Un grito de libertad

Ruy Blas fue un grito de libertad, una batalla m¨¢s por las igualdades y las fraternidades que hab¨ªa proclamado la Revoluci¨®n Francesa unos a?os.antes, y que se extingu¨ªan o se traicionaban. Sigui¨® en pocos a?os a la batalla de Hernani, y la coron¨®. Literariamente, era la entrada del melodrama con dignidad en el escenario, y la fluencia de un lenguaje abierto, grande, reflexivo. V¨ªctor Hugo, en fin. En este texto de ahora, que ?ngel Guti¨¦rrez ha adaptado no s¨¦ de qu¨¦ traducci¨®n, quedan muchas bellezas y, digamos, mucha doctrina. La historia del lacayo y la reina parece hoy menos posible todav¨ªa que entonces: la aurora que apuntaba V¨ªctor Hugo para el futuro ha aparecido muchas veces, en tantas revoluciones, guerras, paces y descubrimlentos, y ha encontrado siempre su ocaso. Ahora ya se mira como una trampa.Texto y lenguaje percutir¨ªan mejor si no se dijeran con tanta lentitud, y si los alumnos de Guti¨¦rrez que forman esta compa?¨ªa del Teatro de C¨¢mara de Madrid cuidasen su prosodia. Estamos hablando de un teatro marginal, al que se puede exigir menos que a la profesionalidad habitual. Dentro de esto, el esfuerzo de ?ngel Guti¨¦rrez y su compa?¨ªa es admirable, busca siempre un teatro significativo y con calidad. Otras veces lo han conseguido mejor que ahora; y alguna otra vez lo har¨¢n tambi¨¦n mejor.