El Rey exhorta a "cuidar con cari?o" la democracia y a huir de resaltar lo negativo
El Rey Juan Carlos exhort¨® a "cuidar con cari?o la democracia" para perfeccionarla y, sobre todo, para evitar que caiga "en defectos que distorsionar¨ªan un sistema al que es preciso prestar el mayor apoyo". En su tradicional mensaje de Navidad, el Monarca afirm¨® que, "por fortuna", la transparencia inherente a la democracia permite "descubrir y sancionar p¨²blicamente las acciones censurables que, aun cuando sean limitadas, resultan propicias a ser generalizadas". El Rey pidi¨® que se huya "de ese impulso negativo" a resaltar "los propios males" frente los ¨¦xitos.
, El Rey no hizo una enumeraci¨®n de los acontecimientos del a?o que acaba, sino que quiso poner de relieve "lo que pueda contribuir a incrementar nuestra satisfacci¨®n, nuestra tranquilidad y nuestra esperanza." "Porque es preferible huir de esa especie de impulso negativo que nos mueve en ocasiones a resaltar los propios males, defectos o desgracias, como si disfrut¨¢ramos lanzando al exterior cuanto podamos tener de criticable o imperfecto, con preferencia a nuestras virtudes, a nuestros logros o a nuestros ¨¦xitos".El Rey contrast¨® las convulsiones de algunos pa¨ªses con la situaci¨®n de Espa?a: "Hemos visto que acontecimientos que tuvieron lugar en distintos pa¨ªses despertaron alegres ilusiones, se han complicado extraordinariamente y han alcanzado un punto en que es dif¨ªcil prever soluciones inmediatas y definitivas. Han aparecido los enfrentamientos, la violencia y las penalidades. Congratul¨¦monos de que, ante tantas incertidumbres y tensiones, Espa?a permanezca alejada de conflictos, siga con firmeza y seguridad un camino bien trazado".
Contrapuso la segregaci¨®n de algunas zonas del mundo con el proceso europeo. "Nos encontramos ante la instauraci¨®n de nuevos sistemas pol¨ªticos, de uniones diferentes, de segregaciones que hace poco tiempo no pod¨ªamos sospechar. Mientras se produce la disgregaci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, tiene lugar en Europa el fen¨®meno contrario, que tiende a estrechar las relaciones econ¨®micas, monetarias, pol¨ªticas y de defensa, con vistas ala unidad".
"Prop¨®sitos de unidad en los que Espa?a participa directamente, con dignidad y prestigio, con personalidad propia y criterios claros, que se han puesto de manifiesto en la reuni¨®n recientemente celebrada en Maastricht, y en los que todos debemos colaborar con nuestro trabajo, nuestro esfuerzo y con un sacrificio que sin duda producir¨¢n su fruto en un ma?ana no lejano. Por eso debemos estar orgullosos de la forma civilizada y arm¨®nica en que hemos logrado instaurar nuestra democracia, cuando tantos lo consideraban poco menos que imposible".
El Rey dijo sobre la democracia. "Cuid¨¦mosla con cari?o para perfeccionarla en cuanto sea susceptible de ser perfeccionada, y, sobre todo, para evitar que caiga en defectos que distorsionar¨ªan un sistema al que es preciso prestar el mayor apoyo y la colaboraci¨®n m¨¢s decidida. Por encima de diferencias de criterio en lo accesorio, hemos de tender al acuerdo en lo fundamental, al apoyo total y un¨¢nime a los intereses nacionales"
El monarca llam¨® a la unidad: "Formemos un todo compacto, con las naturales disparidades de criterios, pero con el esp¨ªritu abierto a recoger los que se consideren aprovechables, aunque procedan del adversario pol¨ªtico (...) Por muchas discrepancias que puedan existir en el an¨¢lisis de los problemas y en las ideas para su soluci¨®n (...),creo que siempre es posible encontrar coincidencias (...) para lograr el progreso de nuestra patria".
