ªcula no era lo suficientemente microsc¨®pica como para ver los papeles que mov¨ªan. Otros se deten¨ªan a cruzarse con alguien y parec¨ªan discutir sobre asuntos particulares o de la colonia. Se abrazaban, en fin, hac¨ªan sus necesidades, dorm¨ªan, se reproduc¨ªan. Aunque sus rostros eran raros debido al excesivo desarrollo del aparato bucal, observ¨¦ en algunos de ellos rasgos de gente conocida, y eso me puso un poco enfermo. Imag¨ªnense lo que es comprobar que en el colch¨®n donde uno duerme vive, por poner un ejemplo, una colonia de gente del PSOE. Y es que lo peque?o y lo grande se cruzan en un sitio donde ambos mundos resultan id¨¦nticos. No s¨¦, quiz¨¢ nosotros seamos los ¨¢caros de alguien a quien producimos alergia. Ahora duermo en el suelo.