Mitterrand confirma que la plena pertenencia a la familia franc¨®fona pasa por la democracia
La presencia de Jean-Bertrand Aristide y la ausencia del mariscal Mobutu Sese Seko expresan el esp¨ªritu de la conferencia de pa¨ªses franc¨®fonos inaugurada, ayer en Par¨ªs. Aristide, depuesto por un golpe de Estado el 30 de septiembre, est¨¢ considerado por los jefes de Estado y de Gobierno presentes en Par¨ªs como el presidente leg¨ªtimo de Hait¨ª. En cambio, Mobutu, que desde hace lustros gobierna autoritariamente Zaire, no recibi¨® el visado de sus pares.
JAVIER VALENZUELA, En su discurso de inauguraci¨®n, Fran?ois Mitterrand se felicit¨® del hecho de que "numerosos pa¨ªses africanos" hayan emprendido "un amplio movimiento de reformas democr¨¢ticas", y precis¨® que, "una vez adoptada la buena direcci¨®n", cada uno de esos pa¨ªses "debe fijar con total independencia las modalidades y los ritmos que le convienen". El presidente franc¨¦s lament¨® que' "muchos pa¨ªses industrializados" consagren "una parte rid¨ªcula" de sus presupuestos a la ayuda al desarrollo.La presencia en el palacio de Chaillot del presidente en el exilio de Hait¨ª, Aristide, confirm¨® que Mitterrand y la mayor¨ªa de sus hu¨¦spedes no est¨¢n dispuestos a tolerar gobernantes impuestos por la fuerza. Las ausencias tambi¨¦n marcaron la jornada inaugural de este cuarto encuentro de pa¨ªses franc¨®fonos, que re¨²ne a una veintena de jefes de Estado y de Gobierno. Entre las faltas m¨¢s sonadas, las del mariscal zaire?o Mobutu y el rey de Marruecos, Hassan II.
Los 47 pa¨ªses y comunidades representados en Par¨ªs agrupan a 250 millones de personas que utilizan el franc¨¦s como lengua materna o como primera lengua extranjera. Rumania, Bulgaria y Camboya se sumaron ayer a los habituales de este tipo de encuentros: Francia, Suiza, B¨¦lgica, Canad¨¢, L¨ªbano, los pa¨ªses del Magreb y numerosos pa¨ªses del Africa negra.
Los reunidos en Chaillot no se dedican a hablar del acento circunflejo y otras complicaciones ortogr¨¢ficas del franc¨¦s. La presente cumbre est¨¢ destinada a confirmar el lazo. entre democratizaci¨®n y ayuda al desarrollo establecido por Mitterrand en la conferencia francoafricana celebrada en 1990 en La Baule. Mitterrand dijo entonces que Francia no ayudar¨ªa a ningun.pa¨ªs que no emprendiera de inmediato el camino a la democracia.
La Baule signific¨® el bautizo de una nueva pol¨ªtica francesa respecto a sus ex colonias, una pol¨ªtica que con el nombre de paristroika ha dado ya sus frutos con la puesta en marcha de procesos democr¨¢ticos en B¨¦nin, Congo y otros pa¨ªses de! ?frica negra. En estas circunstancias, la elecci¨®n de Kinshasa, la capital de Zaire, como sede de la cuarta cumbre de la francofon¨ªa era poco afortunada. Kinshasa hab¨ªa sido elegida en el tercer encuentro de este tipo, celebrado en Dakar en mayo de 1989.
Antes de los disturbios que el pasado septiembre sacudieron la capital zaire?a, franceses, belgas y canadienses hab¨ªan decidido cambiar la convocatoria y citar al mundo franc¨®fono en Par¨ªs. Las repetidas violaciones de los derechos humanos en Zaire convert¨ªan a Mobutu en un personaje poco presentable.. Ahora, a trav¨¦s de su ministro de Cooperaci¨®n, Francia le ha declarado p¨²blicamente persona non grata.
El presidente de Madagascar, Didier Ratsiraka, que el pasado agosto orden¨® a sus tropas disparar contra la muchedumbre, tampoco ha recibido luz verde para viajar a Par¨ªs.
Sin embargo, el veterano Felix Houphouet-Boigny, presidente de Costa de Marfil y decano de los jefes de Estado africanos, y el gabon¨¦s Ornar Bongo se encuentran en la capital francesa.
Quiz¨¢ es la prueba de que, como su modelo sovi¨¦tico, la paristroika es una reforma y no una revoluci¨®n.
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