"?Para qu¨¦ queremos un Ej¨¦rcito en Europa?"
lowa es la tierra natal de Tom Harkin y el Estado por el que ha sido elegido senador por el Partido Dem¨®crata en dos ocasiones consecutivas. A sus 51 a?os, Harkin es actualmente el personaje m¨¢s popular en el Estado en el que naci¨® John Wayne y en el que el c¨¦lebre bandido Jesse James asalt¨® el primer tren.Recientemente, llen¨® sin dificultad el sal¨®n de actos de la Universidad de Iowa, en lowa City, con un par de miles de j¨®venes entusiasmados con sus cualidades como orador. "Si quieren seguir gastando miles de millones de d¨®lares de su dinero para defender a Europa de la URSS, voten por Bush; pero si quieren invertir ese dinero en Am¨¦rica para mejorar las cosas en Am¨¦rica, entonces voten por Harkin" pidi¨® antes de quedarse en mangas de camisa para rematar una alocuci¨®n apasionada que nadie m¨¢s en este pa¨ªs se atreve a pronunciar.
"Siento la necesidad de un cambio", afirma en una posterior conversaci¨®n con EL PA?S "La gente quiere un cambio. La pol¨ªtica de Bush no puede continuar. Algo est¨¢ ocurriendo en este pa¨ªs. La gente est¨¢ lista para respaldar a un l¨ªder en el Partido Dem¨®crata que hable con firmeza y con claridad de los problemas a los que hacemos frente".
Cat¨®lico, abogado, hijo de una emigrante de Eslovenia y de un minero de lowa, Harkin ha sabido siempre lo que es trabajar duro para disfrutar ahora de un puesto en la pol¨ªtica nacional y de un barco con el que poder descansar en el Caribe. Ha sido durante a?os el abogado de las causas perdidas, y ¨¦l mismo ha perdido muchas veces tratando de defender lo que nadie defend¨ªa. Su ¨²ltima derrota ocurri¨® hace unas pocas semanas, cuando present¨® en el Senado un proyecto para destinar a programas de salud 3.000 millones de d¨®lares del presupuesto de Defensa.
A Harkin le gusta recordar que cuando ¨¦l vino al mundo no hab¨ªa m¨¦dico en su pueblo, y que han sido los presidentes dem¨®cratas los que, desde entonces, han hecho este pa¨ªs grande. "Yo me defino como un dem¨®crata tradicional, que tiene una base populista y que recoge el legado de lo que el Partido Dem¨®crata ha hecho en el pasado. Un dem¨®crata que reconoce la importancia de invertir en el crecimiento, en la infraestructura de Am¨¦rica y que piensa en el bienestar, en la mejora, de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, no s¨®lo de unos cuantos privilegiados". Pregunta. ?Usted cree que ese mensaje tiene vigencia en un mundo que parece girar hacia el conservadurismo?
Respuesta. Yo creo que s¨ª. La gente ha empezado a darse cuenta de que no se puede seguir con nuestra econom¨ªa encogida y tener, al mismo tiempo, una sociedad justa. Simplemente, no se puede. Tenemos que expandir nuestra econom¨ªa. Los que dicen que existen l¨ªmites para nuestro crecimiento realmente tienen una visi¨®n muy limitada. Hay otros caminos para crecer. Yo creo que existe la oportunidad para un nuevo movimiento en Estados Unidos y en el mundo entero. Lo que hemos visto hasta ahora es el final de la guerra fr¨ªa, pero lo que vamos a ver a partir de ahora en adelante es que la gente va a demandar cambios sustantivos. Por eso es por lo que creo que el mensaje del que estoy hablando est¨¢ comenzando a resonar en EE UU.
Un izquierdista
P. Dicen que usted es un izquierdista.R. No, en absoluto. Yo estoy en la misma tendencia que Franklin Roosevelt, Harry Truman y John Kennedy. Estoy diciendo las mismas cosas que ellos dijeron. Quiero hacer las mismas cosas que ellos hicieron.
P. Y si usted no es izquierdista, ?qui¨¦n est¨¢ a su izquierda en esta campa?a electoral?
R. Es que el espectro pol¨ªtico en EE UU no es de derecha a izquierda; es de arriba abajo. George Bush y la gente como ¨¦l est¨¢n arriba. Pero la mayor¨ªa de la poblaci¨®n de EE UU no est¨¢ arriba, est¨¢ en la mitad. Y ah¨ª es donde yo estoy, en la mitad.
Los republicanos afirman que les gustar¨ªa que Harkin ganase la nominaci¨®n dem¨®crata porque ser¨ªa un contrincante f¨¢cil para el presidente Bush, pero algunos observadores estiman que si Harkin gana en lowa, como se espera, y su discurso empieza a prender entre los votantes, el senador podr¨ªa convertirse en una de las sorpresas del siglo.
"Yo creo que Bush es vulnerable por lo que est¨¢ ocurriendo en la econom¨ªa norteamericana. Nuestros Estados est¨¢n pasando por momentos dif¨ªciles. Tenemos bancarrotas por todo el pa¨ªs. Nuestra poblaci¨®n est¨¢ pagando cada vez m¨¢s impuestos y recibiendo menos a cambio. Bush no est¨¢ prestando suficiente atenci¨®n a nuestro pa¨ªs. Es un presidente para la pol¨ªtica exterior; eso es lo que le gusta, con eso es con lo que disfruta. Pero yo digo que ahora los norteamericanos est¨¢n listos para tener un presidente que comprenda que no podemos ser fuertes en el undo, a menos que seamos fuertes en casa".
La propuesta electoral de Harkin es elemental: preocuparse m¨¢s de potenciar la educaci¨®n, la salud, de combatir el desempleo, gastar m¨¢s en programas sociales. Sus rivales siempre preguntan de d¨®nde sacar¨¢ el dinero para hacer eso. Siempre responde que d el presupuesto militar.
"?Para qu¨¦ queremos a nuestro Ej¨¦rcito en Europa? ?De qui¨¦n queremos proteger a los europeos? ?De qui¨¦n hay que proteger a Espa?a? ?De Francia? ?De Portugal? No tiene ning¨²n sentido. La URSS no va a invadir Europa. Ya no existe Alemania del Este, s¨®lo Alemania. El mundo ha cambiado, pero nosotros no estamos cambiando al mismo tiempo. George Bush no est¨¢ cambiando porque su mentalidad es todav¨ªa la de la guerra fr¨ªa. Simplemente no entiende que tenemos que cambiar".
Su esposa, Ruth, a la que le unen 23 a?os de matrimonio, es su principal asesor. Pese a su formaci¨®n cat¨®lica, Harkin es partidario del divorcio y de la libre elecci¨®n de la mujer en los casos de aborto.
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