El Supremo de EE UU revisar¨¢ la ley del aborto para hacerla m¨¢s restrictiva
, La guerra del aborto libr¨® ayer una nueva batalla en las calles de Washington cuando miles de personas se manifestaron contra el anuncio de que el Tribunal Supremo, el m¨¢ximo estamento judicial de este pa¨ªs, revisar¨¢ una ley de Pensilvania que podr¨ªa afectar a la legislaci¨®n del aborto. Podr¨ªa dejar sin validez la hist¨®rica sentencia Roe versus Wade, que en 1973 otorg¨® a las norteamericanas el derecho a interrumpir sus embarazos voluntariamente.
El Tribunal Supremo, el guardi¨¢n de la Constituci¨®n, anunci¨® p¨²blicamente que revisar¨¢ la ley del aborto en el Estado de Pensilvania. Si esa revisi¨®n es restrictiva, como se espera, el tribunal establecer¨¢ un nuevo marco legal. El tribunal iniciar¨¢ sus deliberaciones en julio, 18 a?os despu¨¦s de haber adoptado la decisi¨®n en el caso Reo versus Wade y bajo la presi¨®n de los grupos liberales y progresistas.La guerra del aborto, el enfrentamiento pol¨ªtico-social-moral m¨¢s intenso de cuantos se han librado en este pa¨ªs desde la guerra de Vietnam, coincide con el inicio de la campa?a para- las elecciones presidenciales y promete convertirse en uno de los temas cruciales de la misma.
El tribunal, controlado por los jueces conservadores nombrados por los presidentes Ronald Reagan y George Bush, aprob¨® serias restricciones a la pr¨¢ctica legal del aborto en julio de 1989, cuando impuso nuevas y m¨¢s duras condiciones para efectuar abortos.
Los nueve miembros del tribunal escuchar¨¢n los argumentos de las partes involucradas en los efectos de la ley del aborto de Pensilvania el pr¨®ximo mes de julio. Hasta entonces se esperan manifestaciones y nuevas batallas propagand¨ªsticas de los grupo pro vida y las organizaciones liberales pro aborto.
La ley de Pensilvanla establece un periodo de 24 horas antes de la intervenci¨®n, el consentimiento de los padres, la garant¨ªa de que los m¨¦dicos informen a sus pacientes de las alternativas al aborto y la garant¨ªa de que el padre est¨¦ enterado de que se efect¨²a la interrupci¨®n.
Los grupos contrarios a la ley de Pensilvania apelaron, pero el Tribunal de Apelaciones la mantuvo, lo que provoc¨® que el caso fuera a parar al Supremo, que ser¨¢ quien deber¨¢ decidir en ¨²ltima instancia. Los defensores de la ley de Pensilvania opinan que la misma es perfectamente v¨¢lida sin que ello atente contra la Roe versus Wade, cuyo principal opositor es el presidente Bush, partidario de que el aborto se practique en casos de violaci¨®n o de peligro de la vida de la madre. Los candidatos que persiguen la denominaci¨®n dem¨®crata se han declarado favorables al aborto.
No se sabe, sin embargo, qu¨¦ van a votar los miembros del Tribunal Supremo. Se sabe que los justices William Rehriquist, el juez jefe, Antonin Scalia, Byron White y Anthony Kennedy han criticado la ley de aborto que se emana de la sentencia Roe versus Wade. Se sabe tambi¨¦n que la juez Sandra Day O'Connor, la ¨²nica mujer del tribunal, ha expresado sus reservas. John Paul Stevens es un moderado, y Harry Blackmun es el autor de la sentencia de 1973. Su opini¨®n no ha variado desde entonces.
Los dos ¨²ltimos miembros del tribunal, los dos justices nombrados por Bush, los conservadores Clarence Thomas, el jurista acusado de acoso sexual, y David Souter, no han expresado en p¨²blico su opini¨®n sobre el aborto y, por tanto, su decisi¨®n contin¨²a siendo un misterio.
Anualmente se interrumpen en este pa¨ªs 1,6 millones de embarazos. En 1973, esa cifra no superaba los 750.000. Las estad¨ªsticas se?alan que las mujeres solteras tienen entre cuatro y cinco veces m¨¢s probabilidades de abortar que las casadas, y que las cat¨®licas son las que m¨¢s abortan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.