Interior intenta evitar que los 'skins', sean controlados por la ultraderecha
El Ministerio del Interior se ha propuesto atajar de ra¨ªz la espiral de violencia desatada por los skin heads (cabezas rapadas), especialmente en la ciudad de Barcelona, ante el creciente temor de que cuajen los intentos de determinadas formaciones pol¨ªticas marginales, especialmente de extrema derecha, de organizar grupos de choque estables con miembros de la citada tribu urbana. Un informe policial sobre las crecientes conexiones internacionales de bandas de skins europeas, el espectacular crecimiento de este movimiento en Estados Unidos y sus estrechos v¨ªnculos con organizaciones de car¨¢cter racista y neonazi han empujado a la polic¨ªa a actuar para evitar que se reproduzcan en Espa?a esos modelos organizativos.
La ofensiva para atajar el fen¨®meno skin se centra en la zona donde ¨¦ste es m¨¢s activo: Catalu?a y particularmente Barcelona, donde patrullas especiales de la polic¨ªa y de la Guardia Urbana proceden a la identificaci¨®n masiva de cabezas rapadas, con el objetivo de completar un censo de los mil j¨®venes de este grupo que act¨²an en la capital catalana.La polic¨ªa teme que las bandas de skins dejen de actuar de forma inconexa y que su violencia no s¨®lo sea instrumentalizada, sino organizada por partidos extraparlamentarios, especialmente ultraderechistas, aunque la investigaci¨®n tambi¨¦n alcanza a grupos independentistas catalanes, seg¨²n fuentes policiales. Los skins espa?oles carecen de momento de estructuras de uni¨®n, aunque algunos de ellos mantienen contactos frecuentes con j¨®venes de otras provincias, agregan los mismos portavoces. No obstante, se sigue la pista de un cabeza rapada que ha tratado de conectar con activistas del Ku Klux Klan (KKK), cuyas estructuras racistas han cruzado el Atl¨¢ntico y encuentran eco en pa¨ªses ex comunistas.
M¨¢s all¨¢ del gamberrismo
Aunque los primeros brotes de violencia skin en Espa?a se remontan a hace m¨¢s de seis a?os, la polic¨ªa hab¨ªa tratado a este colectivo como a un grupo m¨¢s de gamberros urbanos, seg¨²n admiten fuentes policiales. Y ello a pesar de la frecuente presencia de cabezas rapadas en manifestaciones ultras desde hace tres a?os y de que estos j¨®venes se han convertido en el servicio de orden de actos organizados por partidos ultras como Juntas Espa?olas.En el haber de los skins de distinto pelaje ideol¨®gico tambi¨¦n figura su participaci¨®n en los actos de vandalismo y saqueo que desde hace a?os se producen en Barcelona al concluir algunas manifestaciones independentistas, y una creciente eficacia homicida: tres muertos en apenas un a?o.
La existencia de estos antecedentes no hab¨ªa empujado a la polic¨ªa a emplearse a fondo contra el citado grupo juvenil. A esta aparente inhibici¨®n contribu¨ªa la particular idiosincrasia de los skins espa?oles: nihilistas, nula formaci¨®n ideol¨®gica, escaso nivel cultural y ap¨®stoles irracionales de la violencia. Unas cualidades que los hacen dif¨ªcilmente organizables.
No este el caso de los cabezas rapadas en otros pa¨ªses. Un informe de la polic¨ªa espa?ola sobre este movimiento, nacido en el Reino Unido en los a?os 60 dando palizas a inmigrantes pakistan¨ªes, pone de relieve su vigencia y los contactos entre sus distintas facciones.
Por su espectacular crecimiento se cita el caso de EE UU, pa¨ªs en el que irrumpieron hace unos tres a?os y que de sus 400 activistas iniciales pasaron a m¨¢s de 4.000 en apenas un a?o, convirti¨¦ndose en una reserva de reclutamiento para el KKK. En un aquelarre oficiado en 1990 por un grupo racista -el White Aryan Resistance (Resistencia Aria Blanca)-, participaron 300 personas: la mitad de ellas iban encapuchadas y cubiertas con s¨¢banas, a la vieja usanza del KKK, y el resto eran cabezas rapadas. El informe policial alude a la especial virulencia de estas organizaciones en EE UU. Un joven que pretendi¨® desertar fue crucificado en un aparcamiento de California.
En Europa la situaci¨®n no resulta menos inquietante, m¨¢xime despu¨¦s de que los grupos racistas hayan visto en los sk¨ªns un vivero id¨®neo de reclutamiento, con el fin de explotar, entre otras, la libertad de movimiento de que disponen aquellos que est¨¢n encuadrados en grupos de aficionados al f¨²tbol.
El mismo informe constata que han sido interceptadas cartas con planes para provocar disturbios en partidos de f¨²tbol internacionales, incitaci¨®n ¨¦sta que fue admitida por un miembro del National Front, partido neonazi brit¨¢nico en el que militaron dirigentes skins. Este grupo vende protecci¨®n en conciertos musicales en el Reino Unido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- JE
- Skinheads
- IV Legislatura Espa?a
- Ministerio del Interior
- Presidencia Gobierno
- Orden p¨²blico
- Neonazis
- Gobierno de Espa?a
- Seguridad ciudadana
- Polic¨ªa municipal
- Barcelona
- PSOE
- Catalu?a
- Ministerios
- Estados Unidos
- Reino Unido
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ultraderecha
- Partidos pol¨ªticos
- Europa occidental
- Polic¨ªa
- Ayuntamientos
- Monarqu¨ªa
- Comunidades aut¨®nomas
- Fuerzas seguridad