El Reino Unido pierde la guerra de la moneda ¨²nica
El Reino Unido se emple¨® en Maastricht con u?as y dientes. No fue capaz de impedir que sus 11 socios dieran el mismo lunes luz verde a la moneda ¨²nica, que entrar¨¢ en vigor el 1 de enero de 1999, ni al Banco Central Europeo, que se crear a seis meses antes, pero luch¨® hasta el final para conseguir que la cl¨¢usula de exclusi¨®n, la opting out, no fuera exclusiva para ella, sino que pudiera ser esgrimida por todos los pa¨ªses.La batalla se prolong¨® hasta media tarde, pero finalmente Londres di¨® su brazo a torcer: la posibilidad de desengancharse del proceso de uni¨®n econ¨®mica figurar¨¢ en un protocolo anexo al tratado y podr¨¢ ser esgrimido exclusivamente por el Reino Unido.Los jefes de Estado y de Gobierno de los 11 pa¨ªses que se han comprometido en la ¨²ltima fase de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria no ocultaron ayer su satisfacci¨®n. El canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, y el presidente franc¨¦s, Frangois Mitterrand, compart¨ªan los pl¨¢cemes. Sin duda, el acuerdo que han promovido estos dos pol¨ªticos supone el coraz¨®n de la futura, Uni¨®n Europea.
La reacci¨®n de los mercados europeos no fue muy positiva, tal vez porque est¨¢n m¨¢s preocupados por los acontecimientos en la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica que por una noticia que, aunque fundamental, no se plasmar¨¢ hasta casi la vuelta de siglo. La certidumbre de que como muy tarde en 1999 funcionar¨¢ una moneda ¨²nica independientemente de cu¨¢ntos pa¨ªses hayan reunido las condiciones de convergencia econ¨®mica necesarias, deber¨ªa, sin embargo, ayudar a levantar los ¨¢nimos. El ministro de Econom¨ªa franc¨¦s, Pierre Beregovoy, anunci¨® adem¨¢s que su pa¨ªs cambiar¨¢ antes -de 1997 el r¨¦gimen de funcionamiento de su banco central para hacerlo independiente, seg¨²n el modelo alem¨¢n. Pero no es s¨®lo Francia. Todos los pa¨ªses empiezan ya a calcular los esfuerzos que tendr¨¢n que hacer para cumplir las condiciones impuestas y dar Ql gran salto. Alemania ha dejado claro que ser¨¢ estricta en la exigencia de "convergencia".
No podr¨¢ acceder a la moneda ¨²nica (que se llamar¨¢ ecu, igual que,un antiguo dobl¨®n franc¨¦s, pero tambi¨¦n que lasiniciales inglesas de la actual Unidad de Cuenta Europea) ning¨²n pa¨ªs que tenga-una econom¨ªa descontrolada. En concreto, la inflaci¨®n no podr¨¢ ser superior en. 1,5 puntos a la de la media de los tres pa¨ªses en los que menos hayan subido los precios el a?o anterior. Tampoco podr¨¢ tener un d¨¦ficit superior al 3% del PIB, ni una deuda p¨²blica superior al 60% de ese mismo PIB. Sus tipos'de inter¨¦s tendr¨¢n que ser similares a los de los tres pa¨ªses que los tengan m¨¢s bajos.
En este momento, s¨®lo tres de los 12 pa¨ªses miembros de la CE cumplen esas cuatro condiciones. Espa?a, por ejemplo, s¨®lo respeta un criterio: su deuda p¨²blica no es excesiva. En todo lo ?dem¨¢s deber¨¢ realizar un enorme esfuerzo.
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