El Gobierno afirma que algunos centros hacen cr¨®nicos a los drogadictos
La Administraci¨®n y los profesionales de tratamientos a toxic¨®manos han emprendido la batalla contra algunas comunidades terap¨¦uticas, en especial de car¨¢cter supranacional, "que no s¨®lo no ayudan a solucionar el problema de la droga, sino que lo est¨¢n haciendo cr¨®nico", afirm¨® ayer Santiago de Torres, adjunto al delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. El sistema ser¨¢ "invitarlas a que cierren", tras la publicaci¨®n de normas obligatorias de homologaci¨®n. Los responsables auton¨®micos de la lucha contra la droga se reunir¨¢n la pr¨®xima semana para acordar las normas m¨ªnimas que deber¨¢n cumplir todos los centros residenciales de tratamiento contra la drogadicci¨®n ubicados en Espa?a, seg¨²n explic¨® De Torres durante unas jornadas de profesionales de comunidades para toxic¨®manos.El objetivo es diferenciar la oferta entre centros profesionalizados y "granjas para yonquis", como las defini¨® De Torres. Se da la circunstancia de que, mientras, por estos motivos, la Administraci¨®n central ha retirado ayudas econ¨®micas a organizaciones como El Patriarca, el Ayuntamiento de Madrid sigue subvencionando plazas en ella.
Cantidad y calidad
Santiago de Torres reconoci¨® que, ante la magnitud de la drogadicci¨®n en Espa?a, el Gobierno practic¨® inicialmente una pol¨ªtica de facilitar m¨¢s la cantidad que la calidad de los centros de tratamiento. "Desde entonces, las comunidades terap¨¦uticas han tenido una hegemon¨ªa cultural que no se corresponde con la demanda real, porque de los 25.000 toxic¨®manos que iniciaron tratamiento en 1990 s¨®lo 2.900 (el 12%) lo hicieron en estas comunidades", asegur¨®.Aunque obvi¨® dar nombres concretos, De Torres critic¨® algunas comunidades de car¨¢cter supranacional que utilizan sus centros en Espa?a para el tratamiento de extranjeros (un millar en total), mientras que env¨ªan a los espa?oles fuera de su territorio.
Una de las conclusiones de las jornadas de profesionales de tratamiento de toxicoman¨ªas es que el ¨¦xito en este campo no se obtiene de un solo intento. "Hay que abandonar la idea de que se sale curado de un primer tratamiento. S¨®lo se consigue a trav¨¦s de un largo y tortuoso camino. Porque la drogadicci¨®n no es una enfermedad. Es un trastorno del comportamiento que debe ser tratado de forma multidisciplinar", explic¨® Frederic Boix, presidente de la Asociaci¨®n de Comunidades Terap¨¦uticas para Toxic¨®manos.
Boix se declar¨® contrario a las medidas punitivas frente al consumo de drogas. "Las soluciones de bastonazo, las pol¨ªticas contra los drogadictos en lugar de contra la drogadicci¨®n, est¨¢n perjudicando los tratamientos, porque los afectados se esconden y los ciudadanos rechazan los centros en sus barrios", dijo.
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