"A veces quisiera decir: "me voy"
La definici¨®n que el monarca da de su pa¨ªs se ajusta perfectamente a este ¨²ltimo gran personaje del mundo ¨¢rabe. El, rey Hassan II describe a Marruecos como "un ¨¢rbol cuyas ra¨ªces se hunden en ?frica, pero, cuyas ramas se nutren del ox¨ªgeno que llega de Europa". En esta entrevista celebrada en el palacio de Marraquech, que tiene la densidad de un testamento pol¨ªtico, el monarca alau¨ª se pronuncia sobre una nutrida serie de asuntos. En un momento manifiesta: "De vez en cuando me siento tan cansado que quisiera quitarme el traje oficial y decir: 'Me voy". Esta conversaci¨®n forma parte de una serie que viene publicando EL PA?S con jefes de Estado de Oriente Pr¨®ximo y del Magreb.
El rey Hassan II est¨¢ en ¨®ptima forma y me recibe en el suntuoso palacio de Marraquech. Los pro blemas entre Rabat y Par¨ªs abren el fuego. "?Qui¨¦n perder¨¢ m¨¢s por esta situaci¨®n, majestad Francia o Marruecos?". "Los dos", me contesta el rey en un franc¨¦s impecable, el idioma en el que se siente m¨¢s c¨®modo.Pregunta. Una llamada telef¨®nica suya desde Washington a Yasir Ar¨¢fat, durante la celebraci¨®n del congreso palestino en Argelia, desbloque¨® la ¨²ltima fase de lareuni¨®n ¨¦ hizo posible la Conferencia de Paz. ?Jugar¨¢ Marruecos a partir de ahora un papel todav¨ªa m¨¢s importante en el proceso de paz?
Respuesta. No creo que mi llamada determinara una decisi¨®n tan definitiva. Adem¨¢s no habl¨¦ personalmente con el presidente Arafat. Con ¨¦l habl¨® mi consejero del gabinete real desde Washington [donde el monarca se encontraba en vista oficial]. Era la primera vez que el presidente George Bush hablaba oficialmente ante representantes de los Estados ¨¢rabes y la prensa internacional no s¨®lo de las resoluciones 242 y 338 [de la ONU], sino tambi¨¦n de los derechos del pueblo palestino. Pens¨¦ que reflejaba un compromiso del presidente y, dado que somos amigos desde hace mucho tiempo, entend¨ª que se trataba de un mensaje muy especial. Por tanto, hice que llamaran al pjesidente Arafat para dmirle: "Esta es la ocasi¨®n no la desaproveches". Pero de esto a pensar que una llamada m¨ªa pueda ser tan determinante como se dice, s¨®lo Dios lo sabe.
P. Despu¨¦s de esta importante mediaci¨®n entre Bush y Arafat, como presidente del Comit¨¦ para Jerusal¨¦n y descendiente del profeta, ?cu¨¢l ser¨¢ su misi¨®n espec¨ªfica, su objetivo m¨¢s concreto?
R. Todos los pa¨ªses ¨¢rabes tienen un papel que jugar en el proceso de paz. Sean pa¨ªses que est¨¢n cerca de Israel o que no lo est¨¢n. Naturalmente hay algunos que est¨¢n m¨¢s implicados que otros, como Siria, L¨ªbano, Jordania y los mismos palestinos. Es necesario que sean atacantes firmes y solidarios. Las batallas diplom¨¢ticas son como las batallas ,militares. Cuando se controla la retaguardia y se sabe que se dispone de reserva y apoyo, s¨®lo se puede ganar.
P. ?Y Jerusal¨¦n?
R. Hay un contencioso ¨¢rabeisrael¨ª, un contencioso que existe desde hace m¨¢s de cuarenta a?os, y al que desde 1967 se ha a?adido un contencioso isl¨¢mico-israel¨ª por la ocupaci¨®n de Jerusal¨¦n. Est¨¢ claro que la cuesti¨®n de Jerusal¨¦n interesa a todos los pa¨ªses musulmanes. No s¨®lo a los pa¨ªses ¨¢rabes. Interesa aproximadamente a mil millones de personas. Como presidente del Comit¨¦ para Jerusal¨¦n, no tengo una funci¨®n espec¨ªfica que desarrollar, pero s¨ª tengo una responsabilidad especial ante todos los pa¨ªses isl¨¢micos.
P. Hablando con realismo, ?Cu¨¢l es la soluci¨®n para el problema palestino y cu¨¢l la influencia que el radicalismo isl¨¢mico sostenido por Teher¨¢n puede ejercer sobre un eventual acuerdo ¨¢rabe-israel¨ª para Palestina?
