C¨¦line se carte¨® con un escritor israel¨ª
El autor franc¨¦s public¨® furibundos panfletos antisemitas
La revista literaria francesa Levant acaba de desenterrar una de las correspondencias literarias m¨¢s ins¨®litas de nuestro siglo: la sostenida entre 1955 y 1957 por Louis-Ferdinand C¨¦line y el escritor israel¨ª Jacques Ovadia. Hasta ahora, la ¨²nica relaci¨®n con los jud¨ªos que se le conoc¨ªa a C¨¦line era la de los furibundos panfletos antisemitas que escribi¨® en v¨ªsperas de la II Guerra Mundial.Desde Tel Aviv, Ovadia tom¨® la iniciativa de una correspondencia que durar¨ªa tres a?os. Pese al notorio antisemitismo de C¨¦line, Ovadia, lector entusiasta de Viaje al fin de la noche y Muerte a cr¨¦dito, admiraba al escritor franc¨¦s. En su primera carta, el israel¨ª solicitaba la ayuda de C¨¦line en la b¨²squeda de un editor para una autobiograf¨ªa novelada que acababa de escribir.
Ovadia era un personaje muy pintoresco. Hijo de una cat¨®lica alemana y un jud¨ªo griego, se hab¨ªa educado en Francia y Egipto, hab¨ªa sido: marinero y legionario y se hab¨ªa sumado al nacimiento de Israel en calidad de instructor militar. M¨¢s tarde se hab¨ªa convertido en el director de ¨²nico peri¨®dico en franc¨¦s del Estado israel¨ª. Pese a sus idea les izquierdistas, Ovadia, como tantos de sus compatriotas aceptaba de buen grado los encargos del Mosad.
A mediados de los a?os cincuenta, C¨¦line viv¨ªa como un apestado en Medoun. Hab¨ªa pasado los ¨²ltimos meses de la guerra en la Alemania hitleriana, luego se hab¨ªa refugiado en Dinamarca, y a su regreso a Francia, en 1951, hab¨ªa sido condenado a un a?o de prisi¨®n por colaboracionismo con los nazis. S¨®lo Gaston Gallimard le hac¨ªa caso, y C¨¦line se lo pagaba con unas cartas tremebundas en las que el paciente editor de la NRF era tildado de "t¨ªa vieja", "basura", "caja fuerte", "bandido", "macarra", "hip¨®crita" y otras lindezas. Las Cartas a la NRF de C¨¦line han sido publicadas hace unas semanas.
El gesto de Ovadia reconfort¨® al aislado C¨¦line. En febrero de 1955, firmando con su verdadero nombre, doctor Destouches, respondi¨® al israel¨ª: "Si usted lo desea, escribir¨¦ el prefacio de su manuscrito. ?Para enmerdar a esos tartufos que me acusan de antisemita!".
C¨¦line intent¨® sin ¨¦xito convencer a Gallimard de la necesidad de publicar la biograf¨ªa novelada de Ovadia. Cuando comprendi¨® que hab¨ªa fracasado, escribi¨® a su corresponsal jud¨ªo: "Gallimard no rechazar¨ªa la publicaci¨®n si usted fuera famoso".
Ovadia tuvo algunos problemas en Israel cuando la prensa se enter¨® de que se estaba carteando con C¨¦line. Pero ello no le impidi¨® viajar a Medoun en 1958: "Le expliqu¨¦ a C¨¦line", cont¨® el autor israel¨ª, "la aventura de los colonos socialistas que so?aban con una sociedad nueva y se afanaban por desecar los pantanos y fertilizar los desiertos. 'Tengo que decirle que admiro profundamente a esa gente', me dec¨ªa".
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