Una gran reminiscencia
Elo¨ªsa est¨¢ debajo de un almendro
Enrique Jardiel Poncela (1940). Int¨¦rpretes: Fernando Delgado, Mar¨ªa Kosty, Enrique Navarro, Paco Racionero, Pepa Rosado, Avelino C¨¢novas, Milena Montes, Te¨®filo Calle. Decorado y vestuario: Rafael Redondo. Direcci¨®n: Jos¨¦ Osuna. Centro Cultural de la Villa de Madrid.
Jardiel Poncela tuvo una vida peleona, luchando contra una parte conservadora de la cr¨ªtica y contra un p¨²blico arcaico; su revoluci¨®n teatral provoc¨® algunas batallas, incluso f¨ªsicas, dentro de los teatros.Esta Elo¨ªsa, sin embargo, fue acogida por todos con entusiasmo cuando se estren¨®, en plena posguerra (1940). Era una parodia de comedia policiaca, donde el autor no dejaba que el disparate se comiese la l¨®gica del g¨¦nero: sus pistas falsas, las reales, los personajes sospechosos, las situaciones de terror, ten¨ªan una explicaci¨®n minuciosa y convincente (dentro de las concesiones que se hacen al g¨¦nero); m¨¢s tarde, el humor se har¨ªa m¨¢s libre, menos expl¨ªcativo.
Adem¨¢s de esas estructuras, variaban tambi¨¦n muchas de las constantes del teatro burgu¨¦s -sin dejar de serlo mentalmente, ideol¨®gicamente-, como en la escena de antecedentes en la que romp¨ªa el t¨®pico habitual; o en los personajes de los criados, que dejaban de ser un punto de apoyo para la comprensi¨®n o la explicaci¨®n de las acciones y se convert¨ªan en prptagonistas. Apenas ning¨²n papel quedaba olvidado, y ninguna palabra estaba escrita sin un valor propio: bien para el desarrollo, bien para provocar la risa.
Una obra maestra
Puede que este di¨¢logo haya perdido parte de su fuerza, porque en m¨¢s de medio siglo han cambiado costumbres, objetos, lenguajes; y que su invento empalidezca cuando la escena ha llegado a otra consagraci¨®n del disparate y de lo ins¨®lito: pero sigue siendo una obra maestra.
No se puede decir que en esta reposici¨®n los int¨¦rpretes ayuden mucho a desentra?ar esas frases, o a colocarlas al p¨²blico, ni que ¨¦ste, en consecuencia, se r¨ªa tanto como tendr¨ªa que hacerlo. Le falta una direcci¨®n m¨¢s apretada, m¨¢s trabajada. Pero Enrique Jardiel Poncela sale adelante del desaf¨ªo, y su texto y su historieta est¨¢n aqu¨ª como una muestra de un buen teatro en un momento dif¨ªcil de nuestra historia.
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