La mayor cadena musical del Reino Unido retira los elep¨¦s de sus tiendas

El disco de vinilo de larga duraci¨®n, popularmente conocido como LP (long play), agoniza en el Reino Unido. El declive en las ventas Iba llevado a la W. H. Smith, el mayor distribuidor brit¨¢nico, a anunciar que los LP van a ser eliminados de sus estanter¨ªas. Los compactos (CD) y los nuevos casetes digitales, cuyo gran lanzamiento comercial se espera para el pr¨®ximo verano, se han convertido en los nuevos due?os del mercado discogr¨¢fico.

La W. H. Smith, sociedad propietaria de la cadena Our Prize y del 50% de Virgin Megastores en el Reino Unido, no es la ¨²nica que ha decidido olvidar el vinilo. Otras empresas, como Boots y Woolworths, han hecho lo mismo a la vista de la evoluci¨®n de las ventas. En verano de 1990, los LP ocupaban el 14% del mercado brit¨¢nico, frente al 32% del CD y el 54% del casete. En verano de 1991, el CD y el casete se repart¨ªan ya la pr¨¢ctica totalidad de las ventas (46% en ambos casos), y dejaban para el LP un exiguo 8%. En el terreno de la m¨²sica cl¨¢sica, el vinilo fue arrinconado cuando los dos mayores editores mundiales, EMI y Deustche Gramophon, dejaron de utilizarlo hace meses.La desaparici¨®n del vinilo de los grandes centros comerciales, que los especialistas preve¨ªan para finales de esta d¨¦cada, ha sido acelerada por el inminente lanzamiento del casete digital y del mini CD. A partir del verano pr¨®ximo, dos de los mayores fabricantes de productos electr¨®nicos, Sony y Philips, pondr¨¢n a la venta una nueva generaci¨®n de reproductores y soportes musicales.

Philips apuesta por el casete digital, mientras Sony opta por el mini CD, un compacto de apenas seis cent¨ªmetros de di¨¢metro. Los expertos dan por seguro el ¨¦xito del casete digital, ya que la nueva pletina es capaz de reproducir casetes convencionales, lo que permite al usuario conservar su colecci¨®n musical. Sony, que aprendi¨® de su fracaso con el sistema de video Betamax, ha adquirido una gran presencia en el negocio discogr¨¢fico (tiene a Michael Jackson en exclusiva) para asegurarse de que su mini CD no ser¨¢ marginado. Tanto el casete digital como el mini CD admiten la grabaci¨®n dom¨¦stica y competir¨¢n tambi¨¦n en el mercado de las cintas v¨ªrgenes.

La aparici¨®n de estos dos nuevos sistemas constituir¨¢ un problema para el usuario del tocadiscos, que deber¨¢ optar entre el CD normal, el mini CD y el casete digital. Pero el casete parece salir con ventaja: existen unos 1.600 millones de reproductores convencionales de casete en el mundo, frente a 120 millones de CD, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n de Industrias Fonogr¨¢ficas Brit¨¢nicas (AIFB).

La agon¨ªa del LP, sin embargo, se prev¨¦ muy larga. El p¨²blico siente un especial afecto por el vinilo, y muchos mel¨®manos consideran que el sonido que la aguja extrae de los surcos es mucho m¨¢s c¨¢lido. "El vinilo conservar¨¢ un rinc¨®n en el mercado, especialmente en m¨²sica bailable, ya que es el soporte preferido por los disc jockey", dijo Jeremy Silver, de la AIFB. Tambi¨¦n se mantendr¨¢n temporalmente los singles.

La permanencia sentimental del vinilo es admitida incluso por las cadenas que dejan de venderlo. La W. H. Smith ha anunciado que su almac¨¦n Our Prize de Liverpool seguir¨¢ ofreciendo "indefinidamente" la colecci¨®n discogr¨¢fica de los Beatles en vinilo. Y los peque?os comerciantes especializados en vinilo ya se frotan las manos: el LP subir¨¢ de precio, y los especialistas creen que las piezas descatalogadas no bajar¨¢n de las 300 libras (unas 53.000 pesetas).