La 'nueva' OTAN
El principal problema para una alianza pol¨ªtico-militar es mantener su cohesi¨®n interna una vez que desaparece la amenaza exterior. En junio de 1990, en la reuni¨®n de Londres, los jefes de Estado de los pa¨ªses miembros de la Alianza Atl¨¢ntica encargaron a sus estrategas la tarea de justificar la existencia de la organizaci¨®n tras el colapso del Pacto de Varsovia y la creciente desintegraci¨®n del mundo comunista en Europa. El resultado de a?o y medio de propuestas y contrapropuestas ha sido el documento MC 14/4 o el fin de la respuesta flexible, que en su tiempo fue la reacci¨®n de la organizaci¨®n a la salida de Francia de su infraestructura militar en 1966. Ahora los problemas son m¨²ltiples, y las respuestas, m¨¢s confusas.Cuatro eran los escenarios posibles para la futura defensa de Europa. 1. Un orden de seguridad atlantista. 2. Una comunidad de defensa europea occidental. 3. Un sistema de seguridad colectiva paneuropeo basado en el CSCE. 4. Una Europa de los Estados cuya seguridad de pendiera de acuerdos bilaterales m¨¢s que de una organizaci¨®n supranacional, lo que implicar¨ªa la disoluci¨®n de la OTAN. La Alianza, con objeciones francesas, ha apostado por la primera alternativa con elementos de la segunda. El objetivo es mantener los lazos entre Europa occidental y Estados Unidos-Canad¨¢, raz¨®n misma de la creaci¨®n de la OTAN en 1949.
?sta nueva estrategia atlantista va hacia un nuevo orden de seguridad europeo centrado en la Alianza, m¨¢s pol¨ªtico que militar, aportando una garant¨ªa nuclear a Europa occidental y el foro institucional para una cooperaci¨®n transatl¨¢ntica (quiz¨¢ apoyado por una futura Asociaci¨®n de Libre Cambio del Atl¨¢ntico Norte -North Atlantic Free Trade Association- entre Estados Unidos, Canad¨¢ y el Mercado Com¨²n) y un foro para el di¨¢logo entre la OTAN y los Estados del este de Europa, a trav¨¦s de acuerdos de asociaci¨®n o incorporaci¨®n a la Alianza. La CE ser¨ªa el componente civil y el motor econ¨®mico de la futura prosperidad europea, y por ¨²ltimo la CSCE aportar¨ªa el foro continental de di¨¢logo en temas pol¨ªticos, econ¨®micos y de seguridad -sin por ello formar un sistema de seguridad colectiva para el sitema paneuropeo-.
Ventajas
La nueve estrategia de la OTAN que surgi¨® en la cumbre de Roma celebrada los pasados 7 y 8 de noviembre ofrece cinco ventajas:1. Para empezar, el futuro sistema de seguridad europeo centrado en la OTAN se construye a partir de una base y una estructura que ya funcionan entre 16 Estados como instrumento de seguridad colectiva. La Alianza continuar¨¢ funcionando como una p¨®liza de seguro para sus miembros ante una crisis europea o el empeoramiento de las relaciones de Rusia con el resto de Europa. Al mismo tiempo, el resto de Europa se beneficiar¨ªa de su existencia, pues proporcionar¨ªa un factor de estabilidad en un periodo de transici¨®n en el continente. Y, finalmente, dadas las caracter¨ªsticas de las democracias que integran la OTAN y su inherente incapacidad para agredir, ¨¦sta no ser¨ªa una amenaza para ning¨²n otro Estado europeo.
2. Un sistema atlantista cimentar¨ªa un compromiso militar de Estados Unidos hacia Europa y asegurar¨ªa una fuerte participaci¨®n de Washington en la pol¨ªtica del Viejo Continente, actuando como un contrapeso estrat¨¦gico sobre cualquier futura potencia hegem¨®nica que pueda surgir en el continente.
3. La Europa atlantista proporcionar¨ªa un sistema de seguridad en el cual se integrar¨ªa el nuevo poder alem¨¢n. Esto da garant¨ªas expl¨ªcitas a los vecinos de Alemania. Sin citarla como factor desestabilizador de una futura Europa, es preciso tener en cuenta que fueron los pa¨ªses del Este (Polonia, Checoslovaquia y Hungr¨ªa) los que apoyaron una Alemania unida dentro de la OTAN, y no neutral como pretend¨ªa Mosc¨² antes de julio de 1990.
4. La nueva OTAN facilita la
transformaci¨®n de las fuerzas armadas de los pa¨ªses miembros, aprovechando las actuales cadenas de mando ya existentes, las comunicaciones, control e infraestructura con el ahorro que esto significa para los decrecientes presupuestos de defensa en Europa. Asimismo, los mecanismos de la Alianza permiten hacer cre¨ªbles las nuevas misiones fuera de zona.
