Bajo la mirada de Occidente
Miles de japonesas se operan los ojos para parecerse a las mujeres europeas
![Juan Jes¨²s Azn¨¢rez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6c0df8bd-0ff3-4468-936e-c96fafaa26b6.png?auth=b5d935e44f236e02ca04903532080bbde3883da024a5334989732c8e86c47147&width=100&height=100&smart=true)
JUAN JES?S AZN?REZ ?Quiero ser como Brooke Shields!, se dijo un d¨ªa Michiko, ante su nariz de suaves esquinas y sus ojos gatunos que causan estragos en Jap¨®n. En el hospital Jujin de Tokio, con la fotograria de la gazmo?a actriz norteamericana en el quir¨®fano, contentaron a Michiko. Como ella, un n¨²mero creciente de j¨®venes japonesas pasa por la mesa de operaciones para asemejarse a las hermosuras occidentales.
Fumihiko Umezawa, director del centro de cirug¨ªa est¨¦tica, fundado en 1937 y con una plantilla de 200 empleados y 22 cirujanos, reconoce que Jap¨®n est¨¢ muy influido por la cultura de Occidente. "No podemos negar que tenemos cierto complejo respecto a la raza blanca y a la civilizaci¨®n europea, que se manifiesta en la tendencia hacia los c¨¢nones de belleza occidentales".El despacho del director est¨¢ tapizado con dobles perfiles, mentones, bustos, barrigas y rostros con un ¨²nico pie de foto: "Antes y despu¨¦s". Destacan en la feliz colecci¨®n reci¨¦n desposadas en brazos de sus varoniles consortes con diademas y trajes de cola que subrayan la nueva fisonom¨ªa, en ocasiones apenas perceptible. "No somos Dios; hacemos lo que es posible, pero a veces debemos advertir a la persona que sus deseos no pueden ser totalmente cumplidos".
La princesa Kiko y actrices japonesas de moda disputan las preferencias europeas y estadounidenses de las j¨®venes niponas que acuden al hospital, con tres millones de pacientes desde su fundaci¨®n, para corregir una aparencia f¨ªsica que les disgusta. En Jap¨®n, cada d¨ªa m¨¢s, los rasgos son asi¨¢ticos, pero el maquillaje es occidental.
Conseguir el doble p¨¢rpado, estrechar el ¨¢ngulo interior de los ojos y agrandar el ¨®valo ocular son las operaciones m¨¢s solicitadas. Las mirillas de la abuelita no se llevan, y la naturaleza pare
ce haberse compinchado con la moda. Los h¨¢bitos alimenticios son diferentes, y la nueva generaci¨®n de japoneses ha crecido y est¨¢ m¨¢s occidentalizada en los gustos.
Las mujeres tienen las piernas m¨¢s largas y rectas; el tabique nasal es m¨¢s prominente y afilado, y la separaci¨®n de los p¨¢rpados, mayor, de acuerdo con los datos estad¨ªsticos mostrados por Yoichi Tornizawa, directivo del centro.
Docilidad
"Hace muchos a?os, las mujeres japonesas deb¨ªan demostrar sumisi¨®n al hombre, caminando detr¨¢s de ¨¦l. Los ojos peque?os colaboraban en esa docilidad y eran apreciados", indica el director del Jujin. "?No dicen ustedes que nunca se sabe c¨®mo piensa un japon¨¦s? Los tiempos han cambiado; ahora los ojos grandes son m¨¢s expresivos, y las j¨®venes pueden comunicar mejor su amor y emociones", bromea. "Le dir¨¦ que el pelo de las japonesas y de las espa?olas es el m¨¢s bonito del mundo", agrega Umezawa.
En una lista de 33 posibilidades, la modificaci¨®n del dibujo de los ojos es una de las opciones m¨¢s caras: unas 200.000 pesetas, pagaderas al contado, a plazos o con tarjeta de cr¨¦dito.
Quienes no tienen fijaci¨®n con Brooke Shields y dudan entre la protagonista de Pretty woman y alguna de las divinidades que anuncian batidoras en la televisi¨®n pueden asistir en el hospital a la proyecci¨®n de una cinta de v¨ªdeo con garridas modelos occidentales. Las gracias de estas beldades acaban con cualquier resistencia. Entre lencer¨ªa fina y primorosos movimientos de la horma, las modelos venden ojos almendrados de delicado perfil, p¨¢rpados con persianas de p¨¦rfido embrujo, sonrisas de congreci¨®n mariana, piernas de garza, paletillas de primera y orejas y narices que, a juzgar por su perfecci¨®n, parecen escuchar y oler mejor. Los espectadores, exhaustos, sue?an con bistur¨ªes.
Los hombres, tambi¨¦n
"Cada momento hist¨®rico y pa¨ªs tiene su propia armon¨ªa f¨ªsica. En el sureste de Asia, por ejemplo la belleza de Buda, tenida como modelo, es m¨¢s estilizada que en el norte, donde aparece con una gran barriga", se?ala Fumihiko Umezawa, presidente de la Sociedad Japonesa de Cirug¨ªa Est¨¦tica, y admirador de M¨¢laga.
"La operaci¨®n, a la que tambi¨¦n recurren hombres, debe tener ¨¦xito f¨ªsico", a?ade, "pero tambi¨¦n influir positivamente en el ¨¢nimo del paciente".
Estudiantes y amas de casa
Los estudiantes japoneses entre 19 y 22 a?os, el 42% del total, constituyen el sector social m¨¢s predispuesto a someterse sin prejuicios a una intervenci¨®n de cirug¨ªa pl¨¢stica para mejorar su cuerpo. La modificaci¨®n de los ojos, con un porcentaje tambi¨¦n del 42% y con gran diferencia, es la petici¨®n m¨¢s frecuente, seg¨²n el registro de entradas de pacientes del hospital Jujin.Cada d¨ªa, los m¨¦dicos del centro reciben aproximadamente unas cien personas y, aunque var¨ªa el n¨²mero de quienes deciden no operarse, la mayor¨ªa lo hacen. Las amas de casa niponas ocupan el segundo lugar de solicitantes, con el 29% del total, y los empleados, el tercero, con el 26%.
En la clasificaci¨®n de edades, los comprendidos entre 30 y 39 a?os se sit¨²an en segunda posici¨®n, y en la de correcciones f¨ªsicas, la nariz y la boca son las partes elegidas, con el 21% y 15%, despu¨¦s de los ojos.
El precio del quir¨®fano oscila entre las 280.000 pesetas que cuesta la operaci¨®n de la nariz y las 210.000 o 170.000 de los ojos, seg¨²n el detalle a retocar, y las 250.000 pesetas del ment¨®n o las 180.000 de los labios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.