"El deporte de los cuatro imb¨¦ciles de arriba es matar chiquillos"

Juan Antonio Urrutia Aurteneche, nacido en Amorebieta (Vizcaya) hace 31 a?os, fue detenido en 1980 en su localidad natal. Fue juzgado por su participaci¨®n en seis asesinatos -tres de ellos consumados- y condenado a 32 a?os de prisi¨®n. Urrutia, considerado un destacado miembro de ETA, mantuvo esta conversaci¨®n con un familiar el pasado d¨ªa 9 de noviembre en la c¨¢rcel de Nanclares (?lava)

Familiar. ?Qu¨¦ te cuentas?

Urrutia Aurtenetxe. ?Qu¨¦ voy a contar! ?Hasta las narices!

F. No me extra?a.

U. A. Ya viste la que liaron el otro d¨ªa tambi¨¦n, ?no?

F. Anteayer [Se refiere al atentado del 7 de noviembre, en el que ETA asesin¨® en Erandio al ni?o de 2 a?os Fabio Moreno, hijo de un guardia].

U. A. ?Qu¨¦ cuadrilla de subnormales son!

F. Unos cabrones...

U. A. ?Son unos impresentables! Yo no entiendo nada ya. Es que esto no lo entiende ni el m¨¢s subnormal.

F. Y qu¨¦ dice Isidro [parece que se refiere a Isidro Etxabe, tambi¨¦n preso de ETA].

U. A. Isidro dice lo mismo que yo. ?Qu¨¦ va a decir? Incre¨ªble. Estoy alucinado. Ya no s¨¦ si el deporte nacional de los cuatro imb¨¦ciles que hay por ah¨ª arriba es matar chiquillos. Debe haber alg¨²n imb¨¦cil.

F. ?No te rompas el coco!

U. A. ?C¨®mo romper el coco? Mira, hoy en d¨ªa ya el hacer la lucha armada es cuestionable; no, m¨¢s que cuestionable, ?no? Pero encima, hacerlo de esa manera, matando chavales de cualquier manera... Es que yo no s¨¦ ni lo que queremos. Que potencien el rollo pol¨ªtico. Que empiecen a hacer pol¨ªtica de una vez.

F. Eso es cagarla.

U. A. Pero si es que hoy en d¨ªa, y como est¨¢n las cosas, lo que hay que hacer es pol¨ªtica. Dejar la lucha armada, y dejar todo y empezar a hacer pol¨ªtica, si es que hay capacidad. Y, si no, a coger los trastos y para casa. Que aqu¨ª no hemos entrado para llevar nuestra raz¨®n y para imponer nuestra raz¨®n. Hemos entrado para hacer las cosas lo mejor posible y, si la gente y el pueblo y la sensibilidad va por otro lado, se hace lo que dice la gente, y punto. Y va por otro lado la historia. S¨®lo s¨¦ que estamos de sobra, pero de sobra, de sobra. Cada vez pintamos menos. Estamos hasta las narices, vamos. Yo estoy asfixiado.

F. Si no me extra?a ?Y los nervios qu¨¦ tal?

U. A. F¨ªsicamente, estoy bien. Lo que no me funciorian son las neuronas. Yo, ayer, viendo el telediario [se refiere al asesinato del ni?o], estaba flipando. Pero flipando.

F. Si no me extra?a. Todo el mundo, creo yo, ?eh?

U. A. Es que a una criatura de ¨¦sas... Y que van a seguir, ?eh? Y que van a seguir en este plan, ?eh?, hasta que se les diga basta en la calle, ?eh? Porque decimos nosotros 'basta', y no vale para nada. Lo hemos dicho 100.000 veces, y no vale para nada. Lo ¨²nico que te, hacen es ametrallar, te descalifican en todas las esquinas, ?y a la mierda! Al final, pues eso, nos sacar¨¢n a gorrazos, que es lo que merecemos, claro, con historias de ¨¦stas.

F. No le des vueltas a eso.

U. A. Ganas de desahogarme.

F. Ya os llegar¨¢, como a Olabarri [se refiere Ignacio Olabarri, otro preso de ETA clasificado d¨ªas antes en tercer grado penitenciario, por lo que pr¨¢cticamente s¨®lo acude a la prisi¨®n para dormir].

U. A. A ver si llega...

F. ?Qu¨¦ dec¨ªa Olabarri el jueves?

U. A. Nos pegamos una llorera al despedirnos...