R. Considero que Israel, los palestinos, los jord¨¢nos han vivido durante siglos sin preguntarse qui¨¦n ten¨ªa la soberan¨ªa. Quiz¨¢ la ten¨ªan los otomanos, o los abasidas, o los omeyas. Todos viv¨ªan juntos en la paz y la prosperidad. Ya que la pol¨ªtica nos est¨¢ permitiendo hoy en d¨ªa cambiar de escenario, hay que dibujar el que pueda ser posible el d¨ªa de ma?ana. No digo que en un futuro pr¨®ximo, pero posible. Pensar en un bloque ¨¢rabe-israel¨ª-palestino es, en mi opini¨®n, una imagen, muy atrevida. Pero no es un sue?o imposible. Creo que es posible. Se necesita tiempo.
P. ?Y con respecto al fundamentalismo isl¨¢mico?
R. Creo que el fundamentalismo musulm¨¢n no tiene nada que ver con el problema de Oriente Pr¨®ximo. Y no lo tiene por una raz¨®n muy sencilla. Empecemos por los palestinos. No todos son musulmanes. Hay muchos que son cristianos. Como se recordar¨¢, hace ya algunos a?os que los Palestinos y hasta la OLP propusieron una soluci¨®n a la libanesa, pluriconfesional y multirracial. Yo no veo que el fundamentalismo musulm¨¢n pueda jugar un papel positivo en una comunidad en la que hay cristianos y tambi¨¦n jud¨ªos entre los palesTInos.
P. En 1986 usted sorprendi¨® al mundo recibiendo en su pa¨ªs a Sim¨®n Peres. Ahora la historia le da la raz¨®n. Israel est¨¢ negociando en la misma mesa con los palestinos. Lo qu¨¦ es prueba de su valor, adem¨¢s de su visi¨®n hist¨®rica. ?Recibir¨ªa hoy tambi¨¦n a Shamir?
R. Son dos cosas diferentes. Por lo que respecta a la visita. de Sim¨®n Peres, tengo que reconocer, efectivamente,que sorprendi¨® a todo el mundo. Pero, en realidad, yo no ten¨ªa nada que negociar con Peres. Estoy a seis mil kil¨®metros de distancia. Estaba dispuesto a dialogar. Porque soy un hombre curioso. Es la curiosidad cient¨ªfica, la curiosidad pol¨ªtica. Quiero saber. La escuela pol¨ªtica en la que me reconozco no proh¨ªbe el di¨¢logo. El di¨¢logo entre adversarios. Incluso se dialoga entre enemigos. Si funciona, se contin¨²a el di¨¢logo. Si no, se abandona el albornoz del di¨¢logo y se ponen los guantes de boxeo. Mi escuela pol¨ªtica es la de mi padre, a favor del di¨¢logo. En 1986 no llegu¨¦ a un acuerdo con Peres, como esperaba. Pero, de todas formas, fue un paso importante. Usted me pregunta ahora si estoy dispuesto a entrevistarme con Shamir. Si Shamir tuviera propuestas que hacer, no me negar¨ªa.
P. La Conferencia de Paz en Madrid ha supuesto un cambio hist¨®rico. Pero, ?ha abierto en realidad horizontes nuevos y verdaderas perspectivas de paz?
R. Usted afirma que la conferencia ha supuesto un cambio hist¨®rico. Yo dir¨ªa m¨¢s bien que ha sido un cambio importante para la evoluci¨®n de la historia. Porque la historia se hace d¨ªa a d¨ªa. Es importante porque, por primera vez, todos se han sentado alrededor de la misma mesa. Es import¨¢nte porque se ha eliminado una serie de tab¨²es. La pol¨ªtica es como la may¨¦utica, como el parto. Como dir¨ªa S¨®crates, cuando una mujer empieza a dar a luz, el ni?o no va hacia arriba, sino hacia abajo. Lo que hay que esperar es que sea sano. El proceso del nacimiento ha comenzado. S¨®lo Dios sabe cu¨¢nto durar¨¢.
P. Geogr¨¢ficamente hablando, Marruecos se?ala el l¨ªmite occidental del Magreb. ?Ha favorecido esta distancia su pol¨ªtica de moderaci¨®n, o su moderaci¨®n nace m¨¢s bien de su capacidad personal de valorar las situaciones con frialdad y racionalidad?
R. La geografia es un elemento determinante en la formaci¨®n de un pueblo y en el desarrollo de su car¨¢cter. Examinemos Marruecos. Marruecos tiene a Espa?a al Norte. Los turcos, a la derecha, hacia Argelia. El desierto, al Sur. El Atl¨¢ntico, a la izquierda. Si hubi¨¦ramos sido un pais radical, habr¨ªamos tenido con conflictos con todos nuestros vecinos y se habr¨ªan visto obligados a arrojamos al oc¨¦ano. Pero, al enfrentarnos a las dificultades, con el oc¨¦ano por una parte, el desierto por otra, los espa?oles al.Norte, hemos aprendido a lo largo de los siglos a vivir y a convivir con nuestros vecinos. Naturalmente no ha sido siempre de una forma pac¨ªfica. Se dice que hemos conquistado Espa?a y que los espa?oles nos han expulsado. Pero esto no es importante. Hemos aprendido a vivir.