5. Hasta que no se consolide la dimensi¨®n de pol¨ªtica exterior y defensa de la Comunidad Europea, la OTAN actuar¨¢ como un revulsivo para Washington que solucionar¨¢ sus problemas de seguridad a precio de ganga, con lo que se acelerar¨¢ la "dimensi¨®n europea de defensa" (bajo la Uni¨®n Europea Occidental o no) antes de que finalice este periodo de transici¨®n en un continente que desde 1914 no es due?o de su propio destino.
Desventajas
En contrapartida a estas razones hay cinco desventajas:1. La Alianza es un producto de la guerra fr¨ªa con los objetivos de mantener a los sovi¨¦ticos alejados de Europa, a Estados Unidos dentro y a los alemanes bajo control. Tal Alianza, basada en la contenci¨®n y disuasi¨®n nuclear, no es la adecuada para formar la base de un nuevo orden colectivo de seguridad en el continente.
2. Es contraproducente reaccionar ante los cambios en el este de Europa insistiendo en antiguas posturas como bale para la defensa de Occidente. El mantenimiento parcial de la disuasi¨®n nuclear incluida en la antigua respuesta flexible, esto es, la pol¨ªtica de "primer uso" del arma nuclear, est¨¢ minando los esfuerzos de Mija¨ªl Gorbachov de reformar y democratizar a la ex URSS, pues, si la Alianza no toma medidas para garantizar a la clase pol¨ªtica y militar de Mosc¨² la seguridad de su territorio, puede desestabilizar la transici¨®n en el Este, como vimos el pasado mes de agosto. El permanecer anclados en estructuras de la guerra fr¨ªa puede da?ar nuestros intereses a largo plazo.
3. La OTAN no proporciona una Infraestructura adecuada para los problemas fuera de zona. El art¨ªculo 5 del Tratado de Washington obliga a los miembros a acudir a la defensa de los territorios o fuerzas de un miembro agredido dentro del ¨¢rea geogr¨¢fica del tratado, especificada en el art¨ªculo 6. Las nuevas opciones aprobadas en Roma confunden los par¨¢metros de actuaci¨®n y, tras la experiencia del Golfo a principios de a?o, ser¨¢n motivo de disputas m¨¢s que de cohesi¨®n dentro de la Alianza.
4. La nueva OTAN mantiene la hegemon¨ªa de Estados Unidos en asuntos europeos occidentales. El liderazgo de Washington refleja y refuerza el bajo nivel de cohesi¨®n en Europa occidental y bloquea el avance hacia una mayor cohesi¨®n en el futuro. Europa ya no es la confusi¨®n de 1945-1949, y no necesita a Estados Unidos como ¨¢rbitro, dado el elevado nivel de interdependencia de la regi¨®n, resultado de cuatro d¨¦cadas de integraci¨®n pac¨ªfica. Tambi¨¦n es de temer que un liderazgo de Washington en temas de defensa se traslade a la esfera econ¨®mica, con la resultante frustraci¨®n del objetivo de los europeos de alcanzar una mayor autonom¨ªa en sus relaciones internacionales.
5. Esta Europa atlantista no ofrece soluciones viables y espec¨ªficas a los europeos del Este. Aunque garantiza a los occidentales una p¨®liza de seguro, contra una posible involuci¨®n en la antigua URSS, no tiene en cuenta las necesidades de seguridad de los pa¨ªses situados entre la OTAN y la ex URSS o entre ellos mismos, y se ven atrapados entre una Alemania emergente y una Rusia inestable. Con la posibilidad de una futura integraci¨®n o asociaci¨®n, no se solucionan los problemas de estas sociedades en periodo de transici¨®n.
En conclusi¨®n, Ia nueva OTAN representa una visi¨®n anglo-norteamericana y conservadora de la seguridad en el Viejo Continente, que tiene sus or¨ªgenes en el "compromiso continental" del imperio brit¨¢nico en el siglo XIX hasta 1918 y reemplazado por la doctrina abierta de contenci¨®n de Estados Unidos a partir de 1947. Su mayor obst¨¢culo es la oposici¨®n abierta de Francia y encubierta de Italia, B¨¦lgica, Espa?a y Grecia, que optan por una visi¨®n m¨¢s aut¨®ctona de la seguridad del continente, una nueva doctrina neogaullista "Europa para los europeos", la cual creen posible tras la desaparici¨®n de la amenaza sovi¨¦tica. El punto d¨¦bil de todos los argumentos es que no dan respuesta a las necesidades defensivas de seguridad de Europa del Este y los Balcanes, como pueden comprobar los yugoslavos hoy d¨ªa.
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