Trompazo y adi¨®s de Medvedev, el tenis saluda al joven Learner Tien
El estadounidense de 19 a?os elimina al ruso, finalista hace un a?o, despu¨¦s de 4h 49m y a las tres de la madrugada. Sinner se deja un set y Fonseca cae ante Sonego
No es Maracan¨¢, es Melbourne. Camisetas y m¨¢s y m¨¢s banderas verdeamarelhas en la pista 1573 Arena, donde confluye la efervescencia del joven del que todo el mundo habla en el mundillo del tenis con el orgullo de un italiano que corta la fiesta de ra¨ªz: cinco mangas, sudor y m¨¢s sudor, y uno de los triunfos m¨¢s valiosos en la carrera de Lorenzo Sonego, de 29 a?os: ¡°Ha sido uno de los mejores partidos de mi vida, he sacado muy bien¡±. Al otro lado, Jo?o Fonseca, de 18, lamenta el final de este bonito viaje que emprendi¨® desde la fase clasificatoria y se cierra ahora muy apurado, por los pelos, a un suspiro el chico de seguir prorrogando la haza?a y continuar sembrando su aterrizaje en la ¨¦lite. Cinco sets, batalla y m¨¢s batalla. Al final, prevalece el oficio: 6-7(6), 6-3, 6-1, 3-6 y 6-3, en 3h 37m.
Sin embargo, la edad es la edad, y el control de las emociones es harto complicado por muy joven y muy bueno que uno sea. ¡°No voy a mentir, estaba nervioso, m¨¢s que el martes contra Rublev; hoy la experiencia ha marcado la diferencia¡±, dice el brasile?o, un talento que viene avisando y parece que para quedarse. No tardar¨¢, se dice en uno y otro rinc¨®n, en aproximarse a la c¨²spide del circuito y codearse con un tal Sinner y otro tal Alcaraz, quienes miran por el retrovisor por si las moscas y no bajan la guardia. Fonseca ha firmado 14 victorias consecutivas y abandona el torneo instalado ya entre los 100 m¨¢s fuertes, luego van cumpli¨¦ndose las expectativas en torno a un jugador vigoroso y potente, que tumb¨® el primer d¨ªa a Andrey Rublev, noveno del mundo.
Para entonces ya se ha despedido Pablo Carre?o, expulsado por la pegada de Ben Shelton (6-3, 6-3, 6-7(4) y 6-4), y todav¨ªa no se ha producido la noticia de esta quinta jornada del Open. Pero ojo: no hay campanada. O s¨ª, ?Daniil Medvedev! Pero antes, ?Jannik Sinner concediendo un set en pista dura? Efectivamente, el primero en m¨¢s de tres meses. En concreto, el l¨ªder del circuito no ced¨ªa uno desde que lo hiciera el pasado 6 de octubre, en la jaula de Par¨ªs-Bercy. Pero, de manera inesperada, Tristan Schoolkate (182?) no tiene nada que perder y aprovecha el sesteo para llevarse el premio a la boca y poder cont¨¢rselo as¨ª el d¨ªa de ma?ana a los suyos: s¨ª, yo rasqu¨¦ algo contra el robot.
El s¨¢bado, Sinner (4-6, 6-4, 6-1 y 6-3) se medir¨¢ con el estadounidense Marcos Giron y, tan exigente como lo es, se impone una mejor¨ªa inmediata. ¡°Espero elevar mi nivel a partir de ahora. Tengo una bonita oportunidad de repetir lo del a?o pasado [cuando conquist¨® su primer grande] y para eso tengo que mejorar¡±, declara sobre la pista, antes de que encare el micr¨®fono de Eurosport y confirme lo que ya hab¨ªa deslizado previamente su preparador, el australiano Darren Cahill, con el que ha alcanzado un rendimiento superlativo; si nada cambia de aqu¨ª a diciembre, que todo puede ser, separar¨¢n sus caminos.
Mal gusto
Sorprendi¨® este jueves la eliminaci¨®n del polaco Hubert Hurkacz, a manos de Miomir Kecmanovic, y entre las chicas no fallan esta vez un par que deber¨ªan marcar el paso en el torneo; incontestable triunfo de Iga Swiatek sobre Rebecca Sramkova (6-0 y 6-2) y de Elena Rybakina sobre Iva Jovic (6-0 y 6-3). ¡°Si juego bien, s¨¦ que volver¨¦ al n¨²mero uno¡±, expresa la primera, que perdi¨® el trono de la WTA en beneficio de Aryna Sabalenka el 21 de octubre y debe recuperar el terreno perdido respecto a la bielorrusa, que gobierna con 1.536 puntos de renta. ¡°A veces, cuando pierdo me doy cuenta de que la gente espera que gane siempre solo porque ya gan¨¦ muchos partidos antes¡±, indica la polaca en forma de perogrullada.
Y unos cuantos ha ganado Daniil Medvedev. En concreto 379, pero no este ¨²ltimo frente al estadounidense Learner Tien: 6-3, 7-6(4), 6-7(8), 1-6 y 7-6(7), en 4h 53m. Son casi las tres de la madrugada (2.55) y el ruso no encuentra escapatoria alguna, luego cae. Se?or trompazo el suyo, finalista de tres ediciones ¡ªla ¨²ltima hace un a?o¡ª y trasquilado con la derrota; no en vano, pierde 1.250 puntos en el casillero. En el estreno ya sufri¨® de lo lindo contra el tailand¨¦s Kasidit Samrej y esta vez no sortea el fuego ante otro jugador procedente de la fase clasificatoria que huele las dudas, exprime la baja forma del moscovita y firma una victoria de esas que saben tan bien, tan jugosas.
El norteamericano tiene 19 a?os y, al igual que Fonseca, el mismo que le bati¨® en la final de la Copa de Maestros de las Promesas hace unas semanas, levanta la mano para hacerse notar ya mismo. Casi se le escapa, pero se rehace y en la recta final, cuando Medvedev aprieta y parece que puede reparar el l¨ªo en el que se ha metido, remacha despu¨¦s de 4h 49m de curvas y adrenalina. Es su d¨ªa y el torneo pierde a uno de los estandartes; exaltaci¨®n de la juventud y, en paralelo, otro ba?o de realidad para la generaci¨®n intermedia, de tortazo en tortazo. Descartado el de Mosc¨² temprano, no parece que los de arriba vayan a aflojar un pelo y los que vienen por detr¨¢s ya se les suben a las barbas con descaro.
Valga la secuencia: Fonseca (18 a?os) tumb¨® a Andrey Rublev, Jakub Mensik (19) ape¨® a Casper Ruud y Tien se presenta a ojos del mundo en Melbourne. ¡°Si juega as¨ª cada partido, seguro que tendr¨¢ una buena vida: dinero, chicas, casino. Lo que sea...¡±, dice con desatino el vencido. Mal gusto aparte, el tenis sigue y sigue mene¨¢ndose, no hay vuelta atr¨¢s: si no es una revoluci¨®n, desde luego lo parece.
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