The Cult, para las tribus
En el Pabell¨®n se respiraba un aire denso que al comenzar la m¨²sica se convirti¨® en descargas electrizantes y cat¨¢rquicas desde la guitarra, o desde un bajo tan duro y omnipresente como cualquier golpe ejecutado por el bater¨ªa. Les acompa?aba un teclado de lujo que, distingui¨¦ndose del grupo en una esquina del escenario, repet¨ªa los acordes precisos para que Ian Astbury volviese locos cuerpos y o¨ªdos.Con una m¨²sica primaria y un sonido casi espacial, fueron cayendo temas de sus trabajos anteriores, desde uno de sus m¨¢s conocidos, She sells security, hasta abarcar todos los de su ¨²ltimo elep¨¦.
The Cult demuestra que, aun con influencias y poses que pasan por Led Zeppelin o Jimi Hendrix, el rock en su versi¨®n m¨¢s urbana sigue presente y vital. La velocidad, el desenfreno y la falta de prejuicios sonoros convirtieron el pabell¨®n en una masa caliente. Era inevitable recorrer con la vista las manos del esquivo Duffi sobre todos los trastes de su desgarrada guitarra. Ofreci¨® un sonido redondo y doloroso, creado casi desde el movimiento, de sus piernas, que acompa?aba la ceremonia celebrada por Astbury sobre el escenario. Y el culto que profesan es hacia el aspecto m¨¢s duro y frustrado de las tribus urbanas.
The Cult
Pabell¨®n de Deportes del Real Madrid. Lleno, 4.000 personas. Madrid, 16 de noviembre.
No olvidaron en ning¨²n momento el v¨¦rtigo de la velocidad sonora. Cuatro m¨²sicos abarrotando de sonidos la voz de un Astbury que, con su arrogancia y carisma, completaban un escenario sobrio y fuerte.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.