En otro momento llam¨® al acuerdo sobre econom¨ªa. "Al armonizarse los distintos intereses con rec¨ªprocos sacrificios, bajo una direcci¨®n equilibrada, certera y con visi¨®n de futuro, conseguiremos un clima de armon¨ªa social. Si revisamos nuestro pasado reciente, podemos comprobar c¨®mo los principales logros provienen del di¨¢logo, del consenso y del pacto".
A continuaci¨®n defendi¨® los valores ¨¦ticos: "Es verdad que en los tiempos que corren son grandes las exigencias materiales. No puede evitarse que se manifieste en nuestra sociedad un acusado sentido pr¨¢ctico en la b¨²squeda de posiciones seguras. Pero no rompamos con los principios ¨¦ticos m¨¢s elementales".
"Por fortuna, la transparencia inherente a la democracia, la libertad en la cr¨ªtica y la justicia en la aplicaci¨®n de las normas permiten descubrir y sancionar p¨²blicamente las acciones censurables que, aun cuando sean limitadas, resultan propicias a ser generalizadas por la opini¨®n", a?adi¨®.
Conferencia de Madrid
La Conferencia de faz para Oriente Medio celebrada en Madrid fue objeto de menci¨®n. "Constituye un hecho relevante para nuestro pa¨ªs y el inicio de unas negociaciones que, quiera Dios, conduzcan al hallazgo de f¨®rmulas v¨¢lidas para terminar con la tensi¨®n en esa zona del mundo".
El Monarca tuvo duras palabras contra el terrorismo: "No puedo dejar de traer a la memoria de todos a esas v¨ªctimas inocentes del terrorismo que tambi¨¦n durante ese periodo han sufrido la muerte, la mutilaci¨®n y el dolor. Hacia ellas y sus familias va ahora mi pensamiento y el pesar m¨¢s profundo. Y ni siquiera en estos momentos de perd¨®n y de paz logro evitar que se desate mi indignaci¨®n no s¨®lo frente a los asesinos cobardes e implacables, sino tambi¨¦n ante las manifestaciones ambiguas, vengan de donde vengan, o las encubiertas equiparaciones entre quienes ejercen el terror y los que son objeto de su demencia.
Un V Centenario "sin complejos"
, Don Juan Carlos se refiri¨® tambi¨¦n a los acontecimientos que se celebrar¨¢n el pr¨®ximo a?o en Espa?a. Sus palabras fueron las siguientes:
En 1992 conmemoraremos el V Centenario del Descubrimiento del Nuevo Mundo. Ser¨¢ la celebraci¨®n de un acontecimiento que se debe juzgar situ¨¢ndolo a todos los efectos en la ¨¦poca en que se produjo, con sus costumbres y su grado de civilizaci¨®n, sin complejos de culpabilidad ni tintes sombr¨ªos. Para recoger su grandeza y sus ense?anzas, hagamos el descubrimiento aut¨¦ntico y sincero de nuestra Espa?a de hoy. S¨®lo as¨ª seremos dignos herederos de los aciertos del pasado y sabremos evitar sus errores.
Como espa?oles, nos sentimos estrechamente unidos a los pa¨ªses hermanos de Am¨¦rica. Su Navidad es nuestra Navidad. Y deseamos que
no haya entre ellos un solo pueblo sin paz y justicia, una sola persona sin dignidad, ni un solo ni?o sin ma?ana.
Con el a?o 1992 os invito a la colaboraci¨®n en los actos de la Exposici¨®n Universal de Sevilla, los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona y la Capitalidad Cultural de Europa, en Madrid. Constituyen tres oportunidades se?aladas para que se manifieste esa creatividad de que siempre hemos hecho gala los espa?oles. Y estoy seguro de que, una vez m¨¢s, la hospitalidad de nuestro pueblo servir¨¢ a la fraternidad universal.
Mi felicitaci¨®n y la de mi familia a todos los espa?oles de dentro y de fuera de Espa?a. Pido a Dios que los sentimientos de esta noche de paz y de alegr¨ªa, iluminada por las luces de la Navidad, se extiendan a todos los hogares de nuestra patria.
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