Cuento previsible de Navidad
La historia es conocida y el tiempo es el mismo: all¨¢ donde Dickens puso navide?os fantasmas para que anunciaran a Scroodge c¨®mo ser¨ªa su vida futura, Frank Capra invent¨® en ?Qu¨¦ bello es vivir! a un ¨¢ngel que advert¨ªa al gran James Stewart lo que le suceder¨ªa a su familia y a su comunidad si ¨¦l se dejaba arrastrar por la desesperaci¨®n y tomaba la tr¨¢gica decisi¨®n que estaba meditando: el suicidio. Y ahora Mike Nichols -o su guionista Jeffrey Abrahams, da lo mismo- se sirve de un recurso similar: para que un hombre despiadado cambie su l¨ªnea de conducta, y tambi¨¦n en Navidades, convoca a una aparici¨®n que le desv¨ªe de su torcido camino.Pero los tiempos han cambiado, y c¨®mo, de forma que aqu¨ª ya no hay ¨¢ngeles ni fantasmas, s¨®lo un atracador con s¨ªndrome de abstinencia que se pone nervioso y que la emprende a tiros con el hasta ese momento agresivo, triunfador abogado de fortuna -Harrison Ford-.
A prop¨®sito de Henry
Director: Mike Nichols. Gui¨®n: Jeffrey Abrahams. Fotograf¨ªa: Giuseppe Rotunno. M¨²sica:. Hans Zimmer. Producci¨®n: Scott Rudin y Mike Nichols para Paramount Pictures. EE UU, 1991. Int¨¦rpretes: Harrison Ford, Annete Bening, Mikki Allen, Bill Nunn, Donald Moffat, Rebecca Miller. Cines en Madrid: Alcal¨¢ Multicines, Capitol, Colombia Multicines, Fantasio, Ideal Multicines (V. 0), Luchana, Minicines Majadahonda y Vaguada M2.
El resultado, a la postre, es el mismo: conceder al personaje la posibilidad de revisar lo vivido, pero desde un ¨¢ngulo diferente. Y en nuestro caso, la voluntad de hacer de la simple an¨¦cdota la ocasi¨®n de una met¨¢fora mayor est¨¢ fuera de toda duda: no interesa a Nichols el aspecto m¨¦dico del caso, su verosimilitud cl¨ªnica, por as¨ª decirlo, sino que, rizando el rizo, hace que Ford haya sufrido los graves trastornos cerebrales que provocar¨¢n su cambio de perspectiva por acci¨®n no de una bala que se aloja en el cerebro, sino por la p¨¦rdida de sangre y la posterior anoxia que le causa un disparo aparentemente mucho menos peligroso.
Recuperaci¨®n
Desde ah¨ª, el agredido recobrar¨¢ su cordura. De hecho, la acci¨®n del filme est¨¢ planteada para ello, para mostrar mediante breves, elegantes elipsis el lento proceso de recuperaci¨®n f¨ªsica y moral del personaje. 0 si se prefiere -que de esto se trata en el fondo-, para hacer que Harrison Ford tenga, como otros grandes astros del momento -Hoffman el primero, pero tambi¨¦n De Niro o, en registro diferente, Tom Cruise-, la ocasi¨®n de bordar una actuacl ¨®n de enfermo mental que le acerque al Oscar. Hay que constatar que Indy Ford se sale con la suya: ¨¦ste es uno de esos trabajos que dan gloria, no con tics o desbordes a lo De Niro, sino casi con la contenci¨®n del underplaying: no necesita de grandes gestos, de grandes muecas para conseguir el objetivo de trocar al peligroso tibur¨®n antip¨¢tico en manso corderillo desasistido.Por lo dem¨¢s, el filme resulta todo lo previsible que es de temer, y no s¨®lo porque copie a Capra -a este ritmo, el cl¨¢sico americano m¨¢s perdurable: v¨¦ase al respecto el ¨²ltimo filme de John Boorman, Donde est¨¢ el coraz¨®n, reci¨¦n salido en v¨ªdeo, que se dir¨ªa una revisi¨®n al pie de la letra de Vive como qui . eras-, aunque con revisi¨®n incluida: aqu¨ª es s¨®lo la familia biol¨®gica la que ayuda al protagonista a superar el bache, y ya no la comunidad cercana a- ¨¦l -otra vez el aire de los tiempos
No obstante, Nichols, un clasicista cuya concepci¨®n de la narraci¨®n equipara su cine actual al de sus coet¨¢neos Lumet, Pakula y hasta Pollack, se permite una iron¨ªa que hace simp¨¢tica la funci¨®n, y no es otra que la sospecha, por pasiva, de que todo yuppy agresivo puede ser en el fondo reconvertible en ser humano... a condici¨®n de meterle un tiro en la cabeza, recurso ciertamente expeditivo, pero que, a lo que parece, cuenta con amplias garant¨ªas de infalibilidad.
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