L¨¢zaro Carreter: "Quiero lograr un libro de estilo com¨²n para todos los peri¨®dicos"
El nuevo director de la Real Academia Espa?ola avanza algunos puntos de su programa
Lleva 20 a?os pensando c¨®mo le gustar¨ªa que funcionase la Real Academia Espa?ola y ahora tiene la oportunidad de llevar sus ideas a la pr¨¢ctica. Apenas 24 horas despu¨¦s de ser elegido director, Fernando L¨¢zaro Carreter (68 a?os) siente la urgencia de preparar su programa, que presentar¨¢ en enero cuando tome posesi¨®n. En esta entrevista habla de algunos de sus objetivos: el reto de la 21? edici¨®n del Diccionario de la Lengua Espa?ola, una mayor implicaci¨®n en la ense?anza del idioma y que la acci¨®n de la Academia llegue a la sociedad. ?C¨®mo lograr esta apertura? Fundamentalmente, a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. "Quiero lograr un libro de estilo com¨²n para todos los peri¨®dicos", dice.
Los medios de comunicaci¨®n obsesionan al director, porque son importantes difusores del idioma y tienen la obligaci¨®n de transmitir el castellano en las mejores condiciones posibles. L¨¢zaro Carreter disculpa algunos de los errores, faltas de ortograf¨ªa, de sintaxis... por la velocidad con que trabajan los periodistas. Pero, dice, "la posesi¨®n del idioma debe dar cierto automatismo en la escritura. Los errores son inevitables y disculpables, pero no cuando se reiteran".A su juicio, el que cada medio de comunicaci¨®n tenga su propio libro de estilo puede crear confusi¨®n en los lectores. "Uno de mis objetivos es crear un libro de estilo com¨²n para todos los peri¨®dicos. La Academia es el ¨²nico organismo que puede convocar a todos los diarios sin provocar recelos".
L¨¢zaro Carreter no comparte el escepticismo de algunos acad¨¦micos que dicen que la 21? edici¨®n del diccionario, previsto para 1992, no podr¨¢ aparecer porque no estar¨¢ terminado. "El proyecto no se retrasar¨¢. Tres acad¨¦micos muy competentes han revisado totalmente la anterior edici¨®n. Se han incorporado 12.000 nuevas palabras y acepciones". El director de la Academia opina que los medios con que se realiza el diccionario no son los adecuados, sobre todo, si se comparan con los de otras empresas, como la francesa Larousse, que tiene m¨¢s de 100 lexic¨®grafos en plantilla.
L¨¢zaro Carreter explica el proceso de elaboraci¨®n. Unas comisiones redactan las listas (nuevas palabras y nuevas acepciones) y son sometidas a revisi¨®n y aprobaci¨®n por el pleno de la Academia. Los acad¨¦micos pueden dedicar toda una sesi¨®n a discutir la etimolog¨ªa de una sola palabra. Eso es lo que sucedi¨® con la palabra acromatopsia (color/vista), cuya etimolog¨ªa provoc¨® un apasionado debate en la Academia.
El nuevo director de la Academia atribuye el restraso en la elaboraci¨®n del diccionario al exceso de perfeccionismo. "A veces es mejor se imperfecto a tiempo que perfecto con retraso", afirma. L¨¢zaro Carreter no teme la incorporaci¨®n de palabras extranjeras. "Siempre se han introducido palabras procedentes de otros idiomas, como jard¨ªn o jam¨®n, del franc¨¦s, en la Edad Media. O la terminolog¨ªa relativa al tren (t¨²nel, vag¨®n) tambi¨¦n del franc¨¦s en el siglo XIX. Es l¨®gico que se recojan nuevas palabras. Lo que pasa es que antes todo suced¨ªa con m¨¢s lentitud".
Ahora las nuevas palabras surgen a velocidad de v¨¦rtigo. Hace a?os, explica, s¨®lo las clases altas, las que viajaban, conoc¨ªan el matiz de las palabras extranjeras. Ahora es la publicidad quien introduce las palabras nuevas. Est¨¢n en los grandes almacenes: body, panty, etc¨¦tera. Y se ha producido, adem¨¢s, un nuevo fen¨®meno: antes los vocablos extranjeros entraban por los o¨ªdos y ahora entran por los ojos y los ojos son mucho m¨¢s potentes. Aunque escribamos g¨¹isqui en el diccionario, todo el mundo sigue leyendo whisky". El director se pronuncia en contra de cualquier criterio purista que limite la incoporaci¨®n de nuevas palabras necesarias.
Lenguaje de pol¨ªticos
El castellano vive un enriquecimiento con la introducci¨®n de palabras nuevas o la adaptaci¨®n de vocablos extranjeros, pero al mismo tiempo sufre un proceso de empobrecimiento sobre el que alerta L¨¢zaro Carreter."Se est¨¢ produciendo una p¨¦rdida grave de matices, de sutilezas del idioma. Se utilizan clich¨¦s que sirven para todo". El director cita como ejemplo el lenguaje de los pol¨ªticos. "En el Parlamento el insulto ha sustituido a la iron¨ªa".
L¨¢zaro Carreter considera que es obligaci¨®n de la Academia detener este deterioro. Para ello, uno de los objetivos de su programa es convencer a los responsables de Educaci¨®n de la importancia de la ense?anza del idioma. "No debe ser una asignatura m¨¢s, como la geolog¨ªa o las matem¨¢ticas, tiene unos efectos mucho m¨¢s importantes y previos. El idioma ha de ser el gran instrumento de la ideaci¨®n".
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