11 rep¨²blicas firman la extinci¨®n de la URSS y piden a Mija¨ªl Gorbachov que se vaya

El hecho est¨¢ consumado: la URSS ha muerto. La desaparici¨®n definitiva fue ratificada ayer en Alm¨¢ At¨¢, la capital de Kazajst¨¢n, cuando los presidentes de 11 rep¨²blicas del ex imperio sovi¨¦tico -todas menos Georgia- estamparon su firma en el protocolo por el cual se convierten en cofundadoras de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Los jefes de Estado de las rep¨²blicas decidieron que las fuerzas at¨®micas tengan un mando unificado y pedir¨¢n a Mija¨ªl Gorbachov que dimita como presidente del difunto Estado sovi¨¦tico.

El l¨ªder ruso, Bor¨ªs Yeltsin, dio el tono de lo que ser¨ªa la cumbre en cuanto baj¨® del avi¨®n que le hab¨ªa trasladado directamente desde Italia a Kazajst¨¢n. "Pr¨¢cticamente el tema est¨¢ resuelto, puesto que todos hemos venido. Nos pondremos de acuerdo en coordinar nuestras acciones. Las fuerzas estrat¨¦gicas ser¨¢n ¨²nicas y habr¨¢ un s¨®lo bot¨®n nuclear", declar¨® por la ma?ana en el aeropuerto de Alm¨¢ At¨¢, adonde le fue a recibir el presidente kazajo, Nursult¨¢n Nazarb¨¢iev.Los 11 presidentes -adem¨¢s de los dos citados, Levol Ter-Petrocian, de Armenia; Ayaz Butalivo, de Azerbaiy¨¢n; Stanislav Shushkevich, de Bielorrusia; Azkar Ak¨¢iev, de Kirguizist¨¢n; Nircea Snegur, de Moldavia; Kajm¨¢n Nab¨ªyev, de Tayijist¨¢n; Saparmurad Niyazov, de Turkimeguist¨¢n; Leonid Kravchuk, de Ucrania, e Islam Karimov, de Uzbekist¨¢n- se reunieron en el palacio presidencial de Kazajst¨¢n a puerta cerrada. All¨ª debatieron los documentos preparados por los expertos y acordaron que las 11 rep¨²blicas no se iban a unir en un Estado sino en una comunidad de Estados, que no ser¨¢ en s¨ª misma sujeto de derecho internacional.

Esta era la posici¨®n defendida fundamentalmente por Ucrania. Kravchuk se opon¨ªa categ¨®ricamente a cualquier tipo de poder central y no admit¨ªa ni una ciudadan¨ªa com¨²n ni una pol¨ªtica cultural com¨²n. Por lo mismo, tampoco aceptaba la propuesta de Kazajst¨¢n de que la CEI fuera la que ocupara el puesto del Consejo de Seguridad de la ONU, que ha pertenecido a la URSS. Nazarb¨¢iev prefiri¨® no insistir en este punto y finalmente se mostr¨® de acuerdo en que Rusia fuera declarada "heredera legal" de la URSS y se sentara junto con los otro cuatro grandes en el Consejo de Seguridad. Rusia, por su parte, se comprometi¨®, junto con Bielorrusia y Ucrania, que ya son miembros de la ONU, a hacer todo lo posible para que la comunidad internacional reconozca a las otras rep¨²blicas y las admita en la ONU.

Para la firma solemne del protocolo al Acuerdo de Minsk y de los otros documentos, los presidentes se trasladaron del palacio presidencial a la Casa de la Amistad, a la misma sala circular donde en octubre firmaron el acuerdo que dio lugar a la comunidad econ¨®mica.

Los primeros en estampar sus firmas fueron los presidentes de Azerbaiy¨¢n y Armenia, seg¨²n el orden alfab¨¦tico ruso. Shushkevich, de Bielorrusia, antes de firmar, hizo una declaraci¨®n en la que dec¨ªa que s¨®lo aquellos Estados que respeten los derechos humanos deber¨ªan poder permanecer en la CEI.

"Ya no necesitamos a ning¨²n t¨ªo", dijo Nazarb¨¢iev, despu¨¦s de la ceremonia, refiri¨¦ndose indudablemente al presidente de la ex URSS, Mija¨ªl Gorbachov. El fantasma de Gorbachov estuvo presente en todo momento pero sin asustar a nadie. Ya en el aeropuerto, Yeltsin declar¨® que en Alm¨¢ At¨¢ encontrar¨ªa una f¨®rmula que iba a permitir a Gorbachov dimitir y que le iba a asegurar el futuro en el aspecto material.