El nuevo topo
La LCR y el MC se unifican este fin de semana tras m¨¢s de 20 a?os de oposici¨®n al sistema
Aunque no est¨¦ de moda citarle, dec¨ªa Marx que la revoluci¨®n es como un viejo topo que va socavando subterr¨¢neamente las bases del capitalismo. La Liga Comunista Revolucionaria (LCR) y el Movimiento Comunista (MC), dos de los partidos cl¨¢sicos de la izquierda radical, concluyen este fin de semana, con un congreso de unificaci¨®n en Madrid, m¨¢s de 20 a?os de historia separada, pero cercana. Con la vista puesta en la lucha por una alternativa al sistema capitalista a trav¨¦s de una cr¨ªtica radical al sistema, el partido resultante aspira a convertirse en el nuevo topo.
No soplan los mejores vientos hist¨®ricos para quienes se reclaman comunistas y revolucionarios, pero ambas formaciones re calcan que sus postulados siempre han andado muy lejos de lo que suced¨ªa al otro lado del ya fenecido tel¨®n de acero. "La sociedad alternativa que pretendemos jam¨¢s se ha identificado con los pa¨ªses del Este", indica Jos¨¦ Mar¨ªa Galante, miembro del Comit¨¦ Ejecutivo de la Liga. "Quiz¨¢ no sea el mejor momento, pero, si se miran las evoluciones de los dos partidos, se ver¨¢ que sus posiciones cr¨ªticas respecto a la Uni¨®n Sovi¨¦tica son muy antiguas", tercia Eugenio del R¨ªo, del Comit¨¦ Federal del MC.El horizonte de una utop¨ªa alternativa no se preocupa adem¨¢s por la contingencia: "No creo que nos d¨¦ la raz¨®n la historia seguramente mientras viva, pero s¨ª nos la dar¨¢ la historia de los explotados, no la de quienes escriben la -historia", piensa Javier ?lvarez Dorronsoro, otra de las cabezas visibles del MC.
Ambos partidos nacieron cuando lo hac¨ªa la d¨¦cada de los setenta, aunque sus or¨ªgenes se remontan a algunos a?os antes. En la transici¨®n y los primeros a?os de la democracia, fueron uno de los principales referentes para la izquierda de la izquierda.
El noviazgo comenz¨® hacia 1983, buscando aproximar en lo organizativo lo que ya exist¨ªa en la pr¨¢ctica cotidiana. Y, como todas las relaciones ¨ªntimas, no estuvo exenta de diferencias, tensiones y "actitudes sectarias", seg¨²n personas que vivieron de cerca la situaci¨®n en esas fechas. "Quer¨ªamos saber d¨®nde estaba cada uno de forma m¨¢s precisa, y a partir de ah¨ª intensificar la actividad com¨²n en todos los terrenos", precisan dirigentes actuales. Hace unos dos a?os ya se puso en marcha un proceso con la idea de llegar a la unificaci¨®n que cristalizar¨¢ este fin de semana. "Ha sido un proceso ni retrasado ni acelerado artificialmente, con tiempo para discutir".
El nuevo topo, hijo de una formaci¨®n trotskista (la LCR) y de otra que en su d¨ªa fue mao¨ªsta (el MC), no se definir¨¢ ideol¨®gi camente m¨¢s que como revolucionario. "Queremos tener un talante diferente, de crear y renovar mucho el pensamiento de la izquierda. Dentro del partido habr¨¢ gente que se considere marxista y lente que no", indica ?lvarez Dorrornsoro. "No vamos a encontrar soluciones a los problemas actuales en textos de hace 200 a?os, aunque estudiemos el pasado".
Poner en pie otras ideas
Del R¨ªo opina que, ante el desgaste de las viejas ideas socialistas, una de las tareas de la formaci¨®n que nazca este fin de semana ha de ser "refundar una corriente de oposici¨®n a la sociedad existente y poner en pie nuevas ideas. Para ello, el nuevo partido puede ser un laboratorio ¨²til".
Se adivina una intenci¨®n m¨¢s pragm¨¢tica que ideol¨®gica, m¨¢s centrada en el trabajo en los movimientos de oposici¨®n a "los efectos m¨¢s perniciosos del capitalismo": objetores, antimilitaristas, feministas, ecologistas, la lucha sindical, etc¨¦tera.
Un ex miembro de la direcci¨®n de uno de los dos partidos hasta fecha reciente es m¨¢s cr¨ªtico sobre el proceso:. "La unificaci¨®n llega tarde y se hace mal, sobre la base de las cesiones por parte de los dos. Yo no hablo de esto y t¨² tampoco y ya estamos m¨¢s de acuerdo".
Ambas formaciones llevan bastantes a?os sin concurrir con sus siglas a una convocatoria electoral, contiendas en las que sus resultados les pusieron en la tiniebla extraparlamentaria. Ahora no se plantean un cambio de situaci¨®n. "No nos quita el sue?o el problema electoral" considera Eugenio del R¨ªo. Dirigentes de la Liga son m¨¢s tajantes: "Las elecciones no son decisivas para probar la fuerza de una formaci¨®n. No es una medida de su presencia real".
Respecto a HB, formaci¨®n para la que en algunos comicios han pedido el voto, precisan que las decisiones futuras depender¨¢n de sus partidos hermanos en Euskadi (EMK y LKI).
Los dos partidos se resisten a dar cifras de sus militantes -nunca les ha gustado precisarlas-, ampar¨¢ndose en que su concepto de militancia no es homologable al de otras formaciones: "Tenemos una idea de la militancia activa, no simplemente de quien paga unas cuotas".
Al congreso de Madrid asistir¨¢n m¨¢s de 400 delegados, el mismo n¨²mero por ambas formaciones. El nuevo ¨®rgano de direcci¨®n . -Comit¨¦ Unificado, con unos 50 miembros- se formar¨¢ mediante la uni¨®n del Comit¨¦ Federal del Movimiento y del Comit¨¦ Central de la Liga, para consolidar la integraci¨®n. En una fase posterior, se har¨¢n elecciones en todos los niveles.
El nuevo topo ser¨¢ an¨®nimo hasta ma?ana, cuando el congreso apruebe el nombre del partido unificado. Las c¨²pulas de los dos partidos han propuesto la denominaci¨®n de Izquierda Alternativa, que no incluye el apellido comunista, presente en las denominaciones de origen de sus dos padres. "El adjetivo comunista despista m¨¢s que ayuda a entender d¨®nde estamos ahora" justifica Galante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.