Sainz pierde casi todas sus opciones para el t¨ªtulo
El Rally del Rac de Inglaterra y el campeonato del Mundo quedaron casi decididos despu¨¦s de la tercera jornada de la prueba. Si no ocurre nada anormal, el piloto finland¨¦s Juha Kankkunen (Lancia) ganar¨¢ hoy la prueba y el t¨ªtulo. Para ello, s¨®lo tiene que conservar su s¨®lido liderato, obtenido ayer despu¨¦s de los innumerables problemas mec¨¢nicos que sufri¨® el espa?ol Carlos Sainz (Toyota), el otro aspirante. El finland¨¦s tiene una ventaja de 5 minutos y 52 segundos sobre el espa?ol. Sainz control¨® bien la carrera hasta mediada la etapa. Despu¨¦s, el aumento de temperatura en el motor de su coche le dej¨® al borde de la derrota.
Kankkunen acab¨® por sacar partido a su t¨¢ctica conservadora. Hab¨ªa esperado pacientemente que llegara su momento. Y lleg¨®. Le ayudaron la mala suerte de Sainz y la fragilidad mental del franc¨¦s Didier Auriol (Lancia). Al uno, el espa?ol, le fall¨® otra vez su coche, esta vez con problemas de temperatura. Al otro, el galo, le volvi¨® a perder ese algo que impide que est¨¦ a la altura de Sainz, al menos en cuanto a laureles. Al espa?ol le traicion¨® el Toyota. Los temidos bosques de Kielder, en Escocia, resultaron definitivos.?Qui¨¦n hubiera dicho que Sainz pudiera perder sus posibilidades tan s¨®lo unas horas antes? Seguramente nadie, porque el piloto espa?ol estaba controlando perfectamente la situaci¨®n. Si bien hab¨ªa cedido el liderato a Auriol, manten¨ªa una c¨®moda ventaja sobre Kankkunen, siempre alrededor del medio minuto. Pero Sainz ya dio muestras de preocupaci¨®n al inicio de la larga y dura etapa. Pas¨® el primer tramo sin inconvenientes. Pero al siguiente, de forma casi inexplicable, perdi¨® 15 segundos sobre el finland¨¦s, el rival que realmente le importaba. Lo que ocurre es que en rallies casi todo tiene una causa, y esta vez la explicaci¨®n fue un sobrecalentamiento en el motor de su coche.
Aparentemente la normalidad se restableci¨® de inmediato. El piloto espa?ol volvi¨® a aumentar su ritmo y a coger una mayor ventaja sobre Kankkunen. Por delante, Auriol parec¨ªa inalcanzable, pero no era un asunto trascendental. La m¨¢xima diferencia entre Sainz y su rival fue de 33 segundos, justo en el ecuador de la etapa, cuando se disputaron los primeros tramos en las inh¨®spitas forestas escocesas.
Cambio de panorama
De repente, las cosas se le torcieron al espa?ol cuando el problema de la temperatura en el motor se reprodujo. Primero perdi¨® medio minuto, casi toda su ventaja. Fue por culpa de una ligera salida de pista, debido a que en aquel momento prestaba m¨¢s atenci¨®n al cuadro de mandos, donde la aguja de la temperatura alcanzaba niveles desorbitados, que a la propia ruta. Despu¨¦s, como remedio de urgencia, prefiri¨® darles m¨¢s tiempo del permitido por el reglamento a sus mec¨¢nicos para que buscaran la aver¨ªa. Eso le cost¨® cinco segundos de penalizaci¨®n, y Kankkunen se coloc¨® por delante.A continuaci¨®n, Sainz y Moya tomaron la salida en el tramo 29, con m¨¢s de 30 kil¨®metros, pero ya no las ten¨ªan todas consigo. Volvieron a perder tiempo porque la reparaci¨®n de urgencia no hab¨ªa sido suficiente. Auriol quedaba ya a un minuto y, lo que era muy peligroso, Kankkunen adquir¨ªa su mayor ventaja en el rally, 20 segundos. El t¨ªtulo mundial empezaba a estar m¨¢s cerca de la Laukaa (Finlandia), pueblo natal del piloto de Lancia, que de Madrid.
En ese momento, Carlos Sainz y los responsables t¨¦cnicos de Toyota decidieron jugarlo todo a una carta. Si hac¨ªa falta reparar, aunque se tardara mucho y se volviera a penalizar, hab¨ªa que hacerlo. Y los mec¨¢nicos se pusieron manos a la obra, principalmente para sustituir la junta de culata, la pieza que parec¨ªa da?ada. Eso s¨ª, Luis Moya, el copiloto, tuvo que controlar con cuidado que su cron¨®metro no sobrepasara los 40 minutos, tiempo m¨¢ximo de retraso admitido por la organizaci¨®n. Cuando se cumpli¨® el minuto 35 (a a?adir a los cinco penalizados anteriomente), Sainz volvi¨® a arrancar el veh¨ªculo. Casi todo estaba perdido, pero hab¨ªa que seguir luchando.
En el tramo siguiente, todav¨ªa sin que el coche funcionara a la perfecci¨®n, la excesiva presi¨®n por recuperar afect¨® a Sainz, que volvi¨® a salirse de la pista y cedi¨® otra buena porci¨®n de tiempo. El paso del piloto espa?ol por los bosques de Kielder era un aut¨¦ntico calvario. Adem¨¢s, en las ¨²ltimas pruebas de velocidad, la situaci¨®n termin¨® por agravarse. Cuando ya hac¨ªa horas que la noche hab¨ªa ca¨ªdo en Escocia, Sainz se encontraba a m¨¢s de seis minutos de Auriol, que todav¨ªa era el l¨ªder.
Sin embargo, el piloto franc¨¦s quiso sumarse al festival de Kankkunen y, cuando ten¨ªa la victoria en el bolsillo, cometi¨® un error de principiante y sufri¨® un aparatoso accidente, algo que no es la primera vez que le ocurre esta temporada. Auriol pudo seguir en carrera, pero perdi¨® m¨¢s de media hora y muchos puestos en la clasificaci¨®n.
Sentenciado
Juha Kankunnen ascendi¨® al primer lugar y Carlos Sainz acab¨® la etapa tercero, a cinco minutos y 52 segundos del finland¨¦s. Por tanto, casi todo qued¨® sentenciado en la etapa que, a priori, todo el mundo hab¨ªa considerado decisiva. Sainz seguro que recordar¨¢ durante mucho tiempo la segunda mitad de esta temporada de 1991, culminada ayer con la casi segura p¨¦rdida de su anhelada segunda corona de campe¨®n del mundo de rallies.
Clasificaci¨®n
1.Kankkunen (Lancia), 5h 6m 1 6s; 2.K.Eriksson (Mitsubishi) a 3m 4s; 3.Sainz (Toyota) a 5m 52s.
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