Jap¨®n teme que se dispare el proteccionismo
La uni¨®n pol¨ªtica y monetaria europea acordada en Maastricht ha suscitado una ambigua reacci¨®n en el mundo empresarial japon¨¦s. Se considera que la medida es esencial para la estabilidad de Europa como interlocutor comercial, pero se teme tambi¨¦n que esta integraci¨®n dispare las barreras proteccionistas contra los productos nipones. El d¨¦ficit de Europa con Jap¨®n aumenta cada a?o, y en los 11 primeros meses de 1991 alcanz¨® los 24.600 millones de d¨®lares, 5,5 m¨¢s que en todo el ejercicio de 1990.Masaya Fujiwara, subdirector del departamento de Econom¨ªa Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, conf¨ªa sin embargo en que el acuerdo suscrito por los Doce no signifique necesariamente el comienzo de una agresiva presi¨®n hacia Jap¨®n para conseguir una mayor apertura de sus mercados. Las inversiones de Jap¨®n en Europa, por otra parte, son 17 veces mayores que las europeas en Jap¨®n. El viceministro de Asuntos Exteriores, Koji Watanabe, atribuye parte de este desafase al "poco inter¨¦s" europeo por los mercados japoneses. En 1989, dice, un total de 32.000 empresarios y hombres de negocios nipones estuvieron en Francia, mientras que ¨²nicamente 2.100 empresarios galos devolvieron la visita.
Un funcionario del Ministerio de Comercio Internacional e Industria subraya que la integraci¨®n fortalecer¨¢ la posici¨®n europea. "Cuando Jap¨®n negocia con el secretario de Comercio norteamericano sabe que est¨¢ respaldado por la Administraci¨®n de Estados Unidos. No es lo mismo en Europa, donde el poder real sigue en manos de los Gobiernos respectivos". "Adem¨¢s", a?ade, "es dif¨ªcil lograr un consenso entre los 12 pa¨ªses, y unos compiten con otros para atraer nuestra tecnolog¨ªa y nuestras inversiones". Durante su reciente visita a Tokio, el comisario europeo de Realaciones Exteriores, Frans Andriessen, apenas si consigui¨® resultados favorables a la Comunidad.
Una de las preocupaciones fundamentales de los inversores nipones que entran con tecnolog¨ªa puntera y capital en corporaciones y sociedades europeas ya establecidas es lograr una definici¨®n clara sobre lo que se considera compa?¨ªa europea o extranjera. Directivos de la firma automovil¨ªstica Nissan Motors, que controlan una planta en el Reino Unido, afirman tener dudas al respecto. Y la nacionalidad de la firma determina la recepci¨®n de fondos comunitarios dedicados a la promoci¨®n del desarrollo o la investigaci¨®n.
Portavoces de organizaciones empresariales japonesas estiman que la unidad europea facilitar¨¢ un mejor entendimiento "al ser m¨¢s c¨®modo tratar con un solo pa¨ªs que con 12", y piensan igualmente que el ecu, junto con el d¨®lar y el yen, ser¨¢n las monedas que manejar¨¢n la econom¨ªa mundial. Europa es considerado un mercado atractivo para la expansi¨®n japonesa, con el Reino Unido como su principal mercado y aliado, al recibir los brit¨¢nicos el 40% de los cerca de 60.000 millones de d¨®lares de inversiones niponas en la Comunidad.
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