"No me planteo una carrera pol¨ªtica diferente"

Pregunta. ?Que supone para Barcelona, y para usted mismo, su elecci¨®n como portavoz de los municipios europeos?Respuesta. La elegida ha sido Barcelona, tanto o m¨¢s que su alcalde. Ello nos permite proyectarnos y reafirmar la idea de que el futuro, tras el 92, es Europa.

P. ?Qu¨¦ puede aportar Barcelona al resto de ciudades?

R. Yo mencionar¨ªa tres cosas. La primera, una filosof¨ªa que parte del principio de que Europa es un sistema de ciudades. En segundo lugar, y por el hecho de ser la capital de una peque?a nacionalidad, un respeto total al movimiento regionalista europeo. Y en tercer lugar, quiz¨¢ el m¨¢s importante, la pasi¨®n por los temas de calidad de vida y la absoluta convicci¨®n de que si no esa nivel europeo, poni¨¦ndonos todos de acuerdo, no tendremos legitimidad para enfrentarlos.

P. ?Qu¨¦ obtiene Barcelona?

R. M¨¢s que nada, poder empalmar en su historia el protagonismo ol¨ªmpico con el europeo. Sustituir el vac¨ªo posol¨ªmpico por un proyecto muy s¨®lido de vertebraci¨®n europea.

P. Usted plantea extender a Europa la f¨®rmula de distribuci¨®n del gasto p¨²blico (50% el Estado, 25% las regiones y 25% los muncipios) que reclama en Espa?a...

R. Creo que los gastos europeos, en el sentido estricto, deben ser m¨ªnimos. En esto ser¨ªa, parad¨®jicamente, bastante partidario de algunas de las posiciones que parecen m¨¢s conservadoras. Europa deber¨ªa gastar muy poco directamente e invertir a trav¨¦s de los otros niveles de gobierno. La f¨®rmula del 50-25-25 es v¨¢lida siempre que el 50% incluya a las instituciones europeas y a los Estados. En Espa?a, se ha avanzado mucho en la descentralizaci¨®n auton¨®mica, pero no tanto en la local, y ha llegado el momento de decir que las autonom¨ªas est¨¢n tocando techo desde el punto de vista de sus recursos y que se inicia otro periodo en el cual el incremento del autogobierno pasa por una redistribuci¨®n del poder, con parada y fonda en las autonom¨ªas, pero siguiendo viaje hacia los ayuntamientos.

P. ?No existe el peligro de una cierta confrontaci¨®n entre las regiones y las ciudades?

R. Se hubiera producido si en Maastricht no hubiera habido una declaraci¨®n tan ecl¨¦ctica como la aprobada, o simplemente una declaraci¨®n vac¨ªa.

P. En el caso de Espa?a, las comunidades aut¨®nomas reclaman 17 de los 21 representantes que le corresponden a Espa?a en el Comit¨¦ de Regiones...

R. Hace s¨®lo tres o cuatro meses ¨¦sto no estaba conseguido y se hablaba de traspasar el actual Consejo Consultivo de las Colectividades Regionales y Locales al Comit¨¦ Econ¨®mico y Social, con lo cual la presencia de ciudades y regiones se hubiera visto impedida. Y este progreso ha sido posible gracias a la actitud decidida de Alemania y Espa?a ?C¨®mo se desarrollar¨¢ ¨¦sto en Espa?a? Mi propuesta ser¨¢ una negociaci¨®n a tres bandas.

P. Hay quien opina que su proyecci¨®n europea supone reorientar su carrera pol¨ªtica.

R. Yo no me lo planteo as¨ª. M¨¢s bien es una etapa en la evoluci¨®n de la significaci¨®n pol¨ªtica de la ciudad de Barcelona. Si ello implica una matizaci¨®n de las dedicaciones personales del alcalde, pues se adaptar¨¢n. Eso no quiere decir que yo me plantee una carrera pol¨ªtica diferente. Contin¨²a siendo en calidad de alcalde de Barcelona, y porque soy alcalde de Barcelona, que me planteo estas cuestiones. No responde a intereses diferentes a los que siempre he tenido.