110.000 millones para limar asperezas

La posibilidad de aumentar los recursos de las comunidades aut¨®nomas en 110.000 millones de pesetas en los pr¨®ximos dos a?os, es una de las cartas que el Gobierno guarda bajo la manga para limar asperezas y que sea posible un acuerdo sobre el nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. Esta iniciativa, contemplada en un documento de la Secretar¨ªa de Estado de Hacienda, persigue cubrir la insuficiencia de recursos de las autonom¨ªas para financiar la inversi¨®n nueva.

El ministro de Econom¨ªa y Hacienda, por su parte, confirm¨® que la negociaci¨®n con las comunidades aut¨®nomas tendr¨¢ un coste para el presupuesto del Estado. "El juego no va a ser de suma cero, sino positivo afirm¨®, "ya que no va a producir una mera redistribuci¨®n de los recursos". En definitiva, la "solidaridad" no se entiende bajo el prisma de quitar el dinero a unas comunidades para d¨¢rselo a otras. El ministro puntualiz¨® que el coste "no ser¨¢ importante y no representar¨¢ dificultades en los equilibrios presupuestarios".

Estos 110.00 millones ir¨ªan a parar a la denominada compensaci¨®n transitoria del Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial (FCI), uno de los temas acordado ayer para el debate. El FCI est¨¢ dotado en 1992 con 214.839 millones de pesetas, de los que la mitad corresponden al fondo como tal (para nueve comunidades por debajo del 75% de la media de renta de la CE) y la otra mitad, a la denominada compensaci¨®n transitoria (para todas). Esta compensaci¨®n est¨¢ destinada a aumentar la financiaci¨®n de la inversi¨®n nueva, es decir, la participaci¨®n de las autonom¨ªas en las nuevas inversiones programadas en los Presupuestos del Estado para cada a?o.

M¨¢s competencias

Hacienda considera que la cantidad "transitoria" (107.234 millones en 1992), es insuficiente para cubrir el objetivo se?alado. De aqu¨ª que se apunte la posibilidad de duplicar este dinero (110.000 millones m¨¢s) pero repartido en dos a?os.Esta medida y otras destinadas a cambiar los elementos que se tienen en cuenta a la hora de repartir los financiaci¨®n de las comunidades (poblaci¨®n, superficie, renta...) perseguir¨ªan nivelar los recursos de que dispone cada una de ellas por habitante. En ello hay que partir de la base de que no todas tienen las mismas competencias y, por tanto, los recursos que necesitan var¨ªan. A¨²n as¨ª, hay desajustes dentro de cada grupo y en este aspecto, y Hacienda apunta que es necesario "cerrar el abanico".

No se descarta tampoco la posibilidad de traspasar la educaci¨®n a las comunidades que ahora no prestan este servicio directamente, pero existen serias dudas sobre ceder las competencias en sanidad. Junto a la descentralizaci¨®n total de las competencias sobre educaci¨®n, no se descarta la posibilidad de que las transferencias que se efect¨²an desde la administraci¨®n central para subvencionar la ense?anza privada se dejen incondicionadas.