El cambio de nombre
LA URSS se llamar¨¢ a partir de ahora Uni¨®n de Estados Soberanos (UES). Es una decisi¨®n hist¨®rica adoptada por siete rep¨²blicas, pero queda a¨²n mucho trecho que recorrer para plasmar las nuevas relaciones que van a mantenerlas agrupadas. Los principales firmantes del acuerdo son Rusia y Kazajst¨¢n. El gran ausente, Ucrania. En todo caso, es notable que los tres terrenos en que las rep¨²blicas han decidido asociarse, con nexos confederales, son la econom¨ªa, la pol¨ªtica exterior y la defensa, los mismos en que la Comunidad Europea se esfuerza actualmente por lograr pol¨ªticas comunes de los Doce. Ello confirma hasta qu¨¦ punto, si cuaja esta Uni¨®n de Estados, no se parecer¨¢ en nada a lo que era la centralista y fenecida Uni¨®n Sovi¨¦tica. Por otra parte, el car¨¢cter confederal de esta nueva uni¨®n facilitar¨¢ que otras rep¨²blicas, actualmente fuera, puedan incorporarse.En ese orden, y por importantes que hayan sido los esfuerzos de Gorbachov por lograr el acuerdo, no cabe duda de que hoy el factor decisivo del proceso es Rusia. En el trasfondo de los actuales cambios jur¨ªdicos y pol¨ªticos -y al margen de la ca¨ªda del comunismo, del que cada vez se habla menos-, el gran giro hist¨®rico que est¨¢ sobre el tapete es si Rusia va a renunciar a su papel imperialista, como dominadora de otros pueblos, que caracteriz¨® al zarismo y que sigui¨®, con otras formas, en la etapa sovi¨¦tica. Como ha escrito el antiguo consejero de Carter Zbigniew Brzezlnski, se trata de saber si los rusos "desean seguir como naci¨®n imperial que domina a sus vecinos por alto que sea el coste para ellos, o si se convertir¨¢n en una naci¨®n europea normal, cada vez m¨¢s moderna y democr¨¢tica".
El reciente conflicto surgido ante la exigencia de la rep¨²blica de los Chechenos -integrada en Rusia- de proclamar su independencia demuestra hasta qu¨¦ punto subsisten tendencias dominadoras en un dirigente como Yeltsin, palad¨ªn de la lucha democr¨¢tica. La primera reacci¨®n de ¨¦ste fue anular la autonom¨ªa de la rep¨²blica y someterla a una administraci¨®n directa desde Mosc¨². Felizmente, poco despu¨¦s rectific¨® y reconoci¨® haber cometido un error. No es frecuente que un pol¨ªtico se autocritique como ha hecho Yeltsin, y probablemente anuncia una actitud nueva que empieza a manifestarse en la direcci¨®n rusa. Y no s¨®lo en el plano personal. Son significativas las palabras que pronunci¨® ante el Parlamento al explicar c¨®mo se hab¨ªa corregido el error en el caso de los chechenos. "La democracia parlamentaria", dijo, "est¨¢ ahora naciendo en Rusia. Los poderes ejecutivo y legislativo se controlan mutuamente, y s¨®lo este procedimiento puede evitar errores que podr¨ªan conducir a consecuencias tr¨¢gicas". Si el desarrollo ruso fuese por esa v¨ªa, el horizonte se esclarecer¨ªa.
El problema de los chechenos es peque?o comparado con los otros que pueden surgir entre las rep¨²blicas si no se logran soluciones negociadas. El caso m¨¢s grave es el de Ucrania, con sus 51 millones de habitantes y con un terrible potencial conflictivo con Rusia, si ambas rep¨²blicas no lograsen quedar integradas en una uni¨®n de alg¨²n tipo. El voto del Parlamento de Kiev pidiendo la creaci¨®n de un ej¨¦rcito de 400.000 hombres puede parecer propagand¨ªstico, cuando a¨²n no hay un presupuesto, pero es una indicaci¨®n del camino militarista que podr¨ªa tomar Ucrania si las cosas van por el camino de la ruptura. Otra se?al de ese clima es la ley aprobada por el Parlamento de Kiev en la que se fija una pena de 10 a?os de c¨¢rcel a los que pongan en duda la intangibilidad de las fronteras de Ucrania. Ley dirigida a muchos millones de rusos que en zonas como Crimea u Odesa rechazan rotundamente integrarse en una Ucrania que por primera vez en la historia- hubiese roto totalmente sus lazos con Rusia.
Estos datos subrayan la importancia decisiva para la nueva uni¨®n de las elecciones presidenciales del 1 de diciembre en Ucrania. Si el actual presidente, Kravchuk -que ya ha aceptado el acuerdo econ¨®mico con las otras rep¨²blicas-, fuese elegido, es posible que se abran perspectivas para que una Ucrania soberana pueda asociarse a Rusia y a otras rep¨²blicas con lazos confederales: probablemente, a estas alturas, la mejor soluci¨®n para todos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.