Los jueces de Madrid prefieren que los 'yonquis' cumplan condena en centros de rehabilitaci¨®n
La negativa de un juez a excarcelar legalmente a un toxic¨®mano que estaba rehabilit¨¢ndose en El Patriarca ha desatado un debate entre jueces madrile?os sobre la conveniencia de que los presos drogadictos purguen sus penas en centros especializados de desintoxicaci¨®n. Aunque casi todos los magistrados son partidarios de la rehabilitaci¨®n del drogodependiente fuera de la c¨¢rcel, los hay reacios a autorizarlo. Esgrimen, por un lado, que faltan centros p¨²blicos capacitados para cumplir esa labor, y por otro, que algunos de los privados, entre ellos El Patriarca, no les tienen informados del proceso terap¨¦utico.
La notable deficiencia de centros p¨²blicos es una realidad. El tratamiento ambulatorio en alguno de los siete centros de atenci¨®n al drogodependiente (CAD) aparece como una de las pocas alternativas que ofrece la Administraci¨®n a los jueces. Adem¨¢s, casi todos los CAD, propiedad del Ayuntamiento, est¨¢n saturados de toxic¨®manos. Dos de ellos -el que atiende las demarcaciones de Puente Vallecas, Vallecas Villa y Hortaleza, y el de San Blas, Vic¨¢lvaro, Ciudad Lineal y Barajas- tienen lista de espera de un mes. El 30 septiembre pasado, 173 toxic¨®manos estaban pendientes de tratamiento en ambos CAD, seg¨²n reconocen fuentes del Plan Municipal contra la Droga.La titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria n¨²mero 1 de Madrid, Manuela Carmena, tuvo que facilitar hace dos semanas un permiso especial a un preso drogadicto -enfermo de sida- porque el juez que lo hab¨ªa condenado por un robo se negaba a excarcelarlo. Este juez arg¨¹¨ªa que la granja en la que ¨¦ste intentaba desintoxicarse, El Patriarca, no le ofrec¨ªa "suficientes garant¨ªas", seg¨²n la justificaci¨®n que ofrecieron fuentes de su entorno.
Otras fuentes judiciales comparten la decisi¨®n del juez que prohibi¨® la excarcelaci¨®n del toxic¨®mano. "Si hubiese sido en otro sitio, por ejemplo, en Proyecto Hombre, lo habr¨ªa autorizado, sin duda; as¨ª lo ha hecho en otros muchos casos...". "Hay comunidades terap¨¦uticas", agregan, "que informan regularmente al juez, pero El Patriarca no s¨®lo no lo hace, al menos ¨²ltimamente, sino que adem¨¢s traslada a internos a granjas del extranjero sin avisar".
Fuentes de El Patriarca han reconocido que, desde hace algo m¨¢s de un mes, desde que se march¨® la persona que verificaba los informes judiciales, se ha producido una acumulaci¨®n de trabajo, lo que ha podido provocar una desconexi¨®n temporal entre la organizaci¨®n y los jueces. "Aunque lo normal", se?alan, "es que siempre enviemos los informes que nos piden los jueces". Estas fuentes reconocen que hay internos que acuden a El Patriarca, m¨¢s que con una voluntad clara de rehabilitarse, para eludir la c¨¢rcel."
"El mal mayor"
El titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 14 de Madrid, Jos¨¦ Antonio Alonso, aun sopesando la deficiente informaci¨®n que ofrecen algunas instituciones privadas, es partidario, "como mal menor", -subraya, del internamiento del drogodependiente en un centro especializado; "el mal mayor es siempre la c¨¢rcel", apostilla.
Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez Prieto, responsable del Juzgado de lo Penal n¨²mero 1, tambi¨¦n es partidario de la excarcelaci¨®n, prevista, dice, en el ordenamiento jur¨ªdico, "pero siempre y cuando exista un control". Dadas las deficiencias que presenta el sistema, Fern¨¢ndez-Prieto "es reacio", argumenta, a utilizar tales instrumentos, aunque los aplica si est¨¢n justificados.
El juzgado de Manuela Carmena dispone de un equipo psico-social encargado de examinar la situaci¨®n del drogadicto y, en su caso, elevarla al juez para que dictamine. Este equipo suele trabajar con los CAD y con diversas comunidades terap¨¦uticas.
"En todas las c¨¢rceles existen equipos a los que el toxic¨®mano puede expresar su intenci¨®n de dejar la droga. Si se le deniega la excarcelaci¨®n, puede recurrir al juzgado de vigilancia", aclara Isabel Casado, coordinadora del citado equipo. "Siempre que el interno tenga voluntad manifiesta de rehabilitarse, y lo demuestre, se le concede autorizaci¨®n".
"Es la ¨²nica respuesta ¨²til", opina Jos¨¦ Luis Calvo Cabello, magistrado titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 4 de Madrid. ?l es "absolutamente partidario" del internamiento del drogadicto en centros especializados.
Carlos Ollero, titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 10, explica: "Lo ideal ser¨ªa que las c¨¢rceles tuvieran medios suficientes para ocuparse del tra,tamiento de estos internos". Ollero tambi¨¦n es partidario de la rehabilitaci¨®n fuera de la c¨¢rcel, aunque sostiene que el juez, antes de autorizar una excarcelaci¨®n, debe cerciorarse "de la naturaleza de la instituci¨®n a la que pretende ir el interno, su titularidad y forma de proceder".
Carmen Neira, titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 20, entiende que el toxic¨®mano ,les un enfermo", al que ampara el C¨®digo Penal (art¨ªculos 8 y 9) para que pueda cumplir una eventual condena, si no es reincidente, en un centro de desintoxicaci¨®n. Neira, como tambi¨¦n hacen casi todos los jueces madrile?os, suele consultar con el Servicio Interdisciplinar de Atenci¨®n a Drogodependientes (SIAD) antes de adoptar una decisi¨®n.
La posibilidad de recuperaci¨®n del preso es muy aleatoria, opinan fuentes judiciales.
Aparte de los CAD, en Madrid s¨®lo hay dos granjas terap¨¦uticas p¨²blicas: una'de la Comunidad, dotada con 22 plazas, en Villaviciosa de Od¨®n, y otra del Ayuntamiento, con 45 plazas.
El Ayuntamiento dispone tambi¨¦n de otras 90 plazas en centros privados. Esa cantidad, a la que hay que unir las 1.700 plazas que suman los siete CAD de Madrid, es insuficiente si se tiene en cuenta que un 25,6% de los invididuos drogadictos que pasa por los calabozos de la: plaza de C¨¢stilla expresa al SIAD el deseo de dejar la droga, seg¨²n revela su coordinadora, Alicia Ga?¨¢n.
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