P. Usted fue el primer l¨ªder ¨¢rabe que se aline¨® con EE UU en el momento de la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait. ?Puede afirmarse que tiene usted una relaci¨®n privilegiada con Bush, mayor que la de otros l¨ªderes ¨¢rabes?
R. Yo conozco al presidente Bush desde hace casi doce a?os. Nos conocemos muy bien. Es un hombre al que siempre he estimado y.que me ha estimado siempre. Hemos sido sinceros y hemos jugado limpio. La guerra del Golfo no ha creado una amistad. Esta amistad ya exist¨ªa. Segundo, Irak invadi¨® Kuwait el 2 de agosto de 1990. El 2 de agosto a mediod¨ªa hubo un Consejo de Ministros en Rabat, en el que se decidi¨® romper relaciones diplom¨¢ticas con Irak y protestar contra la invasi¨®n de Kuwait. Tres d¨ªas despu¨¦s, mis funcionarios estaban en Arabia Saud¨ª para preparar la llegada de las fuerzas armadas reales marroqu¨ªes. La coalici¨®n ¨¢rabe se constituy¨® diez d¨ªas despu¨¦s en El Cairo, hacia el 13, si no me equivoco. Nuestras tropas no entraron en la coalici¨®n intemacional. Fue un gesto bilateral, espont¨¢neo e inmediato por parte" de Marruecos en relaci¨®n con
Arabia Saud¨ª y los Emiratos ?rabes Unidos.
P. ?Se podr¨ªa haber evitado la guerra del Golfo?
R. Era casi imposible evitarla ante la forma en que se desarrollaron los problemas. Porque el di¨¢logo inici¨® mal. No era un di¨¢logo con la cabeza y con las cartas sobre la mesa. Era un di¨¢logo entablado con el coraz¨®n y las v¨ªsceras.
P. Hablando de su pa¨ªs, ?no teme el contagio del fundamentalismo isl¨¢mico, tan fuerte en a cercana Argelia y en T¨²nez?
R. Estos movimientos han sido m¨¢s o menos largos, m¨¢s o menos violentos. Pero eran movimientos puramente religiosos, en el sentido de que se discut¨ªa la interpretaci¨®n de la religi¨®n. Est¨¢ claro que los actuales no expresan integrismo religioso. Es la exportaci¨®n revolucionaria iran¨ª. Y esto no es integrismo. Es otra cosa. Pero considero que el pueblo marroqu¨ª cometer¨ªa un error si descubriera el integrismo.
P. ?C¨®mo van sus relaciones con Argelia? ?Sigue el problema del S¨¢hara envenenando sus relaciones?
R. S¨ª, nos crea problemas. Pero, ?cu¨¢l es el pa¨ªs que no tiene problemas? El nuestro es m¨¢s penoso, ya que no era previsible. Y adem¨¢s ha creado un conflicto entre dos pa¨ªses cercanos y hermanos. Llevamos ya 16 a?os metidos en este problema. Hay que seguir actuando con calma, con ponderaci¨®n y teniendo en cuenta los hechos.
P. Con respecto al S¨¢hara, parece que Marruecos ha vencido militarmente al Polisario. ?Qu¨¦ hay de la batalla pol¨ªtica? ?Es el refer¨¦ndum una soluci¨®n cre¨ªble que ser¨¢ aceptada por la otra parte?
R. [El refer¨¦ndum] No nos ha sido impuesto. Fui yo el que lo pidi¨® en 1964. En la ¨¦poca del general Franco, no lo olvide. La petici¨®n a la ONU de autodeterminaci¨®n para el S¨¢hara fue depositada por Marruecos en 1964. La renovamos en 1981 en la OUA [Organizaci¨®n para la Unidad Africana], y despu¨¦s, en las Naciones Unidas. Por tanto, el refer¨¦ndum no es una imposici¨®n injuriosa para nosotros.
P. Entre el S¨¢hara de la ¨¦poca espa?ola y el de Hassan II, los cambios son revolucionarios. ?Cu¨¢les son los proyectos para el futuro?
R. Los proyectos econ¨®micos para el S¨¢hara son infinitos. El S¨¢hara es susceptible de ser un campo de inversiones y de desarrollo extraordinario.
P. Incluso en el exilio con su padre, ha luchado por la independencia, la unidad y la integridad, llevar¨¢ el refer¨¦ndum sobre el S¨¢hara, convocado bajo la ¨¦gida de la ONU, a una conclusi¨®n positiva acorde con esos esfuerzos?
R. Se cumplir¨¢ porque es la verdad. Siempre he cre¨ªdo en la, verdad. La verdad triunfar¨¢ Adem¨¢s, no veo otra soluci¨®n para el S¨¢hara. Es vital. Para la poblaci¨®n saharaui, en el terreno real, no veo otra posibilidad de progreso, de desarrollo, si no es con, Marruecos. No hay otra v¨ªa.
P. Como presidente de la Uni¨®n del Magreb ?rabe, ?qu¨¦ planes hay en marcha para acercar los pa¨ªses magreb¨ªes a la Comunidad Europea?
R. Europa no se hizo en un d¨ªa, y el Magreb, tampoco. Se necesitan tiempo y paciencia. No obstante, Europa y el Magreb se encontrar¨¢n un d¨ªa. Seguro. Para empezar hay que crear un nexo entrelos dos. Por eso hemos pensado que pa¨ªses mediterr¨¢neos como Italia, Espa?a, Portugal, y habr¨ªa que a?adir Malta, pueden ser un excelente puente entre el Magreb y la Europa unida. Porque los pa¨ªses mediterr¨¢neos entienden mejor por historia al Magreb.
P. Usted sostiene que los problemas mayores de Marruecos derivan del hecho de haber estado dominado por dos pa¨ªses colonizadores diferentes: Francia y Espa?a. ?Qu¨¦ quiere decir?
R. Ha sido nuestra cat¨¢strofe. Si hubi¨¦ramos tenido s¨®lo un colonizador, habr¨ªamos resuelto todos los problemas al mismo tiempo. Todos. El estar colonizados por dos pa¨ªses, crea la sensaci¨®n de impotencia. Fue necesario que Francia se marchara. Despu¨¦s, que Espa?a abandonara el Norte. Posteriormente, pedimos a las potencias extranjeras que se fueran de T¨¢nger, que estaba ocupado internacionalmente. En una tercera fase, dijimos a los espa?oles que ten¨ªan que devolver Tarfaya y Sidi Ifni. Y finalmente el contencioso con el S¨¢hara. Nuestro drama consiste en haber sido colonizados por dos pa¨ªses. Si hubi¨¦ramos tenido la suerte de haber sido colonizados por uno solamente, habr¨ªamos regulado unitariamente nuestro contencioso.
P. ?Qu¨¦ quiere decir democracia en un pa¨ªs con una monarqu¨ªa constitucional como Marruecos?
R. A partir del momento que usted utiliza la palabra constitucional, esto significa democracia. Pod¨ªa haber dicho que Marruecos es una monarqu¨ªa y nada m¨¢s. Pero usted ha a?adido constitucional. Entonces explicar¨¦ por qu¨¦ constitucional. Porque hay varios partidos, varios sindicatos. Hay un Parlamento. Hay administraciones locales elegidas. Hay regiones muy descentralizadas. Hay libertades p¨²blicas. Hay libertad de prensa, libertad de reuni¨®n. Esto es lo que denominamos como tejido democr¨¢tico. Por tanto, democracia y constituci¨®n son, en mi opini¨®n, hermanas gemelas. Lo habr¨ªa entendido si me hubiera hecho la pregunta afirmando que Marruecos es una monarqu¨ªa y nada m¨¢s. Pero usted ha dicho monarqu¨ªa constitucional lo que significa que engloba elementos democr¨¢ticos. Es posible que no sean suficientes, en relaci¨®n con la democracia de los pa¨ªses n¨®rdicos. Puede ser que sean demasiados respecto a ciertos reg¨ªmenes ¨¢rabes y europeos. ?Qu¨¦ son la constituci¨®n, la democracia? Es una forma de vivir. Como un matrimonio. Cuando una mujer se casa, debe mejorar cada d¨ªa la relaci¨®n. La constituci¨®n y la democracia son cosas que hay que mejorar. Pero a condici¨®n de no abrir la puerta a la demagogia.
P. Treinta a?os de reinado son una buena primac¨ªa. D¨ªgame, ?hay un alg¨²n ¨¦xita que le enorgullece de forma especial?, ?un fracaso o una desilusi¨®n que perturba su sue?o?
R. Me he hecho esta pregunta varias veces. Si pudiera volver a empezar, qu¨¦ har¨ªa y qu¨¦ no har¨ªa. Me he dado cuenta de una cosa. Es una pregunta que no hay que hacerse. Porque el hoy es hijo del ayer, y el ma?ana ser¨¢ hijo del hoy. Se est¨¢ obligado a un camino, a un rumbo. Yo navego. Pero, en definitiva, no se es nunca libre de navegar como se desea. Lo que es esencial es mantener el rumbo y esperar que los vientos sean favorables. Si quiere, contin¨²o, pero le voy a decir una ¨²ltima cosa. De vez en cuando me siento tan cansado que quisiera quitarme el traje oficial y decir: "Me voy".
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