La guerra de la Renamo
Los combatientes opuestos al Frelimo controlan amplias zonas rurales en Mozambique
La Resistencia Nacional de Mozambique (Renamo), principal grupo guerrillero de este pa¨ªs africano, parece contar con el apoyo de la poblaci¨®n en las extensas ¨¢reas del pa¨ªs que controla. Tras 14 a?os de guerra civil, que ha causado centenares de miles de muertos y millones de refugiados, la Renamo ha forzado al gobernante Frente de Liberaci¨®n de Mozambique (Frelimo) a negociar la paz. Resguardados bajo los frondosos ¨¢rboles de la selva, los guerrilleros han resistido a los aviones Mig de fabricaci¨®n sovi¨¦tica, al ej¨¦rcito del Frelimo y a miles de soldados de Cuba, Zimbabue, Zambia y Malaui. El l¨ªder de la Renamo, Alfonso Dhlakama, llegar¨¢ pr¨®ximamente a Madrid.
Fue en la regi¨®n selv¨¢tica de Gorongosa, en la provincia de Sofala, situada estrat¨¦gicamente en el medio de Mozambique central, cerca del conocido corredor de Beira, donde la Renamo comenz¨® la guerra contra el r¨¦gimen marxista del Frelimo, poco despu¨¦s de su independencia de Portugal, en 1975.Al principio se trataba de un grupo de desertores descontentos del ej¨¦rcito del Frelimo, armados por el r¨¦gimen de Ian Smith, en Rhodesia y, m¨¢s tarde, por Sur¨¢frica. Hoy es una guerrilla de 25.000 combatientes que operan en las 10 provincias del pa¨ªs. Una multitud abigarrada de soldados guerrilleros, hombres y mujeres con uniformes de diferentes ej¨¦rcitos, viejos y ra¨ªdos o de fabricaci¨®n casera, muchos de ellos descalzos, y todos armados con el arma convencional de sus enemigos, el fusil de asalto sovi¨¦tico AK-47.
Niguno de los dos bandos puede ganar la guerra. La Renamo controla el campo; y el Frelimo, Maputo y varias otras ciudades, adem¨¢s de conservar importantes relaciones a nivel internacional. As¨ª ha sido durante mucho tiempo y as¨ª seguir¨¢ siendo, aunque la Re?amo afirme que controla m¨¢s del 80% del campo y aproximadamente a siete millones de personas, lo que equivale a la mitad de la poblaci¨®n. El futuro est¨¢ ahora en las manos de las representaciones del Gobierno y de la guerrilla que, desde el a?o pasado, negocian en Roma, con los italianos como mediadores.
En la ribera del r¨ªo Zambeze, hasta el corredor de Beira, el ej¨¦rcito del Frelimo literalmente no existe, pero la guerrilla est¨¢ en todas partes: marchan hacia el Norte y hacia el Sur cargados con enormes sacos de munici¨®n y alimentos, sobre sus espaldas y cabezas, arrastrando lanzacohetes e importantes piezas de artiller¨ªa a trav¨¦s del cieno y de la selva.
Ciudades conquistadas
Para los casi dos millones de habitantes que viven en la provincia de Sofala desde hace unos a?os, la presencia de los soldados de la guerrilla se ha convertido en algo normal. La Renamo ha difuminado casi por completo la presencia del Ej¨¦rcito gubernamental en la zona al tomar varias ciudades defendidas por guarniciones, militares."Cuando necesitamos armas, tomamos una ciudad protegida por Frelimo, pero la abandonamos en cuanto obtenemos lo que queremos. Despu¨¦s el Frelimo la toma de nuevo y, al cabo de cinco o seis semanas, nosotros la reconquistamos", asegura el general Mattias, de 28 a?os. En la selva se han construido varios aer¨®dromos peque?os y nos detuvimos en uno de ellos, donde el general mostr¨® un gigantesco hoyo producido por una bomba. "El embajador italiano en Maputo inform¨® al Gobierno del Frelimo a principios de julio de su intenci¨®n de visitar Gorongosa y hablar con nuestro presidente, Alfonso Dhlakama. Mientras esper¨¢bamos aqu¨ª con el presidente la llegada del avi¨®n del embajador, el d¨ªa 7 de julio, un avi¨®n Antonov solt¨® una bomba, con la intenci¨®n de matar a Dhlakama", cuenta Mattias.
Canxixe y Chionde son dos casos t¨ªpicos de la situaci¨®n de la provincia de Sofala. El pueblo de Canxixe fue, en la ¨¦poca del colonialismo portugu¨¦s, una comunidad pr¨®spera. Hoy no es mas que la sombra de una ciudad con monumentos abandonados, donde tan s¨®lo la pintura barnizada de las baldosas ha resistido la fuerza de la naturaleza.
A unos 30 kil¨®metros se encuentra Chionde, extensa comunidad de chozas de barro y paja, con unos 30.000 habitantes. Ahora los habitantes han vuelto a su antiguo estilo de vida y no les faltan alimentos: papaya, mango, plantaciones de pl¨¢tano y nuevas cosechas de ma¨ªz. "De los 37 distritos de Chionde, s¨®lo tres han sufrido la sequ¨ªa y la escasez de alimentos", dice el administrador de la zona, Manuel Monteiro.
Despu¨¦s de comer, los habitantes se sientan a la sombra de algunos ¨¢rboles y escuchan a Anselmo Vitor, el jefe de asuntos pol¨ªticos de la Renamo, que les informa sobre las negociaciones de paz en Roma.
Un p¨²blico entusiasta canta canciones sarc¨¢sticas sobre el Gobierno. Se representan diversos espect¨¢culos burl¨¢ndose de la alta productividad en los odiados pueblos colectivos de Frelimo. "Aqu¨ª poseen sus propias tierras y producen lo que quieren", asegura Vitor.
Seg¨²n la Renamo, en estos pueblos abundan los soldados voluntarios de la guerrilla, antes desertores de Frelimo. "Damos un n¨²mero y despu¨¦s el jefe del pueblo, seg¨²n la tradici¨®n, elige un soldado del p¨²blico. La Renamo consigui¨® su popularidad al devolver el poder a los jefes tras los estragos causados por el Frelimo", indica Anselmo.
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