Buena, bonita y barata
La primera fusi¨®n nuclear abre nuevas perspectivas de una energ¨ªa m¨¢s limpia en 50 a?os
Si en la tarde del s¨¢bado 9 de noviembre alguien se hubiera acercado por casualidad a las instalaciones del laboratorio JET (Joint European Torus), cercanas a Londres, hubiera visto correr el champa?a por doquier. La causa de tanta alegr¨ªa era dif¨ªcil de explicar en pocas palabras, pero la noticia corri¨® r¨¢pidamente por el mundo cient¨ªfico y alcanz¨® enseguida las p¨¢ginas de los peri¨®dicos. El JET ha conseguido energ¨ªa de fusi¨®n era el t¨ªtulo de la nota difundida por la propia organizaci¨®n internacional, en la que participan 14 pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a.
Detr¨¢s quedaban ocho a?os de trabajo con la m¨¢quina, por lo que la alegr¨ªa parec¨ªa justificada, pero por delante quedan todav¨ªa muchos a?os, algunos dicen que 50 y otros un poco menos, hasta conseguir reactores comerciales de fusi¨®n."Es un hito importante", afirma Federico Mompe¨¢n, un cient¨ªfico espa?ol que durante dos a?os estuvo al cargo de uno de los experimentos del JET, all¨ª en Culham, y ahora est¨¢ en el CSIC. "Es una aventura que hab¨ªa que correr, y ha salido bien", afirma Jos¨¦ Antonio Tagle, un veterano del JET que desde primera fila vigila el plasma donde se producen las reacciones de fusi¨®n de las que se obtiene energ¨ªa.
Lo que pas¨® ese s¨¢bado fue que por primera vez se realizaba la reacci¨®n f¨ªsica que los cient¨ªficos han escogido desde hace muchos a?os como la id¨®nea para extraer de forma controlada la energ¨ªa de los n¨²cleos at¨®micos En s¨®lo dos segundos se consiguieron, haciendo fusionarse n¨²cleos de deuterio y de tritio, casi dos millones de vatios de energ¨ªa, una cantidad muy respetable si se tiene en cuenta que el punto de partida original fue el agua.
Algo semejante a lo que experimentaron los cient¨ªficos del JET (un tokamak donde el combustible se calienta a muy altas temperaturas, 10 veces las alcanzadas en el interior del Sol, y se confina con campos magn¨¦ticos) debieron de sentir los primeros que iniciaron el camino hacia la energ¨ªa nuclear de fisi¨®n, la que mueve las centrales nucleares actuales. Fue poco antes de la Segunda Guerra Mundial, durante la que las bombas at¨®micas A, basadas en el mismo principio, dejaron bien claro que en el interior de los ¨¢tomos hay mucha energ¨ªa que se puede liberar.
La euforia de entonces, sin embargo, ha dado paso a una gran cautela e incluso rechazo, en parte por la gravedad de los accidentes, que ya no pueden considerarse casi imposibles despu¨¦s de lo ocurrido en Chern¨®bil, y en parte por el problema de contaminaci¨®n radiactiva a muy largo plazo que suponen los residuos generados.
?Pasar¨¢ lo mismo con la energ¨ªa de fusi¨®n, que tambi¨¦n tiene en su haber sus correspondientes bombas, las H, y que tampoco es totalmente limpia ni segura, aunque s¨ª mucho m¨¢s f¨¢cil de controlar?
La panacea
El director del JET, el franc¨¦s Paul-Henri Rebut, es de los que piensan que se podr¨ªa ir m¨¢s deprisa si hubiera fondos suficientes, pero que siempre es dif¨ªcil que la sociedad opte por algo que queda todav¨ªa lejos, aunque sea la panacea para las crecientes necesidades de energ¨ªa del mundo.Una nota optimista la han aportado las potencias nucleares (Estados Unidos, la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Jap¨®n y Europa), que acaban de unirse para desarrollar un nuevo reactor, el ITER (siglas en ingl¨¦s de Reactor Experimental Termonuclear Internacional), paso siguiente al JET.
Con una potencia de 1.000 megavatios, el ITER se acercar¨ªa ya al horizonte de los reactores comerciales, aunque ni siquiera est¨¢ dise?ado todav¨ªa. S¨ª se sabe que ser¨¢ bastante mayor que el JET (que ocupa una altura de 10 metros y pesa 3.500 toneladas), entre otras cosas, porque el JET es simplemente una m¨¢quina, aunque grande, cara y complicada, que intenta demostrar la viabilidad de la fusi¨®n, pero no pretende obtener energ¨ªa. En el ITER, el toro -forma de rosquilla- que constituye el n¨²cleo del reactor medir¨¢ 5,8 metros de radio mayor y 2,2 metros de radio menor, frente a los casi tres metros y 1,20 del JET, respectivamente.
Aunque el futuro reactor nuclear no tenga planos, s¨ª se conoce c¨®mo ser¨¢ el proceso. El combustible es abundante en la naturaleza, y se puede sacar directamente del agua en el mismo lugar donde se construya el reactor. Se trata del deuterio -un is¨®topo del hidr¨®geno que tiene en el n¨²cleo un neutr¨®n adem¨¢s del prot¨®n del hidr¨®geno normal-.
Sin embargo, para que se produzca una reacci¨®n rentable en forma de energ¨ªa, es necesario a?adir al deuterio el tritio, otro is¨®topo del hidr¨®geno con un neutr¨®n m¨¢s, que no existe en la naturaleza. Habr¨ªa que fabricarlo, lo que se har¨ªa tambi¨¦n en la misma planta, y es caro y radiactivo. Pero los t¨¦cnicos tienen ya dise?ado el circuito casi cerrado que har¨ªa rentable este proceso. Se a?ade tritio al deuterio al iniciar la reacci¨®n y luego el propio proceso produce tritio, que se recupera y se sigue a?adiendo para mantener la reacci¨®n.
Pero hace falta otra cosa m¨¢s para extraer la energ¨ªa, el litio, un mineral que tambi¨¦n es abundante en la corteza terrestre, pero no tanto como para no empezar a preguntarse si faltar¨¢ una vez que se popularice la energ¨ªa de fusi¨®n.
La radiactividad est¨¢ presente en todo el proceso, como han recorda¨ªdo las organizaciones ecologistas, que critican su coste, su centralizaci¨®n, que el plazo para su viabilidad comercial es demasiado largo y afirman que la ¨²nica energ¨ªa de fusi¨®n que necesitamos es la del Sol. Existe tambi¨¦n el riesgo de accidente qu¨ªmico, con su correspondiente peligro de explosi¨®n, porque entre los materiales utilizados los hay t¨®xicos y explosivos.
La fusi¨®n se ha intentado por otra v¨ªa, que se encuentra menos desarrollada en general; es la conocida como confinamiento inercial, donde el deuterio y el tritio, en forma de microbolitas, son bombardeados por potentes l¨¢ser (del tama?o de un edificio) para alcanzar la temperatura necesaria para que se fusionen los n¨²cleos. Una v¨ªa tambi¨¦n tecnol¨®gicamente muy complicada. De lo que ya nadie habla, como fuente de energ¨ªa, es de la fusi¨®n fr¨ªa, la serpiente de verano de hace tres a?os que hizo correr r¨ªos de tinta y que pretend¨ªa obtener energ¨ªa de los ¨¢tomos a temperatura ambiente.
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