M¨¢s de 100 pol¨ªticos y periodistas entran 'de gorra' a los espect¨¢culos de Madrid

Un concejal (260.000 pesetas netas al mes, m¨¢s 75.937 de gastos sin justificar) o un consejero auton¨®mico (430.000 pesetas mensuales) no tienen que pagar para presenciar cualquier espect¨¢culo que organicen el Ayuntamiento o el Gobierno regional, respectivamente. Los ministros tampoco. Basta una llamada y tienen plaza. Muchos periodistas que no ejercen como cr¨ªticos tampoco pagan. Todos ellos resultan los principales beneficiarios del mecanismo de invitaciones, cuyos inmediatos perjudicados son los restantes espectadores que no pueden entrar.

Incluso a veces las butacas de las mejores filas se quedan vac¨ªas porque los importantes invitados deciden a ¨²ltima hora no asistir. Sesenta pol¨ªticos o funcionarios municipales reciben entradas para actos del Ayuntamiento; a una docena de altos cargos de la Comunidad se les facilitan para los espect¨¢culos dependientes del Gobierno regional.Aparte, una veintena de autoridades tienen suficiente con que su secretaria descuelgue el tel¨¦fono para garantizarse una buena entrada gratis. S¨²mense a la lista algunos directores de peri¨®dicos madrile?os, que siempre disponen de reserva en la mayor¨ªa de los espect¨¢culos, los presidentes de bancos o grandes empresas y las personas relacionadas con la compa?¨ªa que organiza el acto...

A los periodistas tambi¨¦n les toca su parte de culpa. El portavoz de una compa?¨ªa de espect¨¢culos dependiente del Ministerio de Cultura se quejaba del comportamiento de algunos periodistas que ejercen de cr¨ªticos. "Me piden a veces invitaciones para cuatro amigos y claro, me ponen en un compromiso, porque no me puedo negar a ello, tengo que mimar a los cr¨ªticos".

Cada vez que el Ayuntamiento celebra espect¨¢culos como la Gala de Reyes, los Veranos de la Villa, o los conciertos de la festividad de San Isidro, env¨ªa dos invitaciones para cada uno de sus 53 concejales. A cada uno de los cuatro tenientes de alcalde se les env¨ªan tambi¨¦n cuatro entradas. Igualmente reciben sus dos tarjetones el secretario general del Ayuntamiento, el interventor y el tesorero. El alcalde recoge unas 20 aproximadamente, para sus compromisos; el concejal de Cultura, otras 20; y el gabinete de prensa, 20 m¨¢s. Asimismo, 20 cr¨ªticos de distintos medios de comunicaci¨®n reciben dos entradas cada uno.

Eso s¨ª: el Ayuntamiento no manda invitaciones a los miembros del Gobierno regional, que preside Joaqu¨ªn Leguina, salvo llamada expresa del consejero Interesado. Y los hombres de Leguina siguen casi la misma pauta: invitaciones para los miembros de la Consejer¨ªa de Cultura, del ministerio, los medios de prensa, unos 20 en total, menos para el Ayuntamiento. "Hombre, si es un acto muy importante, invitamos al alcalde, pero no m¨¢s". As¨ª que los concejales han de pagar cada vez que la Comunidad organiza un espect¨¢culo.

"Es que cuando Juan Barranco era alcalde", explica una fuente de la Consejer¨ªa de Cultura, "las relaciones institucionales eran bastante mejores. Al llegar el nuevo equipo, dejaron de mandamos invitaciones y nosotros hicimos lo mismo". Sin embargo, en el Ayuntamiento aseguran que esa pr¨¢ctica se inici¨® durante la alcald¨ªa de Barranco.

Otra fuente de la consejer¨ªa indica que si un concejal pide invitaciones, en funci¨®n del concejal que sea y de su amabilidad en otros casos se les env¨ªan o no. "A nosotros el Ayuntamiento no nos invita nunca aunque pidamos entradas. As¨ª que actuamos en consecuencia".Las secretarias de los ministros

Las secretarias resultan tambi¨¦n grandes beneficiarlas del sistema de invitaciones que impera en los espect¨¢culos organizados por organismos oficiales.

Un portavoz de la Consejer¨ªa de Cultura asegura que en ocasiones van las secretarias de los ministros a los estrenos, pero afirma que eso no sucede con frecuencia. "Es que se juegan el puesto. A veces ha llamado alguna y le hemos dicho: '?Seguro que viene el ministro?'. 'Que s¨ª, que s¨ª', dice. Y al final viene ella y se sienta al lado de otro ministro. En esas ocasiones no se echa a nadie, pero s¨ª se le reconviene".