El caos polaco
TRANSCURRIDO M?S de un mes desde las elecciones generales en Polonia, Walesa design¨¦ ayer como jefe de Gobierno al abogado Olszewski, el candidato de la coalici¨®n de cinco partidos de la derecha cat¨®lica que est¨¢ logrando imponer su voluntad en el ca¨®tico Parlamento surgido de las urnas. Los resultados de las ¨²ltimas elecciones han sorprendido a todo el mundo: la abstenci¨®n alcanz¨® el 60% y ning¨²n partido super¨® el 15% de los votos. Tal atomizaci¨®n de las opciones pol¨ªticas ha llevado al Parlamentoa, unos 20 partidos, con el riesgo de ingobernabilidad que ello supone. La confusi¨®n del electorado se debe en gran parte a la pol¨ªtica de Walesa, que, para satisfacer sus ambiciones, hizo pedazos Solidaridad, el movimiento que derrib¨® la dictadura comunista y ayud¨® a construir un r¨¦gimen democr¨¢tico. En vez de un "gran compromiso" -necesario en la etapa transitoria, en la que una pol¨ªtica econ¨®mica de austeridad era inevitable- provoc¨® los enfrentamientos dentro de la organizaci¨®n y se rode¨® de un equipo reaccionario dedicado a desprestigiar al Gobierno de Mazowiecki.Tanta maniobra ha desembocado en un caos mayor del que provocaron las urnas: Walesa encarg¨® en primer lugar la formaci¨®n del nuevo Gobierno a Gemerek, uno de los l¨ªderes de la Uni¨®n Democr¨¢tica, el partido m¨¢s votado, integrado por figuras prestigiosas de la cultura y de la lucha antidictatorial. Pero tal intento estaba condenado al fracaso: los partidos de la derecha cat¨®lica no quer¨ªan ni o¨ªr hablar de un Gobierno democr¨¢tico que continuase la obra de Mazowiecki. Walesa pretendi¨® entonces imponer la continuidad del liberal Bielicki al frente del Gobierno, a pesar de que su partido hab¨ªa sufrido un serio rev¨¦s en las urnas. La coalici¨®n formada por cinco partidos cat¨®licos conservadores se opuso, unacoalici¨®n que, si bien matem¨¢ticamente no dispone de la mayor¨ªa de la nueva Dieta, logra imponerse con el apoyo de otros partidos nacionalistas. .
El voto ciudadano ha repudiado la reforma econ¨®mica, rechazo alentado sobre todo por la demagogia populista de la derecha. Pero Walesa no puede ignorar que si abandona la reforma Polonia se ver¨¢ abocada a la bancarrota. El Fondo Monetario Internacional ha suspendido sus cr¨¦ditos. Con una trayectoria ejemplar en la lucha por recuperar la democracia, Polonia presenta hoy un cuadro pol¨ªtico desalentador: una clase pol¨ªtica contaminada de demagogia populista, un presidente propenso al autoritarismo y unos electores confusos y desmoralizados